Capítulo 9

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La fiesta se está volviendo un poco alocada todos bailan en la pista improvisada y yo solo puedo seguir la charla que mantiene un Rodrigo que ya se encuentra muy ebrio, me tiene abrazada por el cuello y habla sin parar de una tal Miriam que por lo que asumo a de ser su ex novia. Lo que me ha parecido muy extraño es que la rubia novia de Emilio no ande por estos lugares marcando territorio como ya acostumbra, por lo visto no ha venido a la fiesta de su novio aunque; para ser sincera me agrada la idea de no tenerla merodeando por este lugar. Ya que este día es para disfrutar no para reñir con esa loca desquiciada y arruinarle la fiesta a su novio. 

A Emilio no le he dirigido la mirada en lo que resta de la noche sinceramente no quiero meterme en problemas, aunque él es un poco terco ya que siento su penetrante mirada puesta sobre mi, he bailado unas ocasiones más con Darío que ahora sé que tiene una novia que vive en el extranjero, pero que no ha venido por cuestiones personales aunque ha prometido presentarme con ella después.

Helena y Esteban se han desaparecido de nuestra vista hace más de unas horas, por mi parte ya me siento lo suficiente mareada por tanta cerveza que he bebido, así que no le tomo importancia que mi amiga me haya abandonado como ya es su costumbre. Me siento ebria pero no al grado de caerme sola aunque para ser sincera ya es lo más que puedo aguantar, dejo de beber y me siento sobre unos de los sillones de la sala observando a las personas que bailan y traen buen ambiente.

—¡Qué les parece si jugamos a el juego de las coras! consiste en tirar una moneda a una copita de shot si cae el oponente se bebe un shot pero si falla tendrá que beber dos el tirador. — propone Darío todos aceptan incluyéndome yo, Rodrigo es el primero que le entra tira la moneda y falla, se bebe dos shots a pecho y sigue Joel. Tira e inserta Emilio que está del lado contrario toma un shot y lo bebe. Para después yo colocarme en la mesa para jugar contra él, nos miramos desafiantes agarro la moneda y la tiro con la esperanza de que caiga dentro del shot pero para mi mala suerte y mi falta de visión fallo, tomo el primer shots y lo bebo de fondo todos gritan eufóricos. Prometí que ya iba a dejar de beber pero yo misma me metí a la boca del lobo cuando acepte en jugar. Emilio sonríe con suficiencia y siento que ya lo odio mil, sigo con el segundo y ya no raspa el alcohol en mi garganta. Es el turno de Emilio de tirar y para mi buena suerte falla y se toma los dos shots a fondo todos gritan, llega Helena y Esteban y se incorporan al juego, nuestras miradas siguen retándose al poco tiempo miro que viene hasta mi.

—¿Bailarías conmigo una canción? —me pide a lo que acepto sin pensar, el alcohol es el culpable de ser tan indecisa.

—Claro encantada Emilio —me toma de la mano y no puedo evitar sentir eso que me pasa cada vez que él me toca, ese escalofrío que me recorre todo el cuerpo. Voy detrás de él tomada de su mano me dirige al centro de la pista improvisada que es en medio de su sala, la canción "Jossef-A Ley". Comienza a sonar comenzamos a bailar uno frente al otro al ritmo de la canción me siento verdaderamente emocionada él comienza a cantar la melodía mirándome a los ojos me toma por la cintura con ambas manos me aprisiona a él, su perfume me embriaga estamos muy pegados el uno al otro, mi pierna derecha está entre las suyas nos movemos al son de la música.

 —Carajo Renata me encantas bruja no se que me hiciste pero me siento hechizado con tu belleza —sentencia y yo me sonrojo con sus palabras.

—Estas borracho Emilio quizás mañana no recuerdes nada de esto —me defiendo ya que ambos estamos pasados de copas, miro el reloj que está sobre la pared y falta un minuto para las doce de media noche.

—No Renata te equivocas, eso jamás pasará desde el primer día que te conocí no te puedo sacar de mi mente eso muy bien lo sabes tú. —no sé qué decir a mi me pasa lo mismo no lo puedo sacar de mi mente pero no se lo puedo decir a pesar de andar pasada de copas.

Mi Imposible AmorWhere stories live. Discover now