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C A P I T U L O  XXVII

- Cachetes, deja esa cosa horrorosa en el suelo

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- Cachetes, deja esa cosa horrorosa en el suelo. - Le había dicho con una mueca asqueada, observando al menor agachado en medio de la calle mimando a un pequeño gatito. - Te va a contagiar sus gérmenes.

Izuku rió levemente, girándose para encararlo y levantándose con el animal en brazos. - ¿Pero qué dices? Es adorable. Mira, se parece a ti.

Se acercó rápidamente, extendiendo sus brazos para que el animal estuviera a centímetros de su rostro. Katsuki abrió mucho los ojos, frunciendo el ceño y alejando al animal de un empujón. A lo que, por instinto, el gatito había enseñado sus dientes bufando agudo y rasguñándole en el proceso. Soltó un chillido asustado y miró al animal espantado, mientras tanto Izuku abría mucho los ojos.

- ¡Gato del demonio! - Midoriya comenzó a reír a carcajadas, soltando al animal cuando se retorció en sus manos y le miró huir rápidamente. - No te rías, pedazo de mierda.

- Ya Sempai~ sólo fue un rasguño. - Tomó su mano herida aún con la sonrisa burlona en su rostro y depositó un suave beso en el dorso, justo ahí, donde tres líneas chuecas se tornaban rojizas. - ¿Le duele mucho?

Bakugo le observó en silencio, sintiéndose tranquilo de pronto. Los ojos verdes del pecoso le miraban curiosos, ladeando la cabeza y sonriendo dulcemente. Todavía sostenía su mano y acariciaba lentamente las heridas con su pulgar.

Perverso.

- Ajá. - Murmuró agitando la mano con una mueca incómoda, a lo que Izuku comprendió rápidamente, soltándole. Aclaró la garganta y reacomodó las correas de su mochila deshilachada sobre sus hombros. - Yo... T-tengo. - Volvió a aclararse. - Me largo.

Le empujó con un poco de fuerza haciéndole a un lado, provocando que Izuku se quejara en un susurro y sobara su pecho mirándole avanzar rápidamente.

- ¡Te un buen día Sempai! - Aceleró al escucharle.

 - Pero, ¿lo hiciste? - Mina había preguntado distraídamente, mientras mantenía sus ojos enfocados en la pantalla del televisor, donde un videojuego se encontraba en curso

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- Pero, ¿lo hiciste? - Mina había preguntado distraídamente, mientras mantenía sus ojos enfocados en la pantalla del televisor, donde un videojuego se encontraba en curso.

Había ido a casa de Hanta para, por lo menos, dejar de sentirse miserable, encontrándose con Ashido jugando contra él a Mario Kart en su habitación. Como siempre.

- No puedo. - Habló con el rostro escondido en la almohada de su amigo. - Es inútil.

Mina pausó el juego y se giró a mirarle. - ¿Te rendirás? ¿Así de fácil?

- Sí.

- ¿A caso no tienes huevos?

- ¡Minaa! - Encogió los hombros al escuchar el regaño de Hanta. - Pero sí, tiene razón. No deberías rendirte tan pronto, a Izuku le gustas, sólo es cuestión de que tú vayas a segunda base.

- ¿Por qué yo? - Ladeó la cabeza mirándoles con un ojo.

- Es obvio Katsuki, porque Izuku es el de abajo. - La chica pareció pensarlo y luego achicó los ojos. - Ahora que lo pienso... Tú, con esas piernas y esa cara de niña podrías serlo.

Bakugo salió de su escondite y sentándose como los indios le miró ceñudo, intercalando los ojos entre el par frente a él sentados en el suelo.

- No, Katsuki tiene la apariencia pero no la actitud. - Comentó Hanta con una mueca pensativa. - Además, los dotes de Midoriya no pueden ser desperdiciados.

- ¿A que sí? - La chica le miró con ilusión. - Izuku fue creado para serlo.

Sero asintió de acuerdo y Katsuki les miró confundido.

- ¿De qué mierdas hablan?

- Izuku es el pasivo y tú por ser el activo debes dar el siguiente paso. - Contestó Hanta. - Es bastante obvio Kat... Pero si decides ser el pasivo te seguiré queriendo igual.

- No tengo ni puta idea de lo que dijiste.

Mina rió con ganas. - Sólo da el siguiente paso. Sé hombre y afróntalo como tal. Ya me tienen harta con tanta mamada.

- ¡Ashido Mina! - Hanta volvió a reñirle y luego se dirigió a Katsuki. - Pero sí, dejen las mariconadas y follen de una vez.

Mina soltó una estruendosa carcajada al ver el rostro enrojecido de Katsuki y sus ojos tan abiertos, como si le espantara la idea.

Mina soltó una estruendosa carcajada al ver el rostro enrojecido de Katsuki y sus ojos tan abiertos, como si le espantara la idea

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@KCXMOON

𝗦𝘄𝗲𝗲𝘁𝗶𝗲 ♡︎♡︎ ᵏᵃᵗˢᵘᵈᵉᵏᵘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora