📝 𝟴º 𝓬𝗼𝗻𝗱𝗶𝗰𝗶𝗼́𝗻 ꒱ྀ ‧₊˚

1.7K 196 17
                                    


La castaña salió del baño, ya duchada. Ahora era una persona nueva, pues ahora su pelo estaba bien peinado, llevaba ropa limpia y se le veía mejor cara.

-Ya he terminado...- Dijo ella entrando al salón con la toalla entre su nuca y agarrándose de las paredes para no caerse.-

-¿No te he dicho que me llamaras? - Cuestionó con el ceño fruncido el rubio y levantándose del sofá para ir a ayudarla.-

-No te preocupes, ya me encuentro mejor, esa ducha me ha dejado como nueva.- Aseguró con una sonrisa de lado a lado.-

Ambos fueron a la habitación. Una vez allí (con la ayuda del oji rubí), ella se tumbó en la cama y este le tomó la temperatura de nuevo. Pese a que fuera mínimo, su fiebre bajó.

El de cabellos puntiagudos miró su reloj de mano. Vio que debía ir a su cuarto, pues el toque de queda estaba a la vuelta de la esquina. Cuando ella lo agarró de la mano.

-No te vayas, por favor...- Susurró ella con los ojos entrecerrados por el cansancio.-

-¿Por qué? - Cuestionó él, tratando de disimular su felicidad por la acción de la castaña.-

-No quiero quedarme sola... ¿Puedes dormir esta noche conmigo...? - Murmuró la oji violeta.-

El rubio hizo una pequeña mueca tratando de disimular la pequeña explosión de emoción que dio lugar en su interior.

Chasqueó su lengua, miró a otro lado y finalmente dio su meditada respuesta.

-Deja que vaya a cambiarme...- Respondió con el ceño fruncido.-

(...)

-¿Así estás cómoda? - Preguntó el rubio tumbado al lado de la chica.-

-Espera...- Contestó ella.-

Esta rodeó sus brazos en el chico, haciendo así que el corazón del chico se acelerara. Pese a que se sorprendió y estaba algo molesto por la confianza que ella se había tomado, no iba a quedarse atrás

Él también rodeó su cintura con sus fuertes brazos de una manera delicada mientras apartaba su cara de la vista de ella, para que no pudiera ver su obvio sonrojo.

Lo que él no sabía era que ella estaba igual o peor. Su corazón estaba fuera de control, además no podía parar de temblar por los nervios.

Disfrutaba tanto la compañía del chico furioso...

-Katsuki... eres cómodo.- Susurro la chica agarrándolo con fuerza.-

El corazón del rubio se aceleró por un segundo al oír aquellas sílabas salir de los preciosos labios de la peli morada.

-Tú también, idiota...-

Pese a que estaba escrito en su contrato que no podía llamarlo de aquella forma, no le importó, de hecho hasta le agradó.

Por primera vez se arrepintió de haberla engañado para hacerle firmar ese estúpido contrato, el cual los acercó más que nunca.

Y aquello hizo que los dos sintieran cosas desconocidas el uno por el otro. El rubio sí sabía lo que era: estaba enamorado de ella.

Por el lado de ___ aún no sabía qué nombre ponerle, estaba confusa, pero aquello no le impidió disfrutar de aquella acogedora y romántica noche

Así es como fue quebrantada la octava condición.

Condición 8

Para referirse al susodicho, deberá usar los honoríficos: mi señor, amo o señor Bakugo. Nunca por ningún otro pseudónimo ni sustantivo, y mucho menos su nombre de pila, a menos que la situación lo requiera

 Nunca por ningún otro pseudónimo ni sustantivo, y mucho menos su nombre de pila, a menos que la situación lo requiera

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sí, sé que este capítulo es muy corto, pero sé que no hace falta más para que les guste ;). Na mentiras. Creía que no hacía falta escribir más para que se supiera que las condiciones se estaban rompiendo y se están enamorando el uno del otro, ¿O no?

El próximo será un poco más largo, aunque seguirá siendo corto. No les diré de que trata ¿Por qué? Simple, me gusta el hype jaja.

Sin nada más que decir, me despido. Nos vemos el miércoles con la novena condición

Naia

爆勝 | 📝 𝒬𝗨𝗘𝗕𝗥𝗔𝗡𝗧𝗔𝗡𝗗𝗢 𝒞𝗢𝗡𝗗𝗜𝗖𝗜𝗢𝗡𝗘𝗦, 𝗯𝗮𝗸𝘂𝗴𝗼 ‵ ꒱ྀ ‧₊˚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora