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Después de la confesión de parte de Klaus, Elijah y Marcel se dedicaron a buscar al español que estaba causando estragos en su ciudad, pero como siempre no encontraron nada. Parecía que estaban jugando un juego y el original estaba perdiendo.
Aun con la ayuda de sus hermanos e incluso de su sobrina no habían logrado nada. Elijah pensaba que los Strix intentarían atacar a su familia, pero considerando que la familia era poderosa y se había ampliado dándoles aún más poder.
La frustración del vampiro lo consumía. No podía soportar no saber cómo defender pues no sabía en que posición estaba en el tablero. Lo único que sabía es que estaba perdiendo y el español y la líder de los Strix lo disfrutaban.
Esa también era un interrogante. Un viejo amor suyo era quien lideraba a la organización más antigua de vampiro creada por él. Ciertamente en sus mil años había amado muy pocas veces, sin embargo, amantes no le hicieron falta así que no sabía quién podría ser. El amor y el odio son sentimientos difíciles de borrar y muy letales a la hora de luchar.
Ahora mismo se encontraba en el recinto en espera de nueva información de no ser porque recibió una llamada. Al ver de quien se trataba parecía que sus problemas se iban, al menos por unos instantes.
—Hola Elijah—su dulce voz calmo la ira que tenía el original—¿Cómo estás?
—Danielle—dijo lo más dulce que puedo haciendo que al otro lado de la línea la mujer se estremeciera al oír su nombre—Bastante ocupado con problemas tanto familiares como personales.
—Lamento escuchar eso—un silencio se forma que incluso Elijah creyó que la llamada se cortó—Tengo un favor que pedirte.
—Sería un placer complacerla.
—Que gracioso—suspiro—Madison organizo una cena esta noche y me pidió que te invitara. No debes venir si te parece incomodo estando los tres
—Estaría encantado—intervino antes de que Danielle se pusiera aún más nerviosa. De pronto la puerta se abrió dejando ver a su hermano Niklaus—Danielle ya debo irme. Nos veremos más tarde, pero te deseo un buen día.
—Igualmente, adiós Elijah.
Su hermano ingreso esperando a que colgara la llamada. Cuando finalizo ambos se vieron, el trajeado supuso que no traía buenas noticias.
—Es hora Elijah—comento el hibrido con preocupación en su voz—¿Seguro que quieres hacer esto?
—Estoy seguro hermano—afirmo. El hibrido sabía que su hermano no daría su brazo a torcer así que solo asintió.
Cuando ambos salieron de despacho se dirigieron al patio en donde esperaban sus demás hermanos, así como el resto de la familia o bien aquellos que ya eran considerados familia.
Freya quien no creía conveniente que su hermano hiciera algo de tal magnitud pues si algo salía mal todos los enemigos de Elijah sabrían en donde se encuentra y no dudaría en salir de las sombras para atacarlos haciendo que la familia original iniciara una guerra como en el pasado cuando sus enemigos se reunían intentando destruirlos.
