CAPÍTULO CUATRO

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Febrero 2, 2008

"¿A que se refiere con que no hay nada malo con él? ¡Claramente hay algo!" Johanna exclamó al doctor en exasperación.

"Probablemente solo tiene falta de sueño Mrs. Tomlinson." El doctor suspiró, "Lo revisamos, e hicimos unos ejercicios neurológicos con él, está perfectamente normal. ¿Está segura de que no estaba bajo la influencia de drogas o alcohol ayer en la noche?"

"No, por última vez, le digo que no! ¡La policía le hizo una prueba!" Jay exclamó. "¡Llámelos si no me cree!"

Louis solo se sentó ahí silenciosamente mientras su mamá peleaba con el doctor, sintiendose muy patético por perderse camino a casa de un lugar que conocía tan bién.

"Bueno entonces fue falta de sueño. Esa es la única conclución que tengo." El doctor dijo arrogantemente.

 Jay presionó sus dedos en sus sienes, con un fuerte suspiró. "Bueno espero que tenga razón.

"La tengo." El doctor le aseguró. "Asegúrese de que él consiga suficientes horas de sueño cada noche y debería volver a estar bién."

Johanna rodó sus ojos, pero aún así asintió, envolviendo sus brazos alrededor de su pequeño hijo, y guiándolo fuera de la oficina del doctor.

"Lo siento mamá." Louis murmuró, viendo abajo a sus pies avergonzado.

"No es tu culpa cariño." Ella beso la parte de arriba de su cabeza. "Solo espero que el doctor tenga razón ."

"Estoy seguro que la tiene." Louis dijo, no solo intentando convencer a su mamá, también a si mismo.

***

Abril 12, 2008

Ha pasado un poco más de tres meses desde el 'accidente' y Louis ha conseguido dormir mucho cada noche. Extrañamente, sus síntomas no mejoraban. Ni un poco. De hecho, parecían empeorar. Desde esa noche, Jay no dejaba a Louis caminar a ningún lugar solo. La idea de él perdiendose otra vez la aterraba, aunque Louis le aseguraba que no lo haría, ella no quería arriesgarse.

Las notas de Louis seguían empeorando. Seguía explicando de que lo estaba intentando tanto, y no importa que hiciera no podía recordar hacerlo. Su mamá le creía. Sus profesores, no.

"¿Que día es hoy mamá?" Louis preguntó mientras comía su desayuno de cheerios de nuez con miel. Su favorito.

"Es lunes. Te he dicho esto tres veces Lou. ¿Te sientes bién?" Ella preguntó, siempre preocupada de su hijo.

"Si, bién mamá." Louis suspiró, frustrandose con el mismo por olvidarlo.

Ella frunció el ceño. "Okay." Ella dijo mientras oía un golpe en la puerta. "Probablemente sea Harry.

Louis asintió levantandose y besando la mejilla de su mamá mientras ella le daba su mochila y su jacket. "Ten un buen día Lou."

"Tu también mamá!" Él dijo sonriendo  brillantemente, emocionado de ver a Harry.

"Hola bebé." Harry saludó a Louis quien abrió la puerta.

"Hola, Mr. Siempre estoy a tiempo, llegas cinco minutos tarde." Él sonrió, sabiendo que Harry había roto el record de llegar a tiempo cada día de lo que llevaban de colegio ese año.

"Tu pequeña cosa descarada." Él sonrió mientras Louis se reía de él por llegar tarde.

"¡No estoy tarde!" Louis protestó con un suspiro.

"Oh pero lo estás cariño." Harry rió.

Y bueno, Louis no pudo argumentar.

***

Don't let goWhere stories live. Discover now