Capítulo 3

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"Your smile like sunshine, that allows me to breathe

I can feel it even though I can't see it"

- Your Name, WANNA ONE

Donghyuck entró tan rápido a su tienda que casi se le caen los lentes, quedándose paralizado al sentir de golpe el dulce aroma que lo había llamado en primer lugar, su lobo aulló y el tuvo que reprimir sus ganas de gritar mordiéndose el labio infe...

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Donghyuck entró tan rápido a su tienda que casi se le caen los lentes, quedándose paralizado al sentir de golpe el dulce aroma que lo había llamado en primer lugar, su lobo aulló y el tuvo que reprimir sus ganas de gritar mordiéndose el labio inferior porque ¿qué clase de impresión le dejaría a su pareja destinada si llegaba haciendo un espectáculo cual salvaje? No una muy buena, se atrevía a pensar. Se dedicó a observar la menuda figura de un hombre, de espaldas a él, apoyado en el mostrador mientras escuchaba el parloteo incesante de su mejor vendedor.

- Hyuck, hombre.- Gritó Chenle al escuchar el ruido de la campana que indicaba que alguien había ingresado al local 61 del centro comercial.

El alto tuvo que tomar aire y tragar pesado, avergonzándose cuando el cliente se dio la vuelta, pues estaba seguro que se daría cuenta que le estaba mirando el trasero. ¡Y es que, qué culo, por Dios!

- Este es el tarado del que te hablaba- Le comentó el de sonrisa gatuna al chico que ahora tenía sus preciosos castaños ojos fijos en él. - Te prometo que puede arreglar cualquier cosa, menos su cabello, claro está.

¿Sería una broma? ¿Una jugarreta del destino? ¿Estaría soñando todo esto? Porque la persona que estaba parada frente a él era probablemente el chico más guapo que hubiese visto en su corta vida. Bajito, con un cuerpo lleno de curvas en los lugares adecuados, muslos de ensueño, trasero de muerte. Piel brillante, blanca, lisa y delicada contrastando con su cabello rojo, sus ojos castaños delineados con tinta negra y sus finos labios rosados rogándole ser besados. Olía a fresas y vainilla, a que se había tomado un café con mucha azúcar y su lobo se estaba volviendo loco por acercársele. Por otro lado, el tipo lo miraba con una expresión que no supo descifrar, sus delicadas manos sosteniendo fuertemente un bolso donde probablemente iba su portátil.

- Bastardo, no te quedes parado ahí, el chico necesita arreglar su jodido computador portátil y ese es tu trabajo.

Salió de su trance con aquellas palabras y caminó sonrojado hasta el mostrador, entrando y quitándole el puesto a su compañero, llevando la mirada gacha, con miedo de seguir observando al chico y acabar haciendo el ridículo. ¿Qué se supone que haría ahora? No tenía idea de cómo proceder, estaba parado frente a su pareja destinada y no estaba haciendo ningún contacto visual con él. Sólo veía detenidamente sus bellas manos, asombrándose por lo bien esculpidos que estaban sus dedos finos y largos. ¿Debía hablarle de cómo se estaba sintiendo? Quizás invitarlo a salir o a dar un paseo, pedirle su número, algo, cualquier cosa. ¿pero, lo habrá sentido él? ¿Por qué no le decía nada? El silencio se le hacia incómodo y tenía calor, mucho calor.

-Bueno, estoy aquí porque mi computadora no arranca y la necesito para trabajar- Le extendió el bolso incómodo, tampoco sabiendo dónde mirar. El tipo alto lo estaba ignorando y a su lobo le estaba molestando.-Me dijeron que tu podrías echarle un vistazo y decirme que sucede.

the way u are - hyuckrenWhere stories live. Discover now