EMDLF 🍀Yoomin ¡COMPLETO!

Apeirofobia

Park Jimin.

Despierto en medio de la noche, mis manos se estiran para abrazar a mi compañero o al menos sentir su compañía, pero la sensación es plana, las sabanas y mantas me estaban cubriendo solo y las almohadas las había acomodado perfectamente para no sentir su ausencia.

−Yoongi, vuelve a la cama... ¿Yoongi?

Con un tono ronco, cansado aun por ser altas horas de la noche no escucho respuesta. Mis ojos se abren para no verlo en el baño, la puerta se encuentra abierta. Me pongo de pie para esperar ver los pasillos encendidos, pero no esta por lo que me encamino hacia su estudio descalzo y llamando la puerta sin recibir respuesta entro.

El sonido dentro es chillón, el de un plumón de una pizarra deslizándose en el escalofriante pasillo sin fin, me acerco cerrando la puerta a mi espalda y en camino en su escritorio me encuentro con el mineral toxico guardado con gran seguridad y botes vacíos de medicamento para la tos.

¿Yoongi estaba enfermo? Por supuesto que no, era el chico más saludable que conocía.

Trato de llamarlo y pensando que no se encuentra aquí el rechinido en ese prohibido pasillo no me deja otra que ir a averiguarlo. Las luces son bajas y en cuanto avanzo veo las largas oraciones fluir rectas, en cuanto avanzo van perdiendo forma hasta encontrarme con variantes tachadas en rojos.

Aquí estaba su investigación sobre encontrar el ultimo factor de la felicidad.

Me preocupo al ver su caligrafía perderse en un intenso negro, entre taches y borrones avanzo esta vez con rapidez, un quejido se escucha en lo que espero que sea el final del pasillo y llevando a una pared cerrada escucho los quejidos del pelinegro, sentado de pies cruzados y con sus manos en el cabello, sus manos sujetan sus hebras con rudeza pensando que en cualquier momento va arrancarse el cabello por la desesperación.

−Yoongi. ¿Qué pasa? −Me acerco para estar de rodillas intentando deshacer el nudo que tienen sus manos con su cabello− Te estas lastimando, Yoongi... −Mis ojos captan en el suelo el resto de embaces de jarabe− Te estas automedicando. ¿Por qué?

−Te pedí que no entraras aquí, Jimin. −Me recuerda adolorido y quiero pensar que se debe a todo el medicamento que ha consumido− Regresa a la cama, en un momento te alcanzo...

−No luces nada bien. ¿Qué estás haciendo con todo esto? −Cuestiono indicando al gran pasillo con gran información.

−Las ideas en mi cabeza me matan, cada concepto, investigación, invento. Es la única forma en la que mi cerebro me pide que redacte. −Confiesa soltando las manos en su cabeza y escucho su fuerte respirar− Jimin te mentí, no estoy bien.

−Llamare a Namjoon.

−No, Jimin. −Me pide con dolor que lo escuche− No puede un objeto de valor por encima de la persona que amo, de mi familia, de amigos; si tuviera. Amor a las personas, esto me cayo mal.

−Si esa es la razón, no hay ninguna para que hicieras esto Yoongi. −Le muestro el rastro de medicamento que consumió− ¿Cómo pudiste? ¿En qué pensabas?

Son narcóticos Min Yoongi, por amor de Dios.

Tomo asiento junto a el y escuchar esa respiración me hace querer llamar mas a Namjoon, pero su mano me toma en busca de apoyo y sus ojos cual niño regañado, esos ojos claros ahora opacos al no querer decirme que me pasa.

−Así como me vez es como lucia todos los días antes de conocerte. Si no lo consumo los zumbidos en mi cabeza no me dejan en paz, necesito reducir el coeficiente intelectual para estar en sintonía con los demás.