II

106 18 15
                                    



Los rayos del sol despiertan a Scorpius a las ocho de la mañana. Para cuando el rubio consigue abrir por completo los ojos su compañero de habitación ya está totalmente arreglado.

-¿Sueles dormir hasta tan tarde?- Es lo primero que Albus comenta

Scorpius lo mira desde la cama con cierta incredulidad y como no sabe que contestar suelta un -Buenos días a ti también, Albus.

Tal y como organizaron el día anterior salen de casa a las 9:30 y se dirigen en bici al lago que se encuentran cercano a la mansión.

Albus está maravillado por las vistas que se le presentan y Scorpius lo está al ver la cara de asombro de su nuevo amigo.

El viaje es corto y los chicos se pasan el recorrido hablando sobre la última película sacada por Quentin Tarantino. Scorpius ha descubierto que le obsesiona la manera en la que Albus achina sus ojos cuando se ríe y arruga la nariz cuando algo le desagrada.

Es verano y hace calor así que los chicos llegan a su destino cansados y sudados. Lo primero que Scorpius hace es tirar la bicicleta a un lado y quitarse la camiseta para lanzarse al agua. Albus le mira divertido desde fuera.

—¿A qué esperas Albus?— le grita desde dentro—El agua está buenísima—

El moreno se ríe aún más pero no se mueve, lentamente empieza a sacarse la camiseta pero en vez de meterse al agua coge una libreta que trae dentro de su bolso y se sienta bajo la sombra de un árbol —¡Paso! — le grita desde fuera

Así duran vente minutos, hasta que Scorpius decide salir del agua e ir hasta Albus

—¿Qué haces?— le pregunta al moreno

Albus le mira fijamente y después vuelve su vista a la libreta— Te dibujo

Scorpius no puede estar más fascinado

—¿¡Me dibujas?

—Aja

Con torpeza el rubio se sienta a su lado y Albus solo se aleja un poco con la excusa de que no quiere ser mojado. El moreno huele a vainilla y a chocolate, es lo primero que piensa Scorpius.

No es hasta una hora después que Albus termina su dibujo, dibujo que más tarde Scorpius enseñará con orgullo a su madre y que  colgará durante muchos años en la pared de su habitación.

—Mi tía Hermione me enseñó a dibujar —comenta mientras ambos caminan hacia el agua —Ella es genial, es súper talentosa y le encantan los g...

Pero Scorpius no llega a escuchar lo que sigue porque cuando los pies de Albus rozan el agua suelta un

CARACOLES HERVIDOS QUE FRÍA ESTÁ EL AGUA

Y Scorpius, que ya está acostumbrado a las heladas aguas y está ya dentro, no puede reírse más a gusto. 

Para la hora de la comida los chicos han vuelto y ambas madres esperan sentadas en la mesa del jardín. Scorpius puede ver en su madre la mirada de

Al final os habéis hecho amigos, yo tenía razón y tú no

Y esta seguro que su madre sabe que él tiene la marida de

—Ni una sola palabra madre.

Pasan el día paseando por los alrededores, parece ser que Albus disfruta estudiando la naturaleza y Scorpius disfruta de la compañía de Albus.

—Mi tía Luna dice que abrazar a los árboles da energía—comenta en una oportunidad

—¿Y tú le crees?

—Tía Luna puede parecer un tanto loca, pero las cosas que dicen son muy interesantes. En todo caso, prefiero abrazar árboles antes que a personas.

—Podemos comprobarlo

—¿Cómo?

—Podemos abrazar a los árboles y luego abrazarnos entre nosotros

La verdad es que aquella es una de las conversaciones más extrañas que Scorpius ha mantenido en su vida. Albus parece pensarlo, pero finalmente asiente.

—Parece interesante

El paso de abrazar a un árbol resulta toda una experiencia para Scorpius, sobre  todo porque está repleto de hormigas y en algunas partes puede ver una sustancia pegajosa.

Abrazar a Albus le resulta tal vez un poco más inquietante, incluso incómodo. El chico está tenso y Scorpius diría que hasta ha dejado de respirar, quizá es en los últimos segundos cuando más disfruta el abrazo, porque Albus ha logrado relajarse un poco

Para cuando se separan Albus está levemente rojo y evita mirar a Scorpius a los ojos.

—¿Y bien?— pregunta curioso Scorpius

—No se, ¿tú qué piensas?

—Creo que eh...Prefiero abrazar a un árbol— es lo primero que se le ocurre decir— No es como si no me ha  gustado abrazarte, ósea, me ha gustado. A ver no me refiero a que me ha gustado que tú me abrazaras, el árbol es no se, es raro y tú... y yo — Siente que Albus le mira raro —Tú eres más blandito que el árbol...

Albus se ríe

—Creo que... — piensa bien antes de seguir hablando— Abrazar a un árbol es liberador en cierta forma, pero que en nada se le compara con abrazar a una persona. Además, cuanta más confianza exista con una persona, mayor será la satisfacción de abrazarla.

Ha Scorpius no le queda muy claro que es lo que prefiere Albus, pero ambos siguen andando y pronto olvidan el tema.

Por la noche cuando ya todos están dormidos los chicos salen al pequeño balcón que hay en la habitación de Scorpius y casi en susurros siguen hablando de todo un poco. Parece que pueden hablar durante horas o simplemente disfrutar del silencio de la noche con el otro

—¿Alguna vez te ha gustado una chica? — le pregunta Albus

Y en la oscuridad de la noche Scorpius se sonroja, porque no está preparado para hablar del tema con Albus

—Nunca — es lo único que dice, porque es más fácil decir eso que explicarle a su amigo que no está cien por cien seguro de cómo se debe sentir estar enamorado de una chica —¿Y a ti?

—No, pero me gustaría

—¿Qué te guste una chica?

—Si

En ese momento Scorpius decide irse a la cama y antes de lograr conciliar el sueño piensa varias cosas. La primera de ellas es que no puede imaginarse saliendo con una chica. La segunda es que tal vez si podría imaginarse haciéndolo con Albus.



 La segunda es que tal vez si podría imaginarse haciéndolo con Albus

Ups! Tento obrázek porušuje naše pokyny k obsahu. Před publikováním ho, prosím, buď odstraň, nebo nahraď jiným.




Espero que os guste!!!!!!

Que paséis una buena semana,

Drasly ;)

Una Estrella FugazKde žijí příběhy. Začni objevovat