In another life (Obidei)

Capítulo 2

Un día soleado, un camino largo y una temperatura demasiado alta, no ayudaban en nada con la prisa de Obito por llegar a su destino, pero al menos tenía una excusa para su retraso "el tráfico era infinito", fue lo primero que se le ocurrió y en partes era verdad, pasó 20 minutos en el taxi atascado en la pista junto a los demás vehículos, tuvo tiempo hasta para reflexionar sobre la vida y darse cuenta de que no quería estar sin su abuela, fue ahí cuando se arrepintió de salir de casa.

-Abuela.

-¿Si?

-Tú vas a estar conmigo ¿cierto?

-Pues claro que sí, hasta hablar con tu maestra para que te deje ingresar a tu salón.

-No me refiero a eso, me refiero a que si vas a estar ahí acompañándome en mis clases. ¿verdad?

-Obito, mi edad ya pasó como para asistir al kínder ¿no crees?

-Pero puedes ayudarme y estar ahí para mí, habla con la maestra para que también te deje entrar ¿siiiii?

-Jajajaja, mi niño, ¿crees que en todos tus días debo acompañarte? yo también tengo asuntos que atender ¿sabes? Además, estoy segura que encontrarás buenos amigos que te acompañen.

-¿De qué me sirve eso?, ellos no son tan sabios como tú, ni siquiera deben saber su propósito en la vida, abuela.

-Ah sí, ¿y tú si lo sabes?

-Por supuesto, ya lo hablamos antes.

-Jajaja ay Obito, aun te falta mucho que aprender.

Tras un largo camino y una buena charla, finalmente llegó, una hora atrasado pero llegó, entró con timidez sin despegarse de su abuela, quien iba a hablar con su profesora sobre el motivo del atraso. Una vez resuelto el asunto su abuela se despidió dulcemente de Obito a lo que él le respondió con una sonrisa fingida, pues estaba muy asustado de quedarse solo sin su abuela. La maestra lo dirigió al salón mientras lo iba tranquilizando, pero lo único que escuchaba era cómo los latidos de su corazón se aceleraban y cómo su respiración empezaba a cortarse, entró al salón y se sentó en lo más profundo de la clase, aislándose de los demás, estaba a punto de llorar cuando alguien tocó su hombro por detrás.

-Disculpa.

-Eh.

-¿Estás bien?

Era hermosa, la niña más guapa que había visto en su vida, su cabello rubio, sus hermosos ojos color cielo que lo miraban, su voz melodiosa, su ropa, un poco varonil para ser mujer pero eso que más daba, era perfecta.

-Oyeee, ¿estás escuchando? ¿Todavía no puedes hablar o qué?

-Eh ah s-si si ah si.

-Ahhh ¿qué?

//Idiota, esto no te enseñó tu abuela, qué te está pasando, ¡Di algo!//

-Ah no, quiero decir, obviamente se hablar, ¿tú sabes hablar?

-...

//Creo que es bastante obvio que si sabe, en qué me acabo de meter, esto no es lo que esperaba, ¡Necesito a mi abuela!//

-Pfff JAJAJAJJAJAJAJA.

-Eh, ah ¿de qué te ríes?

-Lo siento, es que eres muy gracioso, tu cara se puso roja y estás temblando, ¿de verdad estás bien?

//No, no estoy bien, mi abuela me dejó y acabo de hacer el ridículo enfrente de una niña hermosa ¡Cómo crees que voy a estar bien!//

-Sí, estoy bien.