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—¿Cómo que no puede hablar?— pregunto serio Sukuna.
—Lamentablemente es cierto…— el doctor se quedó con cara sería, pensativo, mirando atrás de la puerta de la habitación donde estaba Sakura.
—Necesito verla— dijo Sukuna, queriendo terminar la conversación, pero una mano en su hombro le hace detenerse y mirar al hombre.
— La paciente Sakura se encuentra en cuidados intensivos, no va a requerir visita hasta que se le afirme que esté en mejor estado.
—¿Me está ordenando?— dijo Sukuna, intentando intimidar, estaba harto que le manden que cosa hacer, el solo quería ver a su mujer.
—Aver Itadori-san— el doctor se sacó sus lentes, sobando sus sien, Sukuna se quedó petrificado, ¿Quien mierda le había dicho su apellido? —Se que está "preocupado" por la paciente, pero entienda que está en cuidados intensivos, está delicada.
—¡¿QUIEN MIERDA LE DIJO MI APELLIDO?! — comenzó a avanzarse hacia el doctor, en el caso del doctor solo mantuvo una cara relajada, no caería en la rebeldía de una persona menor que el.
—Seguridad— Dos hombres agarraron por atrás a Sukuna y se lo llevaron.
—¡JURO QUE SI ME ENTERO QUE PLANEAS SEPARARME DE ELLA, TE MATO HIJO DE PERRA!—el grito de Sukuna resonó por el pasillo, desapareciendo de la vista del hombre.
El doctor solo sonrió, se puso sus lentes y volvió a la habitación donde se encontraba Sakura.
—Todo resuelto Sakura-chan.— Sakura al escuchar la voz, voltio aver a quien creía su salvación, le mostró una sonrisa y las lágrimas no hacían falta, en verdad, estaba agradecida que el doctor Suguru le haiga ayudado.
Hizo el intento de hablar, pero el dolor en su garganta estaba presente todavía.
—No hagas el intento, no tienes que esforzarte, ahora, tenemos que sacarte de aquí, y mandar a Sukuna a la cárcel— El doctor se sienta al lado de Sakura, ve como la mano de la nombraba temblaba, agarra el cuaderno y el lápiz que anteriormente le había dado.
