SLYTHERCLAW Y HUFFLEDOR 2

Nada especial....

Una pulsera, son solo pedazos de hilos trenzados con piedras y dijes...¿por que sería especial?.

¿Por que son regalos comunes entre la gente?

¿A caso no hay alguna otra cosa que sea más especial?

Eso pasaba por la mente de el padre de Slytherin el día que sus amigos le habían regalado 3 pulseras que ellos mismo habían hecho por su cumpleaños.

-En serio aceptas estas estupideces de "regalos"- le gritaba en la cara mientras tiraba las 3 pulseras a la chimenea.

-NO!!- gritó Slytherin.

-Que?- dijo serio su papá y se alejó de la chimenea- A caso eran de valor para ti?, eres tonto o que?- dijo y lo empujó.

-Cariño, creo que ya es suficiente, porfavor- Su madre se interpuso, el padre de Slytherin solo suspiro y bajo la mirada en forma de rendición.

-Mira hijo, esto solo hago para que entiendas que en esta vida hay niveles...- fue lo único que dijo y se retiró de la sala de estar.

-Slytherin... lo lamento hijo- decía su madre mientras se acercaba a abrazar a su hijo.

-Lo detesto..- dijo entre sollozos en el hombro de su madre.

...Al día siguiente...

-Hola Sly!- saludaba alegremente Ravenclaw.

-Como estás serpiente?- saludó Gryffindor.

-Quieres brownies?- le ofreció amablemente Hufflepuff.

Sus amigos lo habían recibido con una gran sonrisa, la cual desapareció en unos segundos.

-Y tus pulseras?- preguntó Ravenclaw al ver su brazo vacío.

-Oh yo...-Slytherin no quería hablar de el incidente con su padre el día anterior.

-Las perdiste?- Preguntó Gryffindor, por su tono de voz y su mirada se notaba que se estaba molestando.

-Emm..Si, las perdí..- dijo Slytherin sin interés lo cual no fue muy bueno.

-Que!!??- exclamaron sus tres amigos sorprendidos y ofendidos.

-Acaso eran una broma para ti??- decía molesta Hufflepuff.

-Que?- Slytherin Estaba muy confundido, ellos eran sus primeros amigos cercanos, por lo que el no tenía idea de que había hecho mal.

-Te las dimos ayer y ya las perdiste, no pudiste ni durar esta semana con ellas?- Ahora hablaba Ravenclaw.

-Y dices que las perdiste como si nada, imbecil- hablo por último Gryffindor.

-Y por que demonios se molestan?, las perdí fue solo eso, a cualquiera le puede pasar!!- se defendió molesto.

-Si, pero unos días después no al día siguiente-se quejaban los tres.

-Ay ya cállense, no eran muy importantes...- al instante Sly se dio cuenta de lo que había dicho, las palabras que había dicho su padre el
Día anterior, esas palabras que el odio escuchar, ahora salían por su boca.

-En serio?- se escuchó la voz decepcionada de Ravenclaw.

-Vaya... que buen amigo..- hablo Gryffindor y se retiró de ahi, Ravenclaw también tomó sus cosas y se retiró.

-Por...por que dijiste eso?- preguntó Hufflepuff, tomó sus brownies y demás cosas, bajo la mirada y siguió triste a sus amigos.

...2 semanas después...

-Hola Hufflepuff y Gryffindor, Ravenclaw está en la cocina- saludaba la madre de Ravenclaw mientras caminaba con ellos hacia la cocina.

-Hola chicos, quieren limonada?- preguntó Ravenclaw, sus amigos asintieron.