•Atada a su sombra.•

Capitulo 20.

Narrador Omicente de la DEA :

Aquel sujeto había dado un pitazo para la captura de aquel hombre más temido a lo largo de los continentes, conocido como el
"Lucifer" de Europa, pero para la DEA aquel hombre no tenía rostro, era como buscar una abuja en un pajar, o almenos eso creían hasta ahora.

- ¿Christopher sabes algo ya?, ¿Nuestras sospechas son ciertas?- hablo con uno de los agentes con más alto rango en la DEA.

- Aquel hijo de perra, es Alexader Herrisson el es el "Lucifer europeo".- la voz de Christopher por el radio se hizo precente.

- Lo quiero lo más pronto posible detro de las rejas, y me quedaré con su mujer y su familia, haré lo necesario para destruir su familia, como el lo hizo con la mía.- hablo con rabia en su ser.

- Bien, mandaré a un equipo especial para Berlín, llegarán en tres días a más tardar-.

- Yo me encargaré de ponercelos en bandeja de oro.- hablo segundos antes de cortar aquel comunicado.

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Narra Alice:

Todo había pasado demaciado rápido, mis hijos estaban por nacer, y el estaba a mi lado, me sentía protegida al estar a su lado.

Pero aquel horrible dolor no desaparecía.

- AHHHHHHHH- grite después de a ver pujado por tercera vez.

- Vamos un vez más puedo ver su cabecita- hablo aquella linda mujer, que ahora me ayudaba a traer a mis pequeños hijos a este mundo.

- Vamos cielo, un sola vez más y tendremos a nuestro bebé- hablo Alexader tiernamente.

- AHHHHHHHHHHHH- grite mientras pujaba con fuerza.

- ¡Lo tengo, es un varoncito!, ¡Felicidades!-

- Ñaaaaaañaaañaaaññaa- un llanto se hizo precente en aquella habitación cálida.

Alexander se acercó a ella y tomo por primera vez a su hijo.

- Hola campeón, soy tu papá mi pequeño príncipe.- habló mientras dejaba un beso en su frente.

Juraba que cada que le ponían a uno de sus hijos frente, el cambiaba totalmente, aquella alama oscura que lo rodeaba se desvanecía, sabía que no me había equivocado el era un gran padre.

Tome en mis brazos a mi hijo un par de segundos, deje un beso en su frente.

- Mami tendrá a tu hermanita, mi amor- y se lo volví a entregar a Alexander.

- Vamos, vuelve a pujar- hablo aquella mujer.

Y fue lo que hice : - AHHHHHHHH-

- AHHHHHHHH- una vez más.

- Tu puedes mi amor.- dijo Alexander mientras besaba cortarmente mis labios.

- AHHHHHHHHHH-

- AHHHHH dios mío- grite por última vez antes de poder escuchar aquel llanto que tanto anelaba.

- Ñaaññaaaañaaaañañaaa-

- ¡La tengo, ¡ Tuvieron otra hermosa niña!-

- Otra pequeña princesa- hablo Alexander mientras la tomaba.

Estaba tan agotada que perdí aquella noción del tiempo, y caí en un sueño profundo, después de a ver besado la pequeña frente de mi hija.

Sin más me deja llevar por aquellos barazos de morfeo, sabía que estarían seguros con su padre.