past, present and just one future

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[ Capítulo extenso ]

Después de que algunos de los llamativos globos fueron reventados (cuya existencia estaba gracias a la decoración del ojiazul) había glitter por todo el piso de madera del apartamento; tambien había un poco de cera debido a las velas que se estaban usando para crear un mejor ambiente.

Había otras cosas en existencia, pero eso fue lo único que resaltó ante la prisa con la que el castaño ingresó al apartamento, simplemente no tenía ganas de hablar con nadie y a menos de media hora para que empezara un nuevo año, no le interesaba nada (pese a que él había sido el principal interesado en darle una excelente bienvenida al año próximo). Si bien, Louis solo escuchó una cosa más antes de encerrarse en la habitación: un grito de Jay "¡Te dejé las mejores polaroids en la cama!" le dijo Gorjesi con una alegría provocada por todo el buen ambiente que se estaba teniendo ahí... o al menos era bueno para todos hasta hacía un par de horas.

No tenía ganas de llorar porque ciertamente, no era tristeza lo que estaba sintiendo, ni siquiera sabía lo que le estaba oprimiendo el pecho y dándole esa terrible sensación en el estómago; quizá era decepción, ira, celos o una mezcla de los tres... sí, eso era lo mas probable. Estúpido, Harry. Mil veces estúpido ¿Quién carajos le dijo que arruinarlo todo era un buen don? Era inmaduro el solo hecho de pensarlo, pero también estaba molesto con él por haber arruinado un inicio de año que, segun sus expectativas, iba a ser perfecto. Bah, ahora solo contaba con una desilusión y un rasguño en su corazón que amenazaba con evolucionar a una terrible y dolorosa grieta. El principe no entendía por qué la vida lo ponía frente a situaciones que, simplemente, eran demasiado en tan poco tiempo ¿Realmente no podía tener un poco de felicidad ni por una maldita semana? Tal vez estaba empezando a resignarse: nunca tendría una buena racha, al menos no una duradera porque la prueba se encontraba en su cara pues, a una semana de su compromiso con el psicólogo, tenía ganas de devolverle el anillo por... bueno, por ahí.

Louis terminó sentado en el suelo, a un extremo de la cama y no, no junto al próximo a la puerta porque aunque estaba decidido a no abrirle a nadie, no quería que ningun listo se fuese a asomar para empezar con su sermon o intentos de consuelo. Optó por sentarse del otro lado, en ese espacio donde se recargó en la base de la cama y pudo deslizarse un poco con el fin de no ser visto con facilidad; enfrente de él solo se encontraba la pared y a penas había dejado un poco de luz en la habitación, realmente deseaba estar solo y esperaba que lo entendieran porque, ni siquiera tenía ánimos de soportar algunas palabras de Bertha.

Sus brazos descansaban sobre las rodillas mientras que ese hermoso mar trataba de encontrarle algún chiste al muro frente a él; un suspiro lo desvió de todo y lo hizo mirar a su costado izquierdo en el piso, sitio donde se fue a encontrar una de las polaroids, pero no cualquiera, si no una que fue tomada al inicio de la noche y no, no se trataba de él, en aquella imagen solo estaba el ojiverde y le parecía realmente perfecta pues, Jay, se la tomó cuando estaba descuidado (de verdad distraído, no esas fotos que pides que te tomen mientras tratas de ser casual y solo consigues una imagen demasiado producida). El psicólogo se había perdido observando lo tiernas que eran su madre e hija juntas, vaya fortuna que Gorjesi haya conseguido captar aquello. La imagen era tan perfecta que el príncipe contuvo el impulso de romperla, quemarla, tirarla por el inodoro o, todas las anteriores.

"Es que si serás idiota ¡Agh!" Gruñó con molestia en la solitaria habitación. Seguidamente, giró la imagen para no observar al rizado, porque ni siquiera lo quería ver en foto.

El príncipe se llevó la mano a la frente, echando la cabeza hacia atrás entre tanto cerraba los ojos y comenzaba a recordar... Oh, maldito masoquismo.

Todos estaban fascinados con el vino rosado, pero tal hecho fue algo que ninguno de los presentes vio venir: en el penthouse solo se contaba con dos botellas del hipnotizante liquido, pero la primera ya estaba vacía mientras que de la otra, ya no se podía sacar más que una sola copa. Styles, en su papel de novio ideal, se ofreció a ir en busca de más vino pues deseaba que la noche del castaño fuese perfecta, que no se arruinara por la falta de algo que, fácilmente, podia conseguir, aunque tal vez había olvidado que estaba viviendo la noche del 31 de diciembre y que la temperatura alla afuera estaba alrededor de los 7*F (-14*C) así que Louis quiso recordarselo.

castle walls ♕ l.sOù les histoires vivent. Découvrez maintenant