El destino de un dios || TodoDeku

CAPÍTULO III - FANTASÍA

Las falsas expectativas son más peligrosas que los miedos —J.R.R. Tolkien, The Children of Hurin.

Después de una agradable y entretenida cena —donde Shoto le explicó cómo se llamaba y preparaba cada cosa a Izuku, mientras que Eijiro intentaba fallidamente llamar la atención del rubio— llegó la hora de descansar.

Antes de organizarse para dormir, Shoto les entregó ya limpia y seca la ropa que llevaban puesta cuando los encontró.

Había sido una buena idea vestirse con ropa humana antes de atravesar el portal por si se llegaban a topar con un mortal al llegar a la Tierra, punto para Kacchan.

—Pueden dormir en mi habitación, la cama es lo bastante amplia para los dos, yo me quedaré en el sillón. —Shoto se dirigió a sus invitados.

—¿Compartir cama con esta asquerosa pelusa? prefiero el suelo. —Bakugo miró con un gesto de asco a Deku.

—Por favor, Kacchan, como si de niños no te hubieses metido a mi cama cada vez que Denki hacía que cayeran relámpagos en las noches. —Izuku se cruzó de brazos y lo miró con ese gesto de "sabes que es cierto y no puedes negarlo."

—¡¡Cállate!!

El peliverde ignoró la rabieta de su amigo por exponerlo, y se dirigió al albino.

—Gracias, Todoroki... es un gesto muy lindo considerar dejarnos tu habitación para descansar —Izuku sonrió achinando los ojos—. Pero no puedo aceptarlo, nosotros nos acomodaremos en la sala, ¿verdad, Kacchan?

—¡No! —Eijiro respondió casi que a gritos provocándoles dar un brinco a todos—. Quiero decir... la sala es muy fría de noche, y se me ocurre que, si quieres, Midoriya, para no sacar a Shoto de su cama, tú y él duerman juntos en su habitación y yo duerma con Bakugo en la mía.

—¡JA! Y yo que te había subestimado, eres hábil, ¿huh? —Bakugo miró con ligera aprobación al pelirrojo.

Le gustaban los hombres con iniciativa y que no se achicaban ante él.

—¿Eso es un sí? —Los ojos de Eijiro brillaron en emoción.

—Intenta hacer una tontería y te mataré. —Katsuki le dio una mirada de advertencia y después lo siguió hasta la que era su habitación.

Solos, en la sala, Shoto e Izuku se voltearon a ver, ambos con un gesto de sorpresa ante cómo las cosas se habían resuelto.

—Oye, no tenemos que hacer lo que dijeron, ni siquiera pidieron tu opinión y entiendo que no querrás dormir con un completo extraño. —Izuku se llevó la mano al cuello y masajeó un poco, se encontraba cansado.

—Sí quiero... —Shoto respondió inmediatamente, sorprendiendo al más bajo, que se sonrojó muy levemente—. Quiero decir, no me molestaría para nada.

—¿Todas las personas son tan amables como tú? —Izuku volvió a perderse un poco contemplando el rostro de Todoroki... era extraño que un humano emitiese un aura tan fuerte como la que él tenía, además, algo le indicaba que esas facciones le eran conocidas.

—No sé si soy tan amable como dices, pero al menos contigo sale natural —Shoto le sonrió, percatándose de lo mucho que le estaba observando—. ¿Por qué no nos alistamos para dormir?

Una vez listos y habiendo entrado a la habitación de Shoto, el pecoso volvió a hablar.

—Todo lo que has hecho hoy, por nosotros, por mí... gracias —Izuku se puso de puntillas para darle un beso en la mejilla al albino como agradecimiento.