𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐃𝐢𝐞𝐜𝐢𝐬𝐢𝐞𝐭𝐞

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Cabalgaron directamente a Ramsay House, con Plagg trotando alegremente detrás. Casi era la hora para la cena, lo que hizo posible que tanto Luka como Claude concluyeran su trabajo para el día. Marinette deseaba haber tenido tiempo para preparar a su familia para la situación.

Estaba contenta de que Félix aun estuviera en Irlanda, porque tendía a ver a todos los extranjeros con desconfianza, y no habría hecho la situación fácil para Adrien. Luka pondría objeciones. La mejor opción era acercarse a Claude, que era el hombre más razonable en la familia.

Sin embargo, cuando la peliazul intentó hacer sugerencias a Adrien sobre a quién dirigirse y qué decir, él la interrumpió con un beso y le dijo que iba a manejarlo por su cuenta.

—Muy bien— dijo Mari de mala gana —Pero te advierto, que pueden ser muy difíciles.

—Estoy consciente— le informó el ojiverde —Por lo menos vamos a tener eso en común.

Entraron en la casa y se dirigieron a la sala familiar, donde Claude y Luka conversaban, Chloé estaba sentada en un pequeño escritorio.

—Agreste— saludó Claude, mirando con una sonrisa —¿Has venido a ver el patio de madera?

—Gracias, pero estoy aquí por otra razón.

Luka, que estaba de pie cerca de la ventana, miró el traje arrugado de Adrien y el cabello despeinado de la ojiazul.

—Marinette, querida, ¿Te han llevado a pasear fuera de la finca y te vistes así?

—Sólo por esta vez— dijo en tono de disculpa —Estaba en un apuro.

—¿Y el capitán Agreste te ayudó?— la mirada aguda de Luka se trasladó al rubio —¿Qué quieres hablar?

—Es personal— dijo Adrien en voz baja —Y se trata de tu hermana— Miró a Claude y a Luka.

Normalmente no habría habido ninguna cuestión relativa sobre a cuál de ellos acercarse. Como señor de la casa, Luka era la primera opción. Sin embargo, los Dupain-Cheng parecían haberse asentado en un reparto de roles no convencionales.

—¿Con cuál de ustedes debo hablar?— preguntó el ojiverde.

Se señalaron el uno al otro al responder al mismo tiempo.

—Él.

Claude miró a Luka.

—¡Tú eres el vizconde!

—Tú eres el que normalmente se ocupa de ese tipo de cosas— protestó Luka.

—Sí. Pero no te gustará mi opinión en este caso.

—No estarás pensando realmente darles tu aprobación, ¿verdad?

—De todas las hermanas Dupain-Cheng— dijo Claude con ecuanimidad —Mari, es la más adecuada para elegir a su marido. Confío en su juicio.

La peliazul le dirigió una sonrisa brillante.

—Gracias, Claude.

—¿Qué estás pensando?— exigió Luka a su cuñado —No se puede confiar en el juicio de Marinette.

—¿Por qué no?

—Es demasiado joven— objetó Luka.

—Tengo veintitrés— protestó la ojiazul —A mis años cualquier perro estaría muerto.

—Eres una mujer— insistió Luka.

—Disculpen si interrumpo— intervino Chloé —¿Estás insinuando que las mujeres tienen poco juicio?

E̴n̴g̴a̴ñ̴o̴  𝐝𝐞 𝐀𝐦𝐨𝐫Where stories live. Discover now