A Goddamn Furry's Fantasy | One shots Garycato

Quinn

Yo, Gary Goodspeed, puedo asegurar con certeza que, Avocato, está celoso de mi novia.

Suelo sentarme a observar sus reacciones la gran mayoría del tiempo; cuando abrazo a Quinn, cuando beso a Quinn. Sé que está mirándome por el rabillo de el ojo, siempre lo siento ahí. Por favor, no soy estúpido. 

Sus ojos mercuriales están atentos a la mayoría de las cosas que ocurren a su alrededor, sus orejas se mueven ligeramente ante cualquier tipo de pequeña perturbación en el aire, o movimiento. Puedes rozarlas, estar a solo unos centímetros de ellas y aún así, se sacudirán por mero instinto.

Oh Avocato, no engañas a nadie con esa actitud de hombre duro. Cato. De Cato duro. 

Me muerdo el labio de solo pensar en las provocaciones por las que puedo hacerte pasar.

Allí estaba él, entonces, Avocato sentado en el sillón, y Gary mirándolo fijamente a la distancia.

— ¿Pasa algo?— preguntó el hombre gato. La voz con la que entonaba cada palabra hizo estremecer al primate.

— ¿Por qué tendría que estar pasando algo?— ronronea él con una semi sonrisa. Hasta entonces, se apoyaba contra la pared a brazos cruzados.

Avocato solo rió entre dientes, y ladeando la cabeza palmó su regazo.
— Quinn no está.— dijo sin mirarlo.

Gary, obediente y sin decir nada, abandonó su posición principal para aproximarse a un ritmo tranquilo y sentarse sobre el cuerpo del peludo minino. Una rodilla a cada lado.
Rodeó el cuello de Avocato.

— ¿Me dirás que tan celoso estás? — ronronea el rubio, sintiéndose cada vez más cerca del cuerpo ajeno. Justo cuando las manos del Ventrexiano rodearon sus caderas y lo jalaron para apegarse el uno contra el otro, fue cuando soltó un silencioso y picarón suspiro.

— Tal vez no lo suficiente. ¿Me amas más que a Quinn, no?— susurra Avocato. Ambas bocas se rozaban entre sí.

Gary, en silencio, apretaba suavemente el pelaje de su compañero entre sus dedos, no jalaba de él, disfrutaba su calidez. Sonrió un poco más.

— Contesta— lo escuchó decir.

— ¿Es una orden, mi general?— Entrecerrando los ojos, Goodspeed lamió lentamente los labios de el minino.

Supo que la paciencia de Avocato iba llegando a su mísero límite cuando el agarre con el que rodeaba sus caderas se hizo más fuerte, y entonces lo sentó de el todo sobre él.

— Lo es — Contestó el Cato azulado.
Ambos se miraron a los ojos, y por fin después de tanta asquerosa tensión, devoraron sus labios en un candente beso sobre el sofá. Se oían suspiros, pequeñas risitas burlescas por parte de Gary, y uno que otro gruñido que soltaba el de ojos amarillos en señal de protesta a las burlas.

— Te amo más que a Quinn, Avocato. Pensaba que lo tenías claro. Pero puedes estar todo lo celoso que quieras, ahora disimula, ella ya viene.— Un último beso en la blanca y peluda mejilla del minino, y se puso de pie.

Lo último que vio el de iris acarameladas fue a Gary recibiendo a la ex servidora de la Guardia infinity con un dulce abrazo.
Se levantó de el sofá, y caminó fuera de allí, perdiéndolos de vista.

Tal vez su Gary no estaba siendo sincero con Quinn, ni con él. Pero estaba bien con eso.

Ambos estaban bien con eso.

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Hola a todos, soy margo, en esta oportunidad les traigo un nuevo corto escrito.

Próximamente habrán más junto a mi compañerx de escrituras actual: Berserker-

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