Un agradecimiento a la varicela

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Cuando conoció a Louis tenían trece años.

Eran unos mocosos que estaban pasando por esa etapa hormonal en la cual, el tema de conversación principal era el sexo y esas cosas que sus padres no querían explicarles. Se volvieron uña y muere gracias a las complicidades de dos pendejos que se piensan que inflar condones como globos es la mierda más divertida del mundo.

Niall empezó a frecuentar mucho la casa de Louis ya que sus padres trabajaban de siete a siete, así que no importaba mucho. Siempre veían televisión o hacían deberes (a regañadientes y porque la madre de Louis los obligaba). Pero Louis siempre hablaba de su hermana y a Niall le extrañaba que pareciera no existir.

La había visto una vez, cuando caminaba hacía el baño y ella entraba a su dormitorio. Pero de ahí, no daba señales ni de respirar.

Louis le había contado que era tres años menor a ellos y que no era su hermana de sangre completamente, ya que su madre biológica había muerto un año después de tenerlo, y ella era hija de su esposa actual.
En fin, el tiempo paso, y se podía decir que casi vivía en casa de los Tomlinson.

Hasta que a Louis le dio varicela.

No es que fuera el fin del mundo, pero a pesar de que Niall iba a visitarlo para hacerle saber que no estaba solo, la madre de Louis (Louis nunca la llamaba madrastra) no le permitía entrar a su cuarto por miedo a que Niall también se contagiara, ya que a él nunca le había dado.

Lauren había empezado a hacer sus tareas en la mesa.

Así que empezaron a hablar.

Al principio solo era un asunto de hola-hola y ya. Ella volvía a agachar la cabeza (tenía la manía de andar con la cabeza gacha, como si tuviera vergüenza) y terminaba lo que sea que estuviera haciendo. Pero Niall seguía hablando, con el pasar de los días los temas de conversación pasaron a alargarse y profundizar. Llegando al punto de que a veces conversaban tanto que se no alcanzaban a terminar las tareas y tenían que terminarlas en el colegio.

Louis se curó de la varicela, la amistad volvió a la normalidad, pero entro al equipo de fútbol del colegio, así que no estaba disponible las tardes de los martes, miércoles y viernes.

Así que mientras Louis pateaba pelotas, Lauren y Niall hablaban de la crisis económica de los 70.

Entraban al cuarto de ella, Niall se echaba sobre su cama para gigantes, y ella caía sobre el puf lila que estaba frente a la cama.

A Niall le gustaba hablar con Lauren, porque ella parecía escuchar, lo miraba a los ojos, con intensidad, como si pudiera chuparle el espíritu.

A veces Niall era exagerado.

Era fascinante hablar con ella. Porque de repente él había dejado de ser el mocoso de trece años y ella lo era. Ella están ahora en su posición, y ver lo diferente que la experiencia de Lauren era comparada con la suya le daba tema para pensar.

Pero volviendo al caso, era otro mundo distinto al de él. Lauren le contaba que siempre trataba de tener las mejores notas, porque sentía algo de vergüenza al ser la hija de la "segunda esposa" y por eso casi nunca veía a Louis a los ojos. Que había una chica a la que le encantaba joderle la vida. Al igual que Louis y él, tenía mil y un preguntas acerca de la sexualidad. Le gustaban los chicos y la chicas por igual, pero no planeaba contarle a nadie a más que a Louis, pero a su tiempo. A Niall no le sorprendía, bastantes de sus compañeros eran bi, o gay, o lo que sea, incluso él había pasado por su etapa de experimentación. Aún seguía en ella. Sintió una sensación de parecida al chocolate caliente en el pecho, se sintió importante. Ser el primero al que Lauren le contaba estas cosas.

Le sorprendía que, a pesar que los Tomlinson estaban inundados en dinero (en serio, podían pagar toda su carrera universitaria sin pestañear), ella no estaba llena de cosas innecesarias, apenas tenía ropa, y ni siquiera tenía un celular. A pesar de que tenía una buena colección de discos. Por algún motivo a Lauren nunca le habían gustado los Beatles y eso estaba bien para él.

Él también le contó cosas, secretos que a veces lo molestaban, como cuando, a los once años su madre le había gritado que si estaban en la miseria era por él, que cuando era de noche y todos dormían, la puerta era una tentación porque se imaginaba saliendo por ella y no volviendo a entrar a su casa. Le contaba de su ansiedad sin sentirse como si se estuviera imaginando cosas.

Cuando los dos hablaban, podían respirar en paz.

Louis notó que algo pasaba entre su mejor amigo y su hermana.

Conociéndolo, Niall se imaginaba que se pondría como loco y lo amenazaría con matarlo o lo botaría de la casa. Pero se lo menciono de la forma más simple en una de sus conversaciones, y solamente dijo:

-Niall, eres mi amigo, y te quiero, pero Lauren es mi hermana. Espero no tener que limpiarle las lágrimas.

Y está el tema del primer beso de Lauren.

Para ese tiempo, Niall ya estaba perdido, podía pasar horas embelesado escuchándola o cualquier cosa que la involucrara. Lo había notado en la mitad de la clase de literatura y había gritado tan fuerte que lo botaron de la clase.

Pero ese no es el caso.

Un día Lauren llegó con la cara más seria que Niall había visto nunca.

Estaba enojada por la chica esa a la que le encantaba joderle la vida. Había gritado que Lauren era la única que no había besado a nadie porque los chicos le huían como moscas al repelente.

-Sé que no debe importarme, pero es que en serio que me tiene hasta la coronilla esa perra estúpida- murmuró Lauren mientras caía a peso muerto en su cama.

-Yo te besaría.

Razones por la cual se arrepintió al instante:

· Sonó demasiado idiota.

· Era menor que él.

· No y no.

Esperó que se riera o que lo echara de su cuarto (por algún motivo o razón, Niall siempre esperaba que lo echaran de cualquier lado).

Pero ella pareció pensarlo, y después sonrió.

-¿Puedes?

Si a Niall no le dio un paro cardiaco es porque después se iba a morir sin besar a Lauren.

Tenía 16 años y ya había besado a muchas chicas (y chicos) antes. (Bueno no tantos, ¿tal vez 4? Pero ninguna era Lauren.
Así que ella se acercó, y Niall también, y se besaron. Los dos estaban nerviosos y por así decirlo él tenía que hacer el trabajo (cosa que no le importaba). No fue nada extravagante. Empezó simplemente como las muñecas se besan. Labios cerrados y pegados. Pero la pícara está, le rodeo la cara con las manos (Y LE METIÓ LA LENGUA EN LA  BOCA). A pesar de todo, fue corto, inocente, y Niall casi empieza a llorar porque definitivamente estaba enamorado.

-No le contaré a Louis porque después te mata y te quiero.
Te quiero te quiero te quiero te quiero te quiero te quiero te quiero te quiero te quiero te quiero te quiero te quiero te quiero te quiero te quiero
Uf, él podía haberlo gritado desde el monte Everest.
Viéndola conversar con Louis, muchos años después, en la fiesta de bienvenida, Niall notó que Louis se equivocó.

"Tuviste que limpiarme las lágrimas a mí, Louis, no a ella".

National Anthem |n.h au|Where stories live. Discover now