Día II: Guerra

39 4 16
                                    

Lo primero que vio Kaminari en cuanto abrió los ojos, fue un golpe de rojo sangre

Oops! Ang larawang ito ay hindi sumusunod sa aming mga alituntunin sa nilalaman. Upang magpatuloy sa pag-publish, subukan itong alisin o mag-upload ng bago.

Lo primero que vio Kaminari en cuanto abrió los ojos, fue un golpe de rojo sangre.

La falta de aire limpio, infestado por el olor al fuego y cuerpos chamuscados invadió su nariz tan violentamente, que el respingo que liberó antes de despegar la espalda del suelo fue suficiente para aclarar su cabeza en tiempo récord.

Observó aterrado el entorno, intentando ponerse de pie con los residuos de la fuerza restante de su cuerpo, sin embargo; la herida goteando líquido vital de su costado derecho parecía atarlo al suelo. No era una herida mortal, pero la debilidad física y el dolor causado por el agujero en su costado, lo hacían un inmenso impedimento para moverse siquiera un par de centímetros de donde su despertar repentino lo dejó. Fue únicamente la esperanza de encontrar a sus amigos vivos, la que lo ayudó a avanzar de rodillas hasta una pared repleta de ceniza, la cual fue suficiente apoyo como para levantarlo a duras penas del suelo, y ayudarlo a avanzar recostado en ésta hacia retazos restantes de lo que fue la batalla campal ocurrida hace solo un par de minutos.

Estaba seguro de haber visto a Kirishima y Jiro ser encerrados por Bakugo en el interior de un supermercado abandonado, pues los gritos de su amiga, rogando por la vida de Katsuki, y la desesperación de Kirishima por quebrar la puerta y batallar junto a ellos, eran de las últimas cosas que vio antes de caer inconsciente. Recordó vagamente ver a Ashido volarle la cabeza a un miembro del bando enemigo antes de recibir un tiro en el abdomen. Sus últimas memorias lo golpearon violentamente cuando observó a su amiga presionando sus heridas tras la "seguridad" de un callejón, y a Bakugo tras la defensa de un auto volcado, vendando alguna herida de Sero, quien yacía en el suelo... Moribundo, en el mejor de los casos.

Las memorias lo abofetearon mentalmente, pues ni siquiera sabía qué pasó primero, qué pasó segundos antes de caer inconsciente. Ni siquiera recordaba quién o cómo lo hirieron, ni mucho menos alguna palabra o mensaje importante que tal vez alguno de sus aliados le pudo haber dejado. No ubicaba ni sus armas.

Con un brazo se apoyaba en la pared, con la otra presionaba como podía su herida. Buscaba con la mirada a Bakugo, pues los fragmentos de memoria que le quedaban, le señalaban que él alejó a ilesos y heridos del peligro. Ojalá sus fragmentos de memoria le indicaran qué hizo, o a donde fue a parar después...

Avanzó cerca de unos siete metros cuando pudo observar un cuerpo en el suelo. No pudo distinguir quien era debido al humo y el hecho de que su cabeza se hallaba tras los escombros de cimientos caídos.

En cuanto se acercó para divisar al sujeto, el pánico oficialmente se apropió completamente de su cabeza. Casi olvidaba que se estaba desangrando, porque quien yacía frente a él lo hacía ver como un niño con un raspón.

El charco de sangre húmeda en el suelo era la punta del iceberg para analizar cuáles eran las posibilidades de que Bakugo Katsuki nunca volvería a ver la luz del día. Denki pudo ver a simple vista dos tiros directos a su cadera y muslo izquierdo, una contusión visiblemente grave en la nuca, una muñeca desgarrada casi hasta el hueso y húmedos hilos de lágrimas naciendo de sus amoratados ojos.

Naabot mo na ang dulo ng mga na-publish na parte.

⏰ Huling update: Sep 03, 2021 ⏰

Idagdag ang kuwentong ito sa iyong Library para ma-notify tungkol sa mga bagong parte!

SeroKami Week 2021 - BNHATahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon