Un conjunto de siete one-shots de mis jotos preferidos de BNHA. ¡Espero disfruten! 🕺
• Créditos al respectivo autor por el fanart utilizado en la portada ஐ
• Créditos a Kohei Horikoshi por el uso de sus personajes ஐ
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Kaminari Denki no había llegado a la cima de la popularidad en la industria del modelaje por nada, la llegada a la cima no fue regalada pero tampoco podríamos definirla como una meta que a cada doloroso paso se sentía inalcanzable.
Obviamente lo que más costoso volvió el ascenso de Kaminari hacia la gloria de la fama, fue su altura, pues no hacía falta un profundo análisis visual para divisar un recorte de tamaño radical en comparación al promedio buscado. Pero, había que ser sinceros: ¿Cuántos de los modelos que entraban en el promedio de estatura, quedaban pequeños junto a la belleza de Kaminari Denki?
Tenía un cuerpo delgado pero claramente tonificado, que encajaba a la perfección en casi cualquier conjunto. Su cabellera rubia, acompañada de aquel mechón negro tan extraño pero hermoso, hacía buena combinación con su actitud enérgica. Y su mirada... Su mirada era tan capaz de reflejar dulzura, y en un abrir y cerrar de ojos devorarte con solo un vistazo.
Todo en la apariencia de Denki era tan perfecto, que parecía mentira, y eso era precisamente lo que lo elevó tan en alto. No estamos hablando solo de ser carismático y tener buen cuerpo. Hablamos de tener ese rostro tallado por los mismos dioses, que el público amaba ver, el rostro que los hacía sentirse mal con su propia apariencia mientras a la vez desean continuar viendo más y más fotos de aquel Adonis.
Era lo jodidamente atractivo que Denki era ante los ojos del público, lo que lo elevó al Olimpo en el que se hallaba.
Ya con las cartas sobre la mesa, tenemos en claro que todos amaban a este joven modelo; era atractivo, carismático y —cuando quería— ardiente. Sin embargo, ese jodido dolor en el trasero, y el único problema que representaba su apariencia para su carrera le perseguía con el paso de los años en la industria. Y mierda, como detestaba a muchos de sus compañeros laborales y algunos críticos, creyendo que podían mirarlo desde arriba... Literalmente, mientras de burlaban mentalmente de su estación en la fama. Personas como ellos eran los que volvían —junto al constante trabajo y acoso mediático— agobiante el trabajo de la joven estrella. Y el rubio todo lo que necesitaba era descanso mental, algo que lo ayudara a aliviar las presiones que cargaba en sus hombros.
Nadie le aviso que hallaría aquella zona de descanso en la cual refugiarse tan pronto.
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