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Cambio

Era un día normal en el loft de Derek, al menos eso sintió Cora, Peter y el mismo Derek, todos se levantaron y fueron al baño como cada mañana, el primer grito fue por parte de Cora que había sido la primera en verse al espejo luego de lavarse la cara.

Los dos mayores corrieron hacia la recamara de la menor, uno iba sin camisa y el otro solo pudo ver la espalda del otro que iba frente a él, había notado algo raro pero se lo atribuyo a lo somnoliento que aun se encontraba.

— ¿Que pasa Cora? –pregunto Derek al llegar a la puerta que daba al cuarto de baño.

— ¿Derek? –cuestiono casi inaudible la menor al escuchar la voz proveniente de su habitación.

— Si, soy yo, ¿que pasa?

Peter ya había llegado y se refrego los ojos al creer que aun dormía y que en vez de ver la ancha espalda de su sobrino miraba algo completamente distinto.

Cora abrió lentamente la puerta y abrió los ojos como platos al ver dos senos frente a ella, por otra parte Derek retrocedió al ver a un chico muy parecido a él en la adolescencia.

— ¡Mierda!

Escucharon que exclamo alguien a sus espaldas y notaron que había otra mujer ahí, peli-miel y al parecer a punto de entrar en pánico al verse a si misma, Peter sabia lo que había pasado y si mal no recordaba eso pasaría cuando su adorada sobrina menor cumpliera los diecisiete.

— ¿Tío Peter? –cuestiono Cora asustada.

— ¿Si? –cuestiono viéndola a los ojos.

— ¿La maldición esa que nos contaban cuando eramos niños es real?

Peter trago saliva y asintió lentamente para luego fijar sus ojos en Derek.

— Podrías taparte, así no anda una mujer decente.

Derek frunció el ceño y bajo lentamente la mirada hasta ver sus senos.

— ¡Carajo! –exclamo y se encamino al primer cajón del armario de Cora y cogió una blusa que le quedó algo pequeña a ojos de él.

— Es una ombliguera –comento Cora al ver como su hermano comenzaba a jalarla para abajo sin lograr nada.

— ¿Que haremos? –cuestiono Derek a su consternado Tío.

— Primero que nada hay que llamar a Malia, debemos saber si ella también cambio.

Ambos hermanos asintieron siendo Derek quien fuese por el celular de Cora y marcara desde ahí.

Sonó dos veces y se escucho la colérica voz de un joven que parecería que explotaría en cualquier momento.

— ¡¿Que mierda me ha sucedido?!

Derek respiro profundo.

— Ven para el loft, te tenemos que contar algo que nos afecto a todos los Hale.

Y sin esperar respuesta colgó.

— ¿Quien tiene hambre? –cuestiono Peter ganándose las miradas asesinas de sus sobrinos.

— Yo solo decía.

Y se fue con rumbo a la cocina dejando a ambos hermanos solos.

— Tomare un baño, deberías hacer lo mismo.

Derek asintió a las palabras de su hermana y se fue rumbo a su habitación.

Por otro lado, Malia se robo una cachucha de su padre Henry y algo de su ropa que le quedo demasiado grande, salio de la casa y comenzó a caminar por todo el pueblo, solo esperaba no toparse a nadie conocido.

— No puedo creer esto, es inaudito –se decía a si misma la enojada chica y cada que pasaba por un ventanal de algún negocio y miraba su reflejo ya masculino se cabreaba cada vez mas.

Acelero el paso y una media hora después llego al edificio departamental de su primo.

Respiro profundo antes de adentrarse al lugar, se introdujo en el ascensor y presiono el último piso.

— ¿Que me habrá pasado? –se cuestiono mientras se cruzaba de brazos y esperaba a que el ascensor la dejara en el piso correspondiente.

Continuará...

Espero les guste.

04-10-21

Un Tormento Para Los HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora