Capítulo 15.

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NINA GARCÍA

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NINA GARCÍA.

(***)

Mentiras.

¿Cuándo acabó? ¿Cuándo comenzó? ¿Cuál fue el final? No sabría decir con exactitud cuando terminó. Las cosas no fueron simples después de lo sucedido por Dylan. Había algo en mí que había cambiado. ¿Fue un cambio bueno?

Dejé a mi novio porque a ambos nos quedaba poco tiempo. Ninguno de los dos tenía tiempo libre que se acoplara al del otro. Entonces fui yo quien quiso que las cosas terminaran, yo no quise que después nos hiciéramos daño. Decidí que nos dejáramos el día de mi cumpleaños. Nos despedimos como amigos y, después, no regresé a casa. Me preocupaba que algo cambiara entre Alan y yo. Por eso se lo oculté.

Siempre me daba miedo que la amistad que había entre Alan y yo se acabe. Y había veces en las que me sentía celosa. Había días en los que Alan pasaba su tiempo libre con Dylan y a mí me dejaba olvidada. Pero, al fin de cuentas, ellos eran novios.

No es que Dylan me cayera mal, ni mucho menos que estuviera enamorada de Alan. Solo que me había concentrado en estudiar para la prueba de estado que me había olvidado de hacer más amigos. Fue mi culpa por cerrarme de aquella manera. Dylan y Alan eran mis mejores y únicos amigos. Es difícil explicar la soledad que sentía cuando ellos hacían planes y se divertían, pero yo me quedaba en casa para seguir estudiando. Eso me daba envidia.

Me sentía culpable de tener celos de Alan. ¿Por qué él había conseguido entrar a la carrera que él quería? ¿Por qué yo no había logrado lo que quería? ¿Acaso yo no me lo merecía?

Esa mañana, Dylan me dejó un audio. Yo lo escuché cuando estaba haciendo fila para entrar a las pruebas. «Hola, reina. ¿Por qué no me despertaste a lo que saliste? Podría haberte llevado. Pero bueno... yo solo quiero que sepas que estoy muy confiado en que lograrás resolver bien cada una de esas putas preguntas. Entra tranquila y concéntrate en lo esencial. Te quiero y no te mando suerte porque sé que no la necesitas. Nos vemos en la noche.»

Para entrar al edificio donde me habían asignado para hacer la prueba, había una fila que sobrepasaba una cuadra de distancia. De pronto, las puertas del lugar se abrieron y todos se adentraron. Yo suspiré e ingresé. Era mi oportunidad de demostrar que era capaz de todo. A penas me entregaron el cuadernillo y dieron la señal de comenzar, saqué punta a mi lápiz e inicié a responder. Yo podía. Yo me merecía todo.

Tomamos un descanso para almorzar. Volvimos una hora más tarde y resolví todo otra vez. Por mi mente pasaban los posibles futuros que lograría y puse más atención. Me sentía genial. Era mi momento de demostrar que yo podía. Cuando finalicé, entregué el cuadernillo con todas mis preguntas y salí del edificio. Alan me esperaba fuera.

Él había visto lo mucho que me había esforzado. Caminé hacia la multitud y abracé a mi mejor amigo.

—Lo hiciste, mi amor. —Me abrazo con fuerza. Nunca me había sentido tan vulnerable. Yo había dejado todo por ese momento. Tendría que esperar unas semanas antes de recibir el resultado, pero esperaba que lo peor ya pasara.

DAYLIGHT Ⓓ (#2) [COMPLETA]Where stories live. Discover now