23

1.3K 105 26
                                    

Día del juicio - Jaeden Martell.

— Todo esto es tu maldita culpa — menciona enojado Kenneth en el carro de la policía a un lado mío en los asientos traseros.

— ¿Qué querías que hiciera, ah? No podía evitar este juicio por el resto de mi vida ¿sabes? Y tú tampoco deberías, eres un psicópata asesino como yo, acéptalo de una maldita vez — respondo con furia, es hora de desahogarme, de todos modos terminaré preso.

— No soy como tú.

— Es cierto, eres peor que yo.

Su cara se torna pálida y en sus ojos se reina una mirada de sorpresa — ¿Qué hace la doctora aquí? Pensé que no podíamos ver a nadie — pregunta Kenneth al ver que _____ estaba parada a un lado del carro estacionado.

Giro mi cabeza y la veo. Automáticamente una sonrisa de felicidad reina en mis labios — No estoy solo después de todo ¿eh?

______ abre la puerta — Debemos hablar, Martell.

Salgo del carro y nos dirigimos a una esquina del estacionamiento — Dime.

— ¿Sabias que los padres de ____ vinieron?

— ¿Athena?

— Responde.

— Si, ¿por qué?

— Necesito que me hagas un favor.

— ¿Qué quieres?

— Los padres de _____ quieren eliminarme con medicación y terapias inconscientes, pero no pueden hacerlo, porque si lo hacen ____ sufrirá.

— ¿Qué quieres que haga?

— Le dijiste a _____ que le dirías la verdad de mi si venía a rescatarte ¿no? Pues vendrá, y le dirás todo de mi.

— Bien...

— Pero no le digas lo que yo hago.

— No diré algo que no sé.

— No te hagas el idiota que no te queda, Martell.

Río leve — Vale, vale, no dire nada. Lo nuestro está a salvo conmigo.

— No lo digas así, no salimos.

— Pero somos una pareja de asesinos, duh.

— ¡Cierra la boca! — grita poniendo su mano en mi boca.

Asiento y me quita su mano — Sorry.

(...)

— Siguiente testigo — ordena el juez.

Me levanto de mi asiento y subo al estrado.

— Diga su nombre completo y el juramento — me ordena el juez viéndome.

— Yo, Jaeden Wesley Lieberher Martell juro decir siempre la verdad y sólo la verdad.

El abogado de Kenneth se para de su asiento y me mira serio — Padeces de una enfermedad mental ¿cierto?

— Sí, al igual que Kenneth — respondo. Si caigo no caeré solo.

— Psicopatía me parece ¿cierto? — pregunta el abogado.

Asiento — Correcto.

— Dime ¿qué viste ese día del asesinato que tenga que ver con mi cliente?

— Su cliente mató a mi abuela, señor.

— ¿Tiene pruebas?

— Por eso estamos aquí en el jurado ¿o no? Por sospecha de asesinato.

Se tensa — Lo sé.

Sonrío victorioso, de esta no se salva el anciano — Se que lo sabe, abogado. No quiera defender a un asesino ¿quiere?

— Pero Kenneth no fue el único asesino ¿verdad? Uste-

La puerta se abre completamente dejando ver a _____, una sonrisa de victoria reina en mis labios. Al ver que ella saca las pistolas me pongo debajo de la mesa y los disparos empiezan. Sangre y cadaveres por todas partes, esto si es gloria, que bueno que escogí al juguete lindo y fácil de manipular.

Gritos en todas partes era lo único que escuchaba aparte de las balas, Kenneth se lanzó junto conmigo y me tapo la boca — No le digas que estoy aquí, Martell — ordena el anciano.

Como lo odio. Me quita su mano y asiento — Bien, pero me debes una.

— Si, claro.

(...)

Athena Wilson.

— Así que aún siguen vivos ¿eh? — digo con asco — debió matarlos ___ cuando pudo — digo entrando a la oficina del fondo.

Kenneth y los padres de ___ me ven con asco — Lárgate, loca ¿te recuerdo lo que hiciste a esta familia? ¡Largo! — me grita el padre.

— Oh no... hay cosas pendientes con ustedes. ¡YO SUFRÍ SU INFIERNO QUE TENÍAN PARA ____! Y ahora... ahora me vengaré de todo lo que yo sufrí por ustedes.

(...)

Jaeden Martell.

— ¡ATHENA! — grito llegando a la oficina — malas noticias, pequeña.

Al entrar veo a Athena acuchillado a los padres y Kenneth... bueno la mala noticia de que ellos habían sobrevivido ya no era un problema, ya no están aquí de seguro.

— Oh... si que tenías guardado eso ¿no? — digo relajado, no es la primera vez que veo muerte así.

— Me encubrirás ¿cierto? — dice lanzándome el cuchillo.

Lo agarro con la mano y me agacho a ver los cadaveres — ¿Qué me darás a cambio?

— Tú querías una Harley ¿no? Bueno, ____ ya es una, ¿con eso te das? Tu juguete creció para mal, y eso te gusta.

— Hecho, báñate y arréglate para que ____ tome el control de su cuerpo.

Me besa la mejilla — Te amo, asesino — sale de la oficina corriendo.

— Quisiera yo amarte... pero no puedo.

Me empiezo a manchar de sangre acuchillando más a los cadaveres. Cuando estoy listo y sucio de asesinato la puerta de la oficina de enfrente se abre, ____ viene... a actuar bien se ah dicho.

Actualidad.

— _____ lo siento... — digo sentándome a un lado de ella en la cafetería.

— No tenías el derecho de arrebatarme a mis padres así...

— Lo siento.

— Se que no lo haces, eres insensible ¿recuerdas?

— Lo sé... pero se que estuvo mal.

Me mira con ojos llorosos — ¿Qué pasó? Es decir, mi vida era perfecta, y ahora tengo todo de cabeza... esto está mal.

— Tu vida nunca fue perfecta, ____.

— ¿Qué?

— Tú cuerpo hizo a Athena por un trauma de tu niñez, y ese trauma puede que yo sepa cual fue.

— ¿De qué hablas?

Suspiro — Déjame contarte algo que podría herirte. Todo lo perfecto fue una mentira ¿sabes por qué? Porque siempre viviste un infierno, pero Athena lo vivió, no tú.

— ¿Qué sabes, asesino?

— Más de lo que debería...

— Habla.

— Déjame contarte una historia, la historia de tu vida, la historia que Athena tuvo que soportar.

Puedo ver cómo se tensa al oír esas palabras, será fuerte decirle como toda su vida "perfecta" fue una maldita mentira, lo que Athena tuvo que soportar... mierda, no será sencillo decirle esto.

____________________________
No sé porque pero me emociona que ya por fin se sabrá la verdad detrás de todo esto, por fin podré odiar y amar con ustedes, porque las respuestas vienen en camino :D

𝐏𝐬𝐢𝐪𝐮𝐢𝐚́𝐭𝐫𝐢𝐜𝐨| ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora