Bestia con j

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-Sigo sin poder creer que te vayas a casar-anunció Aria.

Cuando estaban en el colegio, ella vivía bajo el techo de sus opresivos padres, y Lauren básicamente no respiraba por ser lo mejor. Su amistad se podía consolidar únicamente tras las puertas del instituto.

"Pero ahora somos grandes y podemos hacer lo que nos venga", había dicho por teléfono.

Lauren, literalmente, iba a tener una noche de chicas por primera vez en su vida. Se trató de imaginar haciendo lo mismo con el pelotón (con Trudy sobretodo, esa mujer era una mole) y su cerebro se quedó en modo syntax error.

-¿Qué me dices a mí? Tú también te casas.

Aria puso ojos soñadores.

-Lo sé, es lo mejor que me ha pasado en la vida. ¿Pero sabes qué es lo que mas espero?

-¿Qué?

-¡La luna de miel!- movió las cejas sugerentemente.

-Uhhh. ¿Sabes lo que me dijo Louis?

-¿Qué me ama y que soy lo mejor que le ha pasado el vida?

-Quiero formar una familia.

-¡Cinco hijos!

-Por Dios, tu mente es solo sexo, sexo, sexo. No me sorprendería que si te abrieran la cabeza encontraran 10% memoria y 90% porno.

-Bueno, es bonito. ¡Y pasional! sobre todo cuando es con alguien que te quiere.

Lauren no es que se sonrojaba con facilidad, de hecho solía criticar con lengua bífida a esas personas que se ponían rojas con cualquier comentario. Pero recordó que a hace semanas ya había descubierto que sí lo era y sintió hasta las orejas calientes.

-Lauren te pusiste roja. ¿En qué estabas pensando? ¿Qué me ocultas?

Ella se tapó la cara con una mano. Si, era preferible eso a que pusiera la "cara de idiota", que consistía en arrugar la boca y las mejillas y achinar los ojos y lucir como una patata bronceada.

-¿Acaso eres virgen?

-No.

-¿Entonces?

-Lo era hace dos semanas.

-¡Oh por Dios, mátame, cuéntamelo todo!- gritó Aria, Lauren no sabía que su voz podía ser tan aguda.

-No te lo voy a contar, me da vergüenza.

-Ay no te hagas la pudorosa. Bueno, yo si te contaré mi primera vez porque soy una buena amiga.

Lauren rodó los ojos.

-Fue con Quenty Finnigan.

Ahora abrió los ojos desmesuradamente.

-¡¿Con esa bestia?!- que conste que pronunció una j en vez de la s.

-¿Se te pegó el acento de Limpur, eh? Si, con esa bestia.

-¿No te aplastó las costillas? Además... ¿Contigo? Pensé que le gustaban las zorritas.

-Respondiendo a la primera pregunta, no, de hecho fue cuidadoso lo cual era demasiado tratándose de él. Y, si le gustaban las zorritas pero estábamos en una fiesta. Y ya sabes, una cosa llevó a la otra y tachán- hizo cosas raras con las manos- de repente mis piernas, estaban abiertas.

-Lo dices como si fuera tan simple.

-Es así de simple así que ahora me cuentas. Y pásame el esmalte fucsia.

N/a: Lo prometido es deuda, perdón por demorar tanto, so sorry, mi madre tiene que entregar informes en el hospital y se le ocurrió hacerlo al último (al menos sé que es de herencia) y bueno mi computadora está en sus manos.

National Anthem |n.h au|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora