Capitulo 24

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Tenía que hacer de todo para mantenerme despierta durante el día, el dolor era bastante y eso ayudaba a que no tuviera descanso. Decidí desempacar, así gastaría tiempo hasta que fueran las diez de la mañana; aunque seguro me tardaría más de dos horas en acomodar mis cosas.
Saqué primero toda mi ropa y la colgué de nuevo en el armario, eso me llevó un poco menos de una hora. Sentía sueño, pero no debía dormirme si quería adaptarme a este horario, así que opté por llamar a Jesse. Era mi amigo desde que empecé a trabajar en fotografía, lo había conocido y desde entonces, cuando alguna oportunidad se nos presentaba a alguno de los dos allí estaba el otro apoyando.
Tecleé su número en mi móvil y esperé que sonara.
-¿_____? -preguntó, meramente sorprendido.
-Hola, Jesse -dije.
-¿No sale costosa la llamada?
-Emm... no, no si llamas de la misma ciudad -dije.
-¿De la misma ciudad? -inquirió, confundido sin duda.
-Estoy en aquí, Jess -musité.
-¿Estás aquí? ¿Tan pronto? ¿En serio?
Me reí por cómo sonaron todas sus preguntas juntas.
-Ven y te cuento -dije.
-¿Estás en tu casa? -preguntó y yo suspiré.
-Sí.
-Está bien, ya voy, espérame.
-No tengo a dónde ir -me reí.
-Cierto, ya voy -truncó la llamada y yo me dejé caer en la cama.
Jesse era el único con quien podía contar para algo, teniendo en cuenta ahora que, ya no me quedaba nadie más.
A los pocos minutos, Jesse llamó a mi puerta y cuando lo vi, no pude evitar abrazarle. Seguía igual de delgado y tan alto que me dejaba a la altura de su hombro. Tenía ese tono de piel morena que se asemejaba al oscuro de la Siena pero era mucho más claro.
-¡_____, qué gusto me da verte! -me dijo, correspondiendo el abrazo- Pensé que te ibas a quedar a pasar Navidad y Año Nuevo con Sharon -musitó, confundido.
-Sí, yo también lo pensé -bajé la mirada.
-¿Pasó algo? ¿Tuvieron problemas?
-Pasa, te cuento -lo tomé de la mano y lo introduje hasta mi casa.
Estando a la mesa, mientras tomábamos un poco de chocolate caliente comencé por algo simple.
-¿Tú sabías que Sharon tenía novio? -pregunté.
-¿Que Sharon tenía novio? ¿Cómo? ¿Después de Jairo? -preguntó, abriendo sus ojos tan grandes como pudo.
Jesse era amigo de las dos, mucho antes de que Sharon se fuera a Venecia, y desgraciadamente, Jairo, el ex novio de Sharon, era su amigo.
-Sí, se llama Joseph.
-Vaya, pues, no lo sabía.
-Ni yo -admití-. Hasta que llegué a Venecia y me topé con él.
Entonces le conté toda la historia a Jesse, no tenía ni la más mínima preocupación por que el tiempo se fuera, porque el tiempo para mí, ya no significaba nada. Además, Jesse era la única persona que me quedaba cerca, ya no tenía un mejor amigo, ni mejor amiga, tampoco había alguien que me diera flores, ni una chica que me entendiera y me aconsejara... todo se había quedado en Venecia, tan lejos de mí.
-Vaya... jamás lo imaginé -musitó Jesse, habiendo acabado de escuchar mi relato-. Parece historia de novela.
-Sí, ¿y adivina qué? La mala soy yo -musité.
-No eres la mala, _____. Te enamoraste de alguien de quien no debiste de haberlo hecho pero, nadie tiene control sobre el corazón. Hiciste algo que no deberías de haber hecho pero, fue porque lo quiso tu corazón, ¿o no?
Jesse me recordaba mucho a Ferni, siempre sabían qué decir, con una experiencia que yo no conocía.
-Pero me costó mucho, Jess, perdí a mi mejor amiga -dije, aun me dolía, la herida estaba fresca todavía.
-Sí, pero Sharon no es una mala persona, algún te perdonará.
-Eso espero -musité.
-Cambiemos de tema -sugirió-. ¿Tomaste muchas fotos? -su sonrisa extensa apareció en su rostro.
-Algunas...
-Quiero verlas, muéstramelas -dijo.
Hice un mohín, claro que tenía un buen número de fotos, pero la mayoría... me dolió el corazón, Joe estaba en la mayoría.
Me acerqué a la maleta y saqué de ella un sobre amarillo, de un grosor de dos centímetros y medio y se lo di, como no queriendo la cosa.
Emocionado, lo abrió y sacó de él las fotografías. Las primeras eran aburridas, pero luego, todas tomaron belleza. Jesse las observó una por una.
-¿Contrataste a un modelo? -quiso saber, al identificar un mismo rostro en aquellas imágenes a blanco y negro.
-No.
-¿Entonces, quién es él?
-El novio de Sharon -musité.
-¿Él es el novio de Sharon? Pues vaya que no tiene malos gustos -se sorprendió-. ¿Por qué le tomaste fotos a él?
-¿No es obvio? Él iba conmigo siempre, mi lente terminó capturándolo más de una vez.
-Además de que estabas enamorada de él.
-Quieres dejar de decir eso, ¿por favor? Eliminaré esas fotos -manoteé, como si le restara importancia, pero aun en el rostro hermoso de las fotos hacía que mi corazón latiera. Entonces confirmé que mi órgano seguía allí.
-Pero son muy buenas fotografías, _____.
-¿Y qué? No las voy a exhibir en una exposición ¿o sí? -bajé la mirada-. Esas fotografías no tienen sentido.
Jesse ignoró mi último comentario y siguió observando las fotos. Por la mirada que tenía, sabía que estaba pensando algo, pero no quería saber. Esas fotos habían sido un error, como los que he estado cometiendo últimamente.

Manual de lo prohibido (Joe Jonas)Where stories live. Discover now