Capítulo 11

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Las reuniones y aventuras navideñas siempre han sido extravagantes en el mundo de los magos. Hasta hace poco, la familia Malfoy se consideraba el evento más prestigioso. Sigue siendo grandioso y hermoso. Ahora, el evento de la familia Riddle en la Casa de los Antiguos es la invitación más prestigiosa que se puede recibir. Sólo para purasangres, por supuesto.》

23 de Diciembre

Draco Malfoy estaba de pie junto a su padre, sintiéndose monumentalmente nervioso. Era la primera reunión oficial a la que asistía desde su inclusión en las filas de los mortífagos. Quería, por encima de todo, causar una buena impresión y hacer que su padre estuviera orgulloso de él. Lo segundo más que lo primero, en realidad.

Incluso cuando Draco era pequeño, había querido y admirado a su orgulloso padre. Había sido Lucius quien se había hecho cargo de él después de que naciera, Narcissa no había querido saber nada del niño que había dado a luz a su Señor a regañadientes. Habían pasado cuatro años antes de que ella se interesara por él. Cuando Draco consideraba lo que ella había hecho, aún era suficiente para ponerlo fríamente furioso.

Había empezado en su cuarto cumpleaños. Recordaba haber estado molesto porque su padre no había estado allí. Narcissa lo había calmado, mencionando que estaba fuera del país por negocios. Después de ese día había empezado a comer y cenar con su madre, viendo a Lucius sólo en contadas ocasiones. Ella, pensó Draco con un gruñido silencioso, casi había conseguido arruinarlo.

Eso había llegado a su fin después de su tercer año. Severus había informado a su padre de cómo había tratado al profesor de DADA, Remus Lupin. Lucius se había puesto furioso.  Había enviado a Narcissa a Alemania durante ese verano y había procedido a eliminar todo el complejo de superioridad de Narcissa. Luego, Draco había pasado un verano muy ocupado leyendo textos y estudiando los protocolos y la etiqueta de los sangre pura adecuados para cualquier situación. Había sido vergonzoso darse cuenta de cómo Narcissa lo había estado manipulando.

La siguiente vez que vio a su cariñosa madre fue después de su quinto año y ella trató de ganarse su confianza de nuevo. Se había topado con un muro al principio y se había marchado después de perder los nervios y gritar a Lucius. Ver a su madre avergonzarse sin la ayuda de Lucius le había abierto los ojos a Draco y ahora se daba cuenta de que lo único que había hecho era convertirlo en un mocoso incurable.

Salió de sus cavilaciones mentales mientras tomaba el brazo de su padre y se aparecían. Aparecieron con un suave chasquido y Draco se alisó la túnica azul medio. Su padre llevaba una túnica plateada con ribetes violetas, los colores de la familia Malfoy. Mirando a su alrededor, se dio cuenta de repente de la estructura a la que se acercaban y la miró con sorpresa.

-Padre, ¿dónde estamos?-.

-Este es el Bosque de Dean, y esa es la Casa de los Antiguos. Fue construida por Salazar Slytherin antes de que Hogwarts fuera más que una meta en la mente de los Fundadores-, dijo Lucius en voz baja. -En la actualidad pertenece a la única persona con 8 lazos de sangre con Salazar Slytherin-.

Draco casi se quedó boquiabierto ante su padre mientras atravesaban las protecciones, que parpadearon momentáneamente de color carmesí oscuro a su paso. -¿Quieres decir que hay un Antiguo Sangre Pura vivo?, ¿Quién?-.

-Lo conoces del colegio-, respondió Lucius.

Lucius observó la expresión de su hijo al ver la Casa de los Antiguos por primera vez y tuvo que admitir que su propia reacción había sido bastante similar. Puede que Salazar Slytherin no promoviera las técnicas de intimidación, pero esta mansión era sin duda un ejemplo de ello. Cuando se acercaron a las enormes puertas dobles, éstas se abrieron silenciosamente, revelando un par de elfos domésticos con elegantes trajes negros y plateados.

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