"-¿Crees que algún día encuentre a ese alguien?-"
"-¿Alguien que te ame?-preguntó él sin esperar a que ella respondiera-Ya hay mucha gente que te ama-"
"-Pero alguien que de verdad lo haga, aún cuando pase por todo esto-"
"-Estoy seguro de que si-re...
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POV. ____
La mayoría de las veces me es indiferente lo que las personas pueden llegar a pensar de mi, comencé a practicar en esta indiferencia hacia las opiniones ajenas desde que era más joven.
Estos pequeños episodios de mi vida son algo que por lo general no comparto directamente con casi nadie, sin embargo la mayoría de las personas que me rodean saben lo que tuve que vivir en mi pasado, ya sea por rumores en los corredores o simplemente personas que les tocó presenciarlo desde un modo espectador, sin embargo, el tema no es algo agradable que pueda ocupar como un tema de conversación.
¿Saben cuáles son los primeros problemas que presenta una niña al reciente divorcio de sus padres? en mi experiencia propia, la respuesta es...ninguno.
Oh bueno, más bien no recuerdo haber presentado algún problema al momento de enterarme que mis padres se divorciarían, y para ser completamente sincera, no recuerdo casi nada de esos años de mi vida, lo que me hace suponer que no fueron los mejores de esta.
Pero como toda situación mal manejada, la mía no fue la excepción, por lo tanto se me salió de la manos.
Como dije anteriormente, estos problemas no fueron apareciendo inmediatamente, más bien fueron creciendo a medida que yo lo hacía, haciéndose más grandes cada vez, hasta finalmente romper el cristal.
Por mucho tiempo me pregunté ¿Que habría pasado si en el pasado hubiera tenido la mentalidad que tengo ahora? Probablemente ni siquiera hubiera pasado por todo lo que pase, ahorrándome demasiados episodios desagradables. Pero al final llegue a la conclusión de que esto, es más bien como un ciclo, ya que, la mentalidad que tengo ahora, no la habría conseguido de no ser por el pasado que tuve.
Cuando creces en un entorno lleno de niños con familias aparentemente perfectas, para después darte cuenta que tu no eres parte de ese círculo estereotipado de lo que es una familia ideal, es el peor golpe de realidad que puede vivir una niña de 8 años.
Muchas veces existen padres con la suficiente madurez y responsabilidad afectiva hacia sus hijos, que se toman el tiempo y la responsabilidad de hablar con sus hijos sobre los problemas importantes del hogar, como por ejemplo el divorcio, y de esta manera ahorrarle a los hijos las noches constantes de insomnio y cuestionamiento acerca del por qué papá decidió mudarse a Nueva York, encontrar pareja nuevamente y de paso estar ausente la mayor parte de la vida de su hija, cof... cof... indirecta.
No me mal entiendan, respeto por completo la decisión de mi padre al querer rehacer su vida, con la persona que ama. Sin embargo la poca responsabilidad afectiva que tuvieron el y mamá, hacía mi, fue la primera grieta en el cristal.
¿Cuáles son las principales preocupaciones para una niña de 8 años? Lo correcto sería decir que son cosas realmente infantiles, como preguntarse que usará en la noche de halloween, o que le pedirá a Santa para navidad, o estar pendiente al siguiente capítulo del show de las 4:00 en la TV, ya saben, lo normal.
Pero ese no era mi caso, a esa edad, mi principal preocupación era entender el porque mamá estaba ausente la mayor parte del tiempo, y el porque papá se había marchado, con la única fantasía de poder tener una vida lo más cercana a parecerse a la de los demás niños. En una de mis tantas noches de insomnio llegue a la conclusión más lógica que se le pudo ocurrir a una mente infantil como la mía: yo era la culpable de esa ausencia.
¿Podrían culparme por pensar de esa manera? Honestamente fue la única solución que podía darle a mis problemas.
Normalmente cuando cometo un error, mi prioridad es resolverlo lo más pronto posible. Así que esa fue mi meta, resolver un problema inexistente, claro que yo no sabía eso, pues bien, ni siquiera sabía cuál era el supuesto error que había cometido, pero en mi mente era algo realmente grave, pues la indiferencia de mis padres no me hacía pensar en otra respuesta.
Esa meta, a lo largo del tiempo se fue haciendo una obsesión, y aunque esta obsesión desde un segundo plano se puede ver como algo bueno, la realidad es que ninguna obsesión es realmente buena para la salud metal.
A mi corta edad de 8 años, la presión propia era realmente exagerada para una niña de mi edad, comencé a ser la mejor de mi clase, siempre entregaba la tarea en tiempo y forma, me esforzaba por ser la primera en todo, solía participar en los concursos de ciencia,en ballet era la primera en llegar y la ultima en irse, y aunque mi pequeño escape siempre fue pasar tiempo con Ricky y BigRed, mi prioridad era mantener esa imagen de niña perfecta.
Pero la perfección no está personificada; o eso fue lo que me dijo mi psicóloga.
Y así fueron los siguientes dos años de mi vida, tratando de llamar la atención de mis padres mas de lo que ellos podían brindarme. No fue hasta los diez años que lo entendí, nada de mis dos años de esfuerzo constante sirvieron para poder traer a mi padre de vuelta. La noche que conocí a Melissa fue la noche en que tome la decisión de deshacerme de esta meta absurda de mi yo de 8 años, debía alejar este pensamiento y comenzar a no esforzarme tanto por ser "perfecta".
La idea de culparme a mi misma se esfumó, por supuesto, entendí que cuando dos personas ya no se aman, lo mas saludable es tomar caminos separados, y esto no es culpa de nadie.
Pero mi "rutina" no se fue.
Obsesionarse con algo o con alguien es como consumir una droga, cuando la pruebas una vez crees que eres capaz de poder dejarlo cuando quieras, y claro que eso es posible, siempre y cuando no sea constante, pero cuando lo haces todos los días, y lo propones como una prioridad, es en todos los aspectos dañinos.
Es el peor sentimiento creer que tienes el completo control de tu vida, cuando en realidad no es así, ignorar las señales claras y negarse a creer que necesitas ayuda y la peor manera de darme cuenta de que necesitaba ayuda fue a los catorce años, cuando todas las grietas del cristal finalmente se hicieron pedazos.
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