Capítulo 78

2.2K 243 303
                                    

Todo había pasado demasiado rápido.

Su boca se cubrió de sangre y empezó a caer por su barbilla. El tiempo parecía haberse detenido para ella mientras miraba el cielo estrellado.

Bajó su mirada lentamente percatandose de aquella pluma negra y supo al instante quien había provocado esto, pero esa no era su preocupación ahora.

También había visto la lanza clavada en el lado izquierdo de su pecho.

Su cabeza se movió lentamente al sentir como la había atravesado y su cuerpo se fundió con el miedo y los nervios. Sabía cuales iban a ser la consecuencias de sus actos pero la aterraban. Tomó la lanza con su temblorosa mano y la sacó de un tirón salpicando aún más el suelo con su sangre.

-¡NO!-un solo grito llenó toda la sala. Alcina se levantó del suelo tras el empujón que la había dado-. ¡¿POR QUÉ LO HAS HECHO?!-entonces se dio cuenta del arma. Elizabeth la levantó dejándola ver la empuñadura-. Ancestral....-susurró mientras la menor asentía.

-An...cestral.-la tiró al suelo y sujetó su herida tosiendo la sangre que se acumulaba en su boca. Se arrodilló en el suelo del dolor y sintió al momento los brazos de su amada aferrándose a ella.

-¡No! ¡Elizabeth!-la colocó en su regazo y trato de parar el sangrado.

-¡MAMÁ!-las tres gritaron queriendo ir con ella, pero Urias las detuvo por orden de su tío. Gritaban y suplicaban que las dejarán ir con ella mientras sus ojos se cubrían de lágrimas, pero Heisenberg sabía lo grave que era el asunto.

-Llevatelas de aquí.-dijo seriamente intentando ignorar los gritos de dolor de sus sobrinas mientras intentaban liberarse. Se acercó con pasos lentos a su hermana y a su cuñada viéndola-. Cina...

-¡Callate! ¡Ella estará bien!-juraría que era la primera vez que veía a su hermana llorar y por ello sabía el dolor que ella misma estaba pasando pues la vida de su pareja se estaba desvaneciendo entre sus manos-. Por favor Elizabeth... No me dejes.-suplicó sintiendo como su respiración era más lenta.

-Perdoname...-dijo en un susurro sosteniendo su mano.

-No tenías que haberlo hecho... No debiste...

-Jure protegerte....-la miró a los ojos-. Y no.... dudaría nunca en.... hacerlo.

-No va a aguantar mucho.-Karl se arrodilló a su lado-. Alcina.... Ha perdido mucha sangre esta vez.-murmuró quitándose las gafas mientras miraba a su compañera.

-Lo sé.... ¡Ya lo sé!-sollozó acunando el rostro de su cervatillo.

-Alci.... No quiero.... No quiero dejarte.-colocó su mano en la fría mejilla de ella-. Me gustaría vivir tantas cosas a tu lado.... Quiero seguir contigo...-Heisenberg las miró pensativo.

-Hay una manera.-miró a los ojos esperanzados de su hermana-. Pero tendrá que pasar lo que nosotros y no sabemos si podrá con ello.

-No ¡No voy a transformarla!

-¡Es lo único que podemos hacer!-gritó de vuelta haciéndola ver la realidad-. O le dejas morir ahora... O dejas que se convierta. Tendrías que hacerlo tarde o temprano si pretendías pasar toda la eternidad con ella.-Alcina dudaba, sabía lo doloroso de ese proceso y ni siquiera podía contar con que ella sobreviviera a él.

-Esta bien.-accedió al escuchar latidos más débiles.

-¿Tienes cadou?

-Lo usé todo para crear a los moroaica.

-Entonces...-sacó un estuche con agujas-. Tendrás que darle del tuyo.-asintió dejando que la sacara sangre, varias jeringas enteras para inyectarselas a la humana-. Tranquila rubi, pasará pronto.-dijo al pincharla-. Solo podemos esperar.

Eres mi único pensamientoDove le storie prendono vita. Scoprilo ora