Nueve

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El siguiente día era especial, era el día del baile del instituto

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El siguiente día era especial, era el día del baile del instituto.

Me levanté pronto para ir a comprar la ropa con mis amigas y prepararme para la fiesta que sería a las 17.00 de la tarde.

Salí de mi habitación, le di un gran beso en la mejilla a mi madre, a mi padre y a mi hermano, se notaba que estaba contenta, y me dirigí a la casa de Vea donde nos dirigiríamos a las tiendas más caras a por la ropa de gala.

Llegué y ya estaban mis amigas, subimos a la casa de Vea que en ella su madre Lourdes nos hizo unos batidos deliciosos de fruta.

- Hola mamá - dijo Vea a su madre.

- Hola, yo soy Lucía y esta es Alejandra - dije.

- Hola encantada, Vea me ha hablado mucho de vosotras. - dijo con una gran sonrisa. 

Después de disfrutar del refrescante batido nos dirigimos hacia unas cuantas tiendas a comprarnos vestidos de gala, para hoy a la tarde.

- Chicas, ¿A qué tienda vamos primero?

- A esta - dijo Vea entrando y mirando todos los vestidos y dejándolos en su brazo para luego probárselos.

Estuvimos media hora eligiendo el mejor vestido para cada una, y al final elegimos unos.

Más tarde volvimos a la casa de Alejandra donde nos cambiamos de ropa, nos maquillamos y nos peinamos. A las 16.30 nos dirigimos hacia la salida vestidas como unas princesas de cuentos de hadas. 

Llegamos al instituto y al entrar nos quedamos alucinadas, todo estaba precioso.

Nos dividimos, cada una por su lado, yo me fui a buscar a Erik, que habíamos quedado. Cuando encontré a Erik y empezamos a hablar le noté raro, no me hablaba con dulzura, sino con firmeza y seriedad.

- Erik, ¿Estás bien?

- Sí - dijo seriamente. 

- ¿Bailamos? - le pregunté.

- No me apetece - me dijo yéndose a coger un batido a la mesa de comida.

Me quedé alucinada con Erik, pero no le di mucha importancia porque igual se había enfadado con su madre o no sé.

Me alejé de Erik, volviendo al sitio donde estaban Vea y Alejandra para hablarles sobre lo de Erik.

- ¿No os parece raro? - dije a Alejandra y a Vea.

- Sí, pero bueno, como has dicho tú, igual se ha enfadado con alguien. - dijo Alejandra.

- Tranquilízate, Lucía, seguro que se le pasa. - dijo Vea.

Estuvimos hablando sobre las notas, el futuro, la ropa de la gente, las parejas... Cuando vi a Erik no dudé en ir a hablar con él, porque parecía que estaba sólo.

- Hola Erik

- Ah Lucía

- He estado hablando con Vea y Alejandra.

Cuando dije Vea y Alejandra me preguntó como si tuviera prisa:

- ¿Son tus mejores amigas?

- Sí ¿por?

- Nada, nada - dijo mientras desaparecía por la multitud sospechosamente.

Al de poco de haber dado un sorbo a mi bebida, a lo lejos vi a Vea y a Alejandra hablar con Erik. 

Lucía se quedó en un lado mirando la conversación de Erik y sus amigas. Erik, Vea y Alejandra estaban en la otra punta de la gigantesca sala de baile del instituto. Casi no se les distinguía por tanta gente que había al rededor.

- Hola Erik, ¿Qué haces aquí? - dijeron Alejandra y Vea a la vez.

- Quería hablar con vosotras - dijo mirando hacía los lados a ver si nadie les miraba y les escuchaba - Sabéis, estoy planeando un plan para fastidiarle la vida a Lucía - dijo Erik.

- Pero, sabes que somos las mejores amigas de Lucía y se lo vamos a decir - dijo Vea sin comprender nada.

- Ya lo sé,  pero claro otro plan es que os enfadéis y quitarle otra cosa que quiere. 

- Pero si somos amigas del alma, no nos puedes separar - dijo Alejandra 

- Ya lo veréis - dijo desapareciendo otra vez por la multitud.

Después de que se fuera Erik o mejor dicho desapareciera, me acerqué a ellas a preguntarles qué les había dicho.

- ¿Qué os ha dicho Erik?

- No te lo vas a creer, pero nos ha dicho cosas malas que te va a hacer a ti y se ha burlado de nosotras de que no nos vas a creer. - dijo Vea.

- A ver chicas, ¿Cómo va a ser capaz Erik de hacerme algo?

- Pues sí, tiene un plan.

- Parar de inventaros cosas - dije mirando a Erik que me estaba dando una gran sonrisa y luego mirando a mis amigas.

Al final nos enfadamos ya que no paraban de decir tonterías, de decirme que tenía que cortar con Erik y bla bla bla. No las necesitaba. Me fui donde Erik, que el sí me comprendía y no decía tonterías.

Lo pasé muy bien con Erik lo que quedaba de la noche, ya parecía que no estaba enfadado, sino todo lo contrario, feliz. ¿Por qué? No lo sé.

Cuando las estrellas se alineanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora