El festín

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Bueno, hola ¿cómo están?

Solo paso levemente por aquí, para comentarles que subiré los capítulos seguidamente hoy, así que espero y disfruten de la historia. Otra cosa que les quiero mencionar es sobre el epílogo, habrá un espacio un poco largo, para luego dar parte a una parte del final de la historia, que pueden si quieren o no, tomarla como el final original de la historia.

Nos leemos pronto, tal vez.






Michel me tenía a un lado del salón de hotel. Sabía que era uno hotel por la infraestructura, y también sabía que no habría salido de este lugar. Parecía que en cualquier momento se caería. El lugar no era estable, era un lugar como para alguien como Michel.

—¿Listo? —preguntó.

Mi mano seguía sangrando, solo esperaba que mi cazador no supiera cual fue el motivo de todo ese numerito. Esperaba que Hana se haya dado cuenta de toda la situación, para que me viniese a buscar, ¿o me dejarían morir?

Me levanté cómo pude, e intenté caminar. No dejaría que me mate tan rápidamente. No así.

Michel caminó hacia mí, me miró por unos segundos, para luego empujarme hacia el otro lado del salón. Mi cuerpo dolía enormemente, que me sentí culpable de haber sentido tanta felicidad los días pasados. Tal vez esto era parte de la paga. Pero ¿por qué he de morir así? La mayoría de personas desean morir felices, pero para los que no tenían la elección de elegir ¿qué podían hacer? ¿en dónde estaba yo?

—¿Te dolió? —preguntó con burla.

Musité algo entre dientes; Michel lo tomó como muestra de dolor.

—¿Por qué no acabas con esto de una vez? —pregunté—, ¿o me quieres desangrar con golpes?

Esperé su respuesta, pero no dijo alguna oración.

Michel caminó hacia la entrada del salón; me sobre puse como pude, y me apoyé en la pared, si intentaba caminar me caería, y eso es lo que menos quería. Michel apareció en un abrir y cerrar de ojos a mi lado. Me sostuvo de la mandíbula, para hacer que lo viera a los ojos. ¿Por qué todos los cazadores eran así de insensibles?

—¿Pensabas irte a algún lado? —preguntó.

Sujeté mi navaja con fuerza, y no pensé dos veces, y se lo incrusté en su rostro. Michel sonrió para sí, no le había pasado nada. Mi navaja se había partido en dos, ya no tenía con que defenderme. Este sería mi lugar donde acabaría todo.

­—Puedes correr todo lo que quieres, pero te aseguro que, de igual manera, no habrá lugar en el que puedas esconderte, ni tus abuelos podrán ayudarte, y es peor si lo intentan ­—comenzó—, mientras más personas se entrometan entre nosotros dos, peor será el resultado.

—No hay nosotros —espeté.

Michel sonrió.

Me sentí mucho más estable, si no lo intentaba ahora, no podría tener una oportunidad más. Esperé a que mi cazador se girase, y corrí, pero no era suficiente, yo era un simple mortal y él era una bestia deseosa por la sangre.

—¿Acaso pensaste que todo sería así de fácil? —cuestionó—, niño estúpido.

Me volvió a tirar contra la pared, pero al ser la distancia menos larga, el impacto no me dolió del todo. Me quedé en el suelo, intentando retomar la respiración a grandes bocanadas de aire.

✧ our lost summer» TXT; taegyu  ✧Where stories live. Discover now