One Shots• Levi Ackerman

Noche de Copas II

- ¡Por eso esperaba con la carita empapada que llegarás con rosas! ¡Mil rosas para mí!- gritó, acercando el micrófono.

- ¿Creen que fue buena idea dejarla subir al escenario?- preguntó Sasha, observando la escena que tenían frente a ellos.

Cerca de la medianoche el bar había anunciado la inauguración del karaoke, fue de esperarse que Connie, Jean y Sasha fueran los primeros en cantar pero lo que no era de esperarse fue que ______ se adueñará del escenario.
Había estado bebiendo toda la noche, lo que hizo que el nivel de su timidez disminuyera.

- ¡Para ti, osito gruñoncito!- exclamó señalando al pelinegro.- ¡Porque ya sabes que me encantan esas cosas aunque sé que son muy tontas soy así!- cantó, desafinando cada nota.

Levi apartó la mirada, avergonzado.

- Imbécil. ¿Quién se cree que es?- exclamó.

- ¡Oi Levi! ¡Estás sonrojado!- expuso Hange a su amigo.

- Santo cielo, nunca pensé verte sonrojado.- dijo Eren.

- x2.- expresó  Mikasa.

- Hablando de imbéciles ¿Dónde están Jean y Connie?- preguntó la de anteojos.

- Justo allí.- señaló Sasha.

El par de amigos se encontraban bailando sobre una mesa, sin remera y totalmente ebrios.

- ¡A ella le encanta la gasolina!- ánimo Jean al pequeño público que se había hecho alrededor de la mesa.

- ¡Dame más gasolina!- chilló Connie.

Sasha corrió a ayudarlos cuando presenciaron como estos dos se caían de la mesa intentado hacer twerking.

- ¡Te he fallado Nicky!- lloriqueó Jean.

- ¡Vayan por ______! ¡Los veré afuera!- gritó Sasha.

- Eren, vamos a ayudarla.- dijo Mikasa.

- Cuatro ojos, ve a buscar a ______.- ordenó Levi una vez que quedaron solos.

- ¡Oh¡ ¡Mira, un ovni!- dijo para después salir corriendo.

- No sé porqué carajos vine.- suspiró.

El pelinegro dio media vuelta, encontrándose con la escena de ______ intentando hacer un streeptease. Rápidamente se abrió paso entre los babosos que comenzaban a amontonarse a un lado del escenario.

- ¿Qué crees que estás haciendo? Tenemos que irnos.

______ se encontraba sonrojada, tenía el cabello hecho un desastre y apestaba a alcohol.

- ¡Osito gruñoncito! ¡Llegaste!- exclamó feliz.

- No me llames así, es estúpido.- hablo fríamente.

- El sonrojo en tu rostro no dice lo mismo.- respondió, tocando su mejilla.

- No me toques.- apartó su mano.

El rostro de ______ amenazaba con empaparse de lágrimas.

- ¿P-por qué eres t-tan malo conmigo?- hipó.

- ¡Oye idiota, no la hagas llorar!- gritó alguien del público, los demás abucharon, estando de acuerdo.

Levi se tocó el puente de la nariz, frustrado.- No tengo porqué estar soportando esto.- dijo.

Agarró a _____ de los muslos y la subió sobre su hombro, cargandola.

- ¡Levi, bajame!

- Mocosa, no me digas que le tienes miedo a las alturas.- bufó, bajando del escenario.

- Contigo estoy más cerca de tocar el suelo.- respondió refiriéndose a su estatura.

El pelinegro chocó a propósito con el marco de una puerta.

- ¡Ouch!- dijo _____, sobando su cabeza.

Una vez fuera, comenzó a buscar a los demás.

- No me lo creo, lucen como dos montañas.- dijo asombrada.

- ¿De qué estás...?- un pellizco en el trasero lo hizo sobresaltarse.

Segundos después ______ se hallaba tirada en el suelo.

- Okay, merezco eso.- reflexionó.

- Quédate quieta ahí.- ordenó.

- ¿Aquí? ¿En suelo donde hay orina y vomito? No, gracias.- intentó levantarse pero tropezó con sus cordones desatados.

Pensó que caería y se golpearía con el duro cemento, pero en lugar de eso algo bastante cómodo amortiguo su caída.

- Apestas.- dijo el pelinegro.

- No soy yo, estás oliendo pis de borrachos.

Levi se quedó un momento así, observando el rostro que tenía frente a él. Se le hizo casi imposible no ver el lunar que tenía a un costado del labio o las largas pestañas negras que tenía, pero lo que más lo cautivo fueron sus ojos, aquellos que tenían un brillo especial cada vez que lo miraban.

- Levi... Me gustas.- confesó

Tal vez muchos lo llamarían cobarde por no besarla en ese momento pero el sabía que _____ no estaba en sus cinco sentidos y el no se aprovecharía de eso.

El pelinegro apartó la mirada.

- Mocosa, yo uhm quiero decirte qué...

- ¿Qué?- habló esperanzada.

- Que tienes tu codo en mi pulmón, muévete.- dijo, usando un tono distante.

______ avergonzada se levantó, un dolor en su pecho se instaló.

- Lo lamentó, acerca de lo que dije. Creo que el alcohol se me subió a la cabeza.- excusó.

Pero la verdad era que no estaba ebria o al menos no tanto, el aire fresco la había hecho bajar de las nubes.

- Llamaré a Hange.- dijo, acomodando su ropa.

______ asintió.

Pasaron alrededor de diez minutos en un silencio incómodo, esperando por su amiga.

Los demás ya se habían ido a sus casas, los odió por dejarla sola.

A unos metros una chica de anteojos y pelo recogido se acercaba corriendo.

- ¡Chicos! ¡Qué bueno que aún están aquí!- exclamó.

- ¿Podemos irnos? Me duele la cabeza.- dijo _____.

- Claro, muñeca.- respondió, sonriendo.- Ten, puedes sacarle el seguro al auto, iré en un momento.- Hange le dio sus llaves.

- ¿Qué sucedió?- le preguntó al pelinegro una vez que se quedaron solos.

Levi se pasó las manos por el rostro.

- No sucedió nada.

- Hay mucha tensión en el ambiente ¿no crees?

El ojigris no respondió.

- El que calla otorga.- exclamó la de anteojos.

- Me tengo que ir. Cuida de ella, dale agua con limón y unas pastillas para el dolor de cabeza, eso la hará sentir mejor.

Hange asintió, sonriendo.

El de cabellos negros se dio medio vuelta, comenzando a caminar, Hange hizo lo mismo.

- No sé que te dijo Levi, pero estoy segura que te quiere.- le dijo a su amiga una vez que estuvo dentro del auto.

______ estaba sentada en el asiento del copiloto, una sonrisa involuntaria se formó en su rostro.

No la pasó tan mal después de todo.

Hola personitas hermosas ♡, hice solamente dos partes porque no sabía si se les haría tedioso leer tanto de lo mismo but

¿les gustaría que hiciera una tercera parte?