Esta es la historia del Príncipe Mustafa , su padre el Sultán Suleiman esta casado con la sultana Hurrem , el llega desde Manisa a ver a su padre y después de mucho tiempo la vuelve a ver pero el creía que la odiaba , a caso se enamoró de la esposa...
Todo el palacio se encontraba preparado para recibir a él príncipe Mustafa y la sultana Mahidevran.
Madre ya llegamos al palacio de mi padre.
La sultana se asomo por la ventana del carruaje para corroborar lo que su hijo decía, al ver el palacio la sultana ella sonrio, salió del carruaje y empezó a caminar al lado de su hijo.
La sultana Hurrem se encontraba en sus aposentos, los que eran de la madre sultana, ella estaba pensando en cómo se iba a deshacer de la sultana Mahidevran y del príncipe Mustafa, estaba tan abrumada que decidió salir para despejar su mente, cuando caminaba hacia el harem vio a Sumbul aga que agacha a la cabeza.
La sultana Mahidevran y su hijo el príncipe Mustafa entraron al palacio, ella entró altiva y poderosa sin saber lo que iba a pasar más adelante.
Sumbul aga al verlos hizo una reverencia y anunció la llegada de Mahidevran y el príncipe Mustafa.
Atención el príncipe Mustafa y la sultana Mahidevran han llegado.
La sultana Hurrem al ver al príncipe Mustafa sintió algo raro en su pecho, como si un potro desbocado se hubiera instalado en su corazón, nunca se había sentido así ni con Leo y ni con Suleiman, con Mahidevran sentía un profundo odio y ganas de querér ahorcarla con sus propias manos, ese sentimiento era el mismo que sintió hacia Ibrahim cuando la puso entre la espada y la pared cuando Leo se sacrificó por ella comiendo las delicias turcas, no sabía lo que le estaba pasando.
Mustafa la vio por primera vez en 12 años, ella lucia tan hermosa parecía un ángel bajado del cielo, ese cabello rojo como el fuego le lucia con esa corona y ese vestido verde esmeralda que iba a juego con el color de sus ojos, parecía una diosa griega como las que había visto en los libros, eso er a una Diosa que había bajado del mismo Olimpo a caminar entré los mortales que no eran dignos de ver tanta belleza y tampoco eran dignos de caminar por donde ella pasara, se quedó viéndola tanto tiempo que no se percató de que la sultana Hurrem le hablaba.
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Príncipe Mustafa que bueno verlo, ya han pasado 12 años desde que usted se fue a la provincia de Manisa.
El príncipe Mustafa no podía articular palabra alguna y eso hacía que Hurrem se pusiera nerviosa y al mismo tiempo sentía un dolor indescriptible en el pecho, pensando que Mustafa la odiara por el pasado tormentoso y el odio hacia su madre la sultana Mahidevran.
El príncipe salió de sus pensamientos y empezó hablar con la sultana Hurrem.
Sultana Hurrem, como están mis hermanos y mi padre.
Ellos están bien gracias a Allah, el sultán estará feliz de verlo príncipe Mustafa.
Sultana Mahidevran que bueno es tenerla de regreso.
Yo voy a donde mi hijo vaya y soy feliz con eso, no necesito nada mas, al contrario de ti Hurrem que necesitas más a él sultán que a tus propios hijos.
El príncipe no dijo nada, pero un dolor en su pecho se hizo presente , las palabras de su madre le calaron en lo más profundo de su alma, sabía que la sultana Hurrem amaba profundamente a su padre.
No es así sultana,mis hijos y el sultán son lo más importante en mi vida, ni el trono ni el sultanato ni este palacio importan, si no hay amor no tienes nada.
La sultana Mahidevran se le acercó a Hurrem y empezó a insultarla.
Si yo no tengo nada es por tu culpa, maldita bruja rusa, tu me quitaste todo este palacio, la corona, el trono y lo más importante el amor del sultán, tu fuiste la única culpable.
Sultana por favor calmese yo no vine a pelear con usted, yo no tengo la culpa que el sultán se enamorara de mi yo que podía hacer yo era una esclava y si no hacía caso me iban a matar quien se podía oponer a las órdenes del sultán.
La sultana estaba enfurecida,estaba perdiendo el control y los estribos, la iba a dar una cachetada porque Hurrem le había contestado, ella todavía se sentía como si ella fuera la esposa del sultán, ella se acercó y levantó su mano, la sultana Hurrem esperaba el golpe, pero alguien había detenido la mano de la sultana Mahidevran.
Madre que te había dicho cuando partimos de Manisa,te dije que no quería problemas.
Hijo mío, ella empezó vino a provocarme, ella empezó todo viniendo hasta aquí y luego se atrevió a decirme todas esas cosas, tu la oíste, como se atrevió a retarme.
Sultana ya por favor calmece y no diga más, vamos a nuestros aposentos para que descanse.
La estas defendiendo Mustafa, ella ha sido mi enemiga desde que llegó a este palacio.
No la estoy defendiendo madre, pero te dije que no quería problemas, vamos vaya a sus aposentos que yo iré con mi padre.
La sultana Hurrem le hizo una reverencia y cuando Mustafa iba pasando a su lado cruzaron sus miradas y se sonrieron, Mustafa no sabía que era lo que estaba sintiendo cuando veía a la sultana Hurrem.
Mustafa se dirijo a los aposentos del sultán Suleiman, pero con los pensamientos hacia una mujer, a su diosa bajada del mismo olimpo, esa diosa que con sólo mirarlo a los ojos lo hubiera hechizado, llegó a la puerta de los aposentos de su padre y les dijo a los guardias que su padre lo estaban esperando, los guardias al ver a él príncipe Mustafa hizieron una reverencia con la cabeza para después entrar he ir avisarle a él sultán que el príncipe Mustafa lo estaba esperando afuera.
Aunque Mustafa no lo quiera ver así, el si defendió a Hurrem y Mahidevran no sospecha de que su propio hijo se enamoro de su peor enemiga, no se olviden de dejar su voto y su comentario, eso me anima a subir capitulo más a menudo, ojalá y les guste el capitulo
