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Minhyuk lo sabia, su encuentro no fue una simple coincidencia, estaban destinados no importa desde que ángulo lo vean los demás todo indicaba una sola cosa...Minhyuk necesitaba de Hyungwon y Hyungwon de Minhyuk.

Se conocían prácticamente de toda la vida, desde el primer año de kinder donde Chae lloraba desconsolado mientras su madre trataba de calmarlo para que este dejara sus faldas y pueda ingresar de una buena vez.

Eran tan diferentes, Minhyuk se despidió de su madre como si fuera algo normal porque a pesar de ser un pequeño niño era muy maduro para su edad, no era como el "llorón con cara de rana", o bueno ese fue el apodo que le había puesto ni bien lo escuchó llorar.

Min se acercó y como pudo arrastró al pequeño llorón de Hyungwon, viendo como este lloraba aún más confundido puesto que Min lo tenía agarrado del cuello de su abrigo.

Incluso la madre de Hyungwon lo sabía, miraba la escena enternecida y entre risas alzó la mano despidiéndose de su hijo y saliendo por fin del lugar.

La señora lo sabía el pequeño MinMin y su pequeño Wonwon serían buenos amigos en el futuro.

Crecieron juntos, fueron a la misma escuela, ni siquiera el hecho de la mudanza por parte de los Chae hizo que estos dos dejaran de ser tan unidos. Compraron bicicletas y cada uno por su lado visitaba al otro.

Ingresaron a la secundaria, dura etapa de sus vidas, sobretodo ahora para Lee Minhyuk.

Nunca pensó que Hyungwon lo dejaría de lado cada vez más y más, el creó su propio grupo de amigos dejando a Min solo entre una multitud de nuevas personas de las cuales nunca tuvo muy buen presentimiento. Pasado los meses Lee seguía solo, comía en la mesa más alejada y vacía de la cafetería de la escuela, de vez en cuando observando la mesa del centro donde veía a su antiguo mejor amigo rodeado de puros chicos de "buena reputación", ese era el título para los jugadores de basquet, altos, apuestos y sobretodo alfas con un expediente limpio, es decir, no tenían ningún problema bochornoso como amoríos, etc.

Todo una completa mierda.

Simplemente los lamebotas de los profesores y esa era la razón por la que sin siquiera poner esfuerzo en sus estudios sacaban las mejores notas.

Minhyuk a veces se sentía observado por Hyungwon pero cuando quería regresar la mirada este solo la apartaba, y aunque a veces intentaba hablar con Chae, este solo pasaba de largo y se iba con sus amigos.

No entendía porque tenía que resultar así, si tan solo pudiera traer de vuelta a ese Hyungwon en la clase pororo, un débil y pequeño llorón que no dejaba a su madre, el niño que no dejaba de aferrarse a Minhyuk cuando estaba asustado o cuando tenía frío.

Las estaciones del año se hicieron más notorias, para Minhyuk que siempre subía a la azotea a contar cuantas nubes pasaban mientras comía sólo uno que otro aperitivo que llevaba consigo, comenzaba a sentir frío y el viento fácilmente podía despeinarlo, otoño, un otoño lleno de nostalgia, recordaba esos días donde jugaba en el montón de hojas secas que encontraban de vuelta a casa junto con Hyungwon y sus bicicletas.

No odia a Hyungwon, claro que no, después de todo prefiere mil veces recordarlo como su primer amigo tonto y flacucho que al ahora Hyungwon con hombros anchos y presumido.

Tomó entre sus manos la caja con su jugo favorito mientras seguía viendo las esponjosas nubes que cada vez tomaban un color carmesí, ya era tarde, era hora de bajar y regresar a casa.

Pasó por la entrada del salón de prácticas del equipo de basquet, divisó a su ex mejor amigo sonriente encestando una de sus jugadas y chocando palmas con sus acompañantes. Uno de ellos Son-caliente-HyunWoo, no era mentira que Min tenía un pequeño crush con ese estudiante, también uno de ellos que era un poco bajo, Lee Hoseok o Wonho, también con este tenía un pequeño crush pero no tanto como con Son. El trío de alfas más apuestos del lugar.