Nuestra Encrucijada

¿Tenías algún propósito?

Eran las seis de la mañana cuando Ryoga despertó sobresaltado por aquel sueño desconcertante, solo se puso una mano en la cabeza para poder recordar bien lo que había visto, no pasó mucho para que se disponga a levantarse.

- ¿Qué me habrá querido decir? - dijo Ryoga al salir de su tienda - aún es muy temprano, debería preparar mi desayuno - luego de que vaya a buscar los materiales en su mochila para hacer algo de comer escucha el viento silbante, en ese momento se percató de algo que venía a máxima velocidad.

- ¡Ryoooooogaaaaa! ¡Te reeeto a un dueloooo!

Fue entonces demasiado tarde para poder reaccionar, una patada voladora llegó al rostro del chico perdido. Para cuando alcanzó a ver quién era, Ryoga estaba en el suelo.

- ¿Q-qué? ¡¿Ranma?! - esto era un tanto inexplicable desde la mente del chico.

- ¡Lo siento tanto! Pensé que me viste llegar - Ranko ayudó a Ryoga a incorporarse de nuevo.

- Ranm... Ranko, quise decir... ¿Por...?

- ¡Ryoga, te reto a un duelo!

Ryoga estaba realmente confundido, ver que de la nada llega un pie a tu rostro y además que te reten a un duelo, sobre eso está el hecho de que te rete alguien que confundiste por pacifista, todo esto era inesperado, y ni hablar de la ropa china que llevaba Ranko, no era tan revelador, pero resaltaba su realmente dotado cuerpo y se había amarrado una coleta.

- ¿cómo has estado? ¡NO! ¡¿Por qué llegas así?! ¡¿No te enseñaron modales?! - Decía un furioso Ryoga.

Ranko estaba algo nerviosa y arrepentida - P-pero... Esto... bueno... - en eso momento recordó algo - Creí que estaba bien, tú siempre lo hacías - dijo con la cabeza agachada.

Ryoga se paralizó, pero se recompuso inmediatamente y empezó a refunfuñar - eso era diferente, tú siempre has sido bueno-buena escapando o esquivando - dijo de brazos cruzados - ¡esto no me dice nada! ¡¿Por qué de repente quieres un duelo?!

La pelirroja levantó la cabeza y dijo - No me digas que olvidaste mis palabras de ayer, no importa ¿estás preparado? - preguntó mientras se posicionaba para el combate.

- ¿Estás... segura? (aunque lo diga así, su patada me dolió un poco, talvez estoy oxidado).

- Completamente - dijo entusiasmada.

Ryoga rápidamente se posicionó y señaló que podía venir con todo. A velocidad de la luz, Ranko, logró conectar un gancho derecho con el estómago de Ryoga, esto hizo que el chico se incline de dolor y expulse todo el aire, dejándolo sin aliento, pronto llegaron más golpes, golpes incesantes y bien coordinados por toda su caja torácica, todos hacían estremecer su cuerpo. Él no podía dejar que la batalla termine tan pronto y trató de defenderse, pero de un segundo a otro, la pelirroja que estaba frente él, apareció encima de su cabeza con una patada descendente, por poco lo esquivó yse apresuró a pensar un plan de batalla.

Por otro lado, estaba la autonombrada Ranko, que había levantado algo de polvo con su ataque mortal, estaba tan entusiasmada y entretenida por saber que su rival aún era duro como una roca, su cuerpo esperaba con ansias una batalla con su antiguo contrincante, no dejó que los segundos pasaran para poder volver a enviar otra ráfaga de golpes. Por ahora Ryoga solo podía defenderse, esperando la oportunidad para contraatacar, recibiendo tantos golpes como podía, llegó a patear una gran roca en contra de su enemigo, al menos una como distracción, esto le permitió hacer su truco tan querido, el truco de la explosión liberó esquirlas de piedra que viajaban velozmente por el aire, ninguna acertó al enemigo, las que se habían acercado al objetivo, o eran esquivadas fácilmente o eran redireccionadas. Ryoga se concentró un poco y canalizó ira en otra técnica, lanzó su rugido del león, pero esta fue aplacada con otra técnica que era más fuerte que la suya, esta energía dorada lo mandó a volar, cayó sobre una casa. Ranko pensó que Ryoga trataba de huir, así que lo siguió y cuando lo encontró, él estaba parandose de manera un tanto miserable, sin embargo, se paró en posición de combate y arremetió con todas sus fuerzas, aunque intentara acertar un golpe, este no acertaba, duró exactamente una hora para cuando Ranko hizo un barridode pierna rápido el cual lo hizo caer. Ryoga se paró de nuevo, tenía cansancio y muchos raspones, una vez más intentaría su técnica del rugido del león con su carga completa que se había producido con la impotencia que le generaba no asestar ningún golpe, no se pudo realizar tal técnica, Ranko con un golpe bien realizado en el cuello lo dejó fuera de combate, lo había noqueado.