Capítulo 1

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Me desperté por el sonido de la alarma que anunciaba el primer día de clases, estiré mi brazo hasta el mueble y apague el irritante sonido, escondí mi cabeza en la almohada para tratar de seguir durmiendo, no quería encontrarme con los mismos idiotas de siempre, no entienden que nací así. Sentí unos livianos pasos que se adentraban en mi habitación y abrían las cortinas dejando entrar toda la luz a la suite de la casa, que era mía para darme una mayor movilidad.

—Niall, cariño, despierta, es tu primer día de clases—dijo con ánimos mi madre. Con el paso de los años le gustó la idea de que valla al colegio, aunque a mí ya no me gustaba.

—No quiero ir, todos ahí son unos estúpidos—respondí con la almohada aun cubriéndome la cara.

—Niall, piensa que te encontraras con tus amigos.

—¿Qué amigos? ¿Liam y Zayn?—ella asintió, aun no le contaba lo ocurrido días atrás.—Esos dos idiotas me dejaron porque no querían empezar la preparatoria siendo amigos del inválido—quité la almohada de mi cara y miré a mi madre con una triste expresión. Ella sabía que la discapacidad no era la causa de mi tristeza, si no que era apartado y excluido en el colegio a causa de esta.

—No saben al gran chico que se pierden, pero piensa en que tal vez hayan alumnos nuevos—trató de levantarme el ánimo mientras quitaba las frazadas de la cama dejándome al descubierto solo con unos bóxers puestos.

—Mamá, tu y yo sabemos que nadie quiere ser amigo del chico de la silla de ruedas—de verdad no quería ir. Estos últimos años mis compañeros habían sido demasiado crueles conmigo por el sólo hecho de no tener movilidad en las piernas.

—Al menos inténtalo, ¿Si?—asentí de mala gana, me besó la frente y fue a la cocina a preparar el desayuno.

Me retorcí en la cama hasta alcanzar mi silla y dejarla al borde de la cama, hice fuerza en los brazos y me senté en ella, tomé la toalla y un par de calzoncillos y me adentré al baño que estaba diseñado para que pueda usarlo sin mayor dificultad.

Me di un baño como acostumbro a hacerlo y con la toalla sequé cada parte de mi cuerpo, me puse los boxers con algo de dificultad, me peiné y salí del baño. Tome una camiseta blanca, unos jeans, calcetines y mis amadas supras que, aunque no me sirvan de mucho, me gustan. Me puse todo con normalidad a excepción de los jeans los cuales siempre fueron difíciles de meterlos en mis piernas.

Salí de mi habitación y me dirigí al enorme living-comedor. Todas las habitaciones en aquí son grandes, espaciosas y amplias para que yo no choque con los muebles, al igual que todas las mesas y sillas son bajas para no parecer pequeño ante el resto.

—Que guapo te pusiste hoy bebé—halagó mi madre para tratar de subirme el ánimo, cosa que no consiguió.

—Mamá, así me visto siempre—dije seco y la miré mal, no quiero que sienta pena por mi discapacidad, pareciera que estoy así desde ayer aunque ella lo sabe hace más de 15 años.

Todo el desayuno fue en un ambiente tenso e incómodo, tanto que podía escuchar la respiración y las mordidas que daba cada uno de los presentes en la mesa.

—¿Quieres que te lleve? Como es tu primer día y para que llegues bien a la escuela—ofreció mi padre para tratar de quitarle la tensión al ambiente, solo logro hacerme explotar.

—No, puedo ir solo, voy a cumplir 15 años. ¡No soy un bebé! El hecho de que no pueda caminar  y dependa de esta silla no significa que no pueda hacer nada por mi cuenta, no tengo 5 años—tomé aire para seguir.—Y  no pude pasarme nada malo camino a ese lugar, no puedo tener un accidente dónde quede inválido porque ya lo soy y vivo bien con ello, no tengo amigos, mi vida ha sido bastante complicada, dudo que pueda complicarse aún más—terminé mi discurso.

Me alejé de la mesa hacia la puerta que daba a la calle tomé mi mochila y metí dentro de ella mi billetera, celular y audífonos. Salí de la casa pasando por una rampa que habían hecho especial para mí porque había una escalera.

La escuela quedaba cerca de mi casa, avanzar dos calles hacia la derecha y una hacia adelante, el recorrido dura 10 minutos a una velocidad prudente. Legue a las 7:35am, temprano tomando en cuenta que entro a las 8. Usé parte de mi tiempo para ir a pedirle un favor a la secretaria del director, toqué la puerta de su oficina y me abrió ella, la Srta. Evans.

—Hola Niall—saludó ella, la miré hacia arriba como solía hacer con todo el mundo y le sonreí falsamente, a cualquier otro alumno no habría sabido llamarlo por su nombre pero conmigo era diferente, claro, soy el chico de la silla de ruedas, que novedad.—¿Qué haces aquí a estas horas?

—Salí temprano de casa, pero no vengo aquí para decirle eso. Me gustaría que me cambie el locker, este año me tocó uno de los altos y pues…—hice una pausa, en la que miré mis pies.— no alcanzo, y está muy lejos de los salones.

—Claro, solo dime el número del casillero que te tocó—esperó a que le diga la respuesta.

—637—ya sabía lo que viene después, en todos estos años no era primera vez que lo cambiaba.

—Si te tocó lejos—dijo más para sí misma que para mí, por instinto asentí aunque ella no me viera.—El cambio está listo, ahora tienes el 243. ¿Algo más?

—No, gracias—dije amablemente y me retiré de ese lugar.

Mi primera clase del día: gimnasia. Genial, pensé, empezar el día con una clase en la que no puedo participar, a menos que hagan trabajo de brazos, lo cual no hacen más de 5 veces al año por lo que dudo que hoy sea una de esas veces.

7:40, aún me quedan 20 minutos para llegar al gimnasio sin recibir un regaño por parte del profesor, fui al gimnasio que estaba al fondo de la escuela. 7:50 solo 10 minutos. Cuando llegué me quedé en una esquina y me quedé ahí viendo como todos llegaban, en el minuto en el que entraron Liam y Zayn –quienes habían sido mis únicos amigos por 9 años- me entraron las ganas de ir con ellos a saludarlos y quedarnos hablando como siempre sucedía, pero me contuve, no quería quedar como un tonto. Dirigí mi mirada a la gran puerta de entrada del gimnasio, por ella venía entrando el profesor acompañado de una chica rubia, desde aquí no alcanzaba a ver el color de sus ojos.

—Buenos días alumnos, la mayoría de ustedes me conoce y para los que no, soy el maestro Lewis—hizo una pausa y miró a la chica que estaba a  su lado.— Ella es April Baird, es nueva en la escuela, por favor preséntate April—levanté la mirada y me encontré con unos ojos café chocolate que me observaban fijamente, April.

Holi! Se que dije que escribiria primero 10 capitulos pero no pude contenerme, el capitulo 2 esta en proceso pero no lo publicare hasta que el 3 ya este mas o menos armado.

Dedicado a @thewillysof1d por ser la primera en comentar, cuando este desde el pc lo hago oficialmente.

Saludos
Anto by ponipandicornias

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Pd: mi co-escritora♡ se llama Anik y es mi arbolito.

Love On Wheels (Niall Horan)Where stories live. Discover now