Epílogo

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"You waited for a long time hello, my soul mate

Everything's turning like you

Tied by a transparent knot

We cannot leave this place even for a second"

—Soulmate, ZICO.

Epílogo

Estaba nervioso. Muy nervioso, tanto así que sus manos sudaban como cuando era un adolescente un poco pasadito de peso y tocaba evaluación nutricional en la escuela por que Huang Renjun, no está bien que te hagas el lindo con la anciana de la pastelería para que te de bollos de crema, tu informe dice que subiste dos kilos. Hacía una semana exactamente que Donghyuck había abierto sus ojos, y decir que su humor había mejorado desde aquello la verdad sería mentir, claro que estaba jodidamente feliz, no lo malentiendan, su actitud había cambiado un poco, ahora comía, se bañaba, incluso sonreía, además de estar inesperadamente meloso (cosa que casi hizo a Jisung atragantarse con el bubble tea que estaba bebiendo cuando entró a la habitación y se encontró con el chico dándole la sopa al alfa y limpiando la comisura de sus labios con un dulce lenguetazo) pero su relación con el personal de salud del recinto iba de mal en peor.

El cuerpo del alfa estaba en excelentes condiciones. De hecho, sus heridas habían sanado incluso antes de que saliera de su estado de coma, debido a su condición de cambiaformas. Eran más resistentes, más fuertes, y sus cuerpos se curaban con más facilidad que los humanos comunes, y quizás era por eso que el tipo había sobrevivido a la herida de bala en primer lugar. Era cierto que, sin embargo, Donghyuck estaba lento, un poco desorientado los primeros días y se sentía más débil, pero bueno, a cualquiera le pasa luego de pasar tanto tiempo recostado en una incómoda camilla, conectado a ruidosas máquinas y alimentándose de suero, que es básicamente agua con sales y azúcar.

—¿Renjun? Te hacía en la habitación de Lee. - La voz de su representante lo sacó de sus pensamientos justo a tiempo para evitar que se mordiera las uñas.

Estaba parado en medio de una especie de Lobby, a pasos del mesón de informaciones, revisando la hora en su móvil de forma casi patológica.

—¿Cómo es que no estás gruñéndole a la paramédico de la sala? Es hora de sus curaciones. - Sonrío chulesco Jisung, molestándolo.

Bien si, a lo largo de todo ese mes el pelirrojo se había transformado en un bastardo insufrible y posesivo. No le gustaba para nada que viniera esa tal Rosé a la habitación, no cuando el mismo podía ayudar a Donghyuck a ir al baño a ducharse, lavarse los jodidos dientes o revisar si las cicatrices seguían desapareciendo. Tampoco le caía bien ese nutricionista extranjero que le hacía ojitos y le traía un postre extra porque Ese cuerpazo no puede mantenerse sólo a base de sopas, ¿no? Bastardo, ni siquiera le importaba la presencia del omega en la sala, paseaba su plano culo japonés de un lado a otro, tratando de seducir al alfa que ni siquiera parecía estar realmente consciente del descarado flirteo del tipo ese, y le respondía regalándole esa linda y boba sonrisa que Renjun quería monopolizar, porque esa sonrisa era suya, joder. Lo había decidido desde que la vio meses atrás en una de sus salidas, quería ser el único que lo hiciera genuinamente feliz y ese tipo de apellido que sonaba a personaje secundario de un anime de bajo presupuesto y nombre impronunciable le tocaba los cojones y lo tenía a un pelo de cambiar, mierda, sus ojos rojos brillaban de forma peligrosa nada más olerlo y la última vez que se atrevió a mirar a su novio como si fuese un trozo de carne para luego decir una bobada que lo hiciera reír tuvo que agarrarlo Mark para no terminar en prisión por comerle la yugular al hijo de puta.

Y la verdad de las cosas es que el alto lo hacía a propósito, porque las mejillas rosadas de Renjun inflándose, ese puchero descontento y sus gruñidos bajitos eran todo un espectáculo. Al principio pensó que era debido a su Lobo, por muy omega que pudiese ser el bajito, estaban destinados y no estaban enlazados aún, sólo eran novios que jamás habían tenido una cita oficial y ya habían pasado mucho tiempo separados sin poder más que besarse fugazmente de vez en cuando, y cada vez menos frecuentemente desde que la señora Kwon, la enfermera en jefe del piso, los había encontrado encerrados en su pequeño baño con la cabeza del pelirrojo entre sus piernas. Pero luego de una visita de Chenle, decidió que quizás su mejor amigo tenía razón entre toda su cháchara de doctor corazón y además de la instintiva necesidad de estar juntos, el chico bajito lo quería, se sentía culpable por su condición y extrañaba poder demostrarle con acciones lo mucho que deseaba estar juntos. Además, admitía que el también estaría hecho una fiera si hubiese tanto ser descarado insinuándosele a su chico, eran celos totalmente justificados dado que el personal del hospital literalmente pasaba del culo de Renjun y le coqueteaban allí mismo, frente a sus bonitos ojos castaños.

the way u are - hyuckrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora