A Solas (parte 2)

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Mustafa no podía dejar de ver a Hurrem, se veía tan hermosa, cuando reía se le iluminaba el rostro, ahora entendía porque su padre se había enamorado de ella, al verla sentía que él mundo giraba al rededor de ella, que ninguna mujer tenía la belleza de la sultana Hurrem, ni siquiera la misma Afrodita o su madre era tan bellas como la sultana Hurrem.

Después de charlar, los hijos de Hurrem se marcharon cada uno a sus aposentos, quedando ahí solo el sultán, Hurrem y el príncipe Mustafa.

Mustafa, pronto iremos a la guerra y es por eso que tu te vas a quedar en la capital, serás el protector de Estambul, llevaré a tu hermano el príncipe Mehmed, no pienses que te estoy castigando, te estoy confiando la seguridad de tus hermanos y de mi esposa.

Al contrario de lo que pensó el sultan, Mustafa se encontraba feliz ya que podría hablar con Hurrem a sus anchas y sin que él sultán estuviera presente.

Lo entiendo padre, si esas son sus ordenes, yo las acatare y haré mi mayor esfuerzo,te haré sentir orgulloso padre.

Mustafa abrazo a su padre y al darle el abrazo a él sultán, ella estaba ahí sonriendole, Mustafa al ver la sonrisa de ella, se ruborizo tanto que Hurrem soltó una risita apenas audible para que el la escuchara y el le devolvió una sonrisa sincera,uno de los guardias entró haciendo una reverencia he informo a el sultan que Ibrahim pasha estaba afuera y quería verlo, el sultán ordenó que pasara y les dijo a Hurrem y a Mustafa que lo dejaran solo con Ibrahim,ellos hicieron una reverencia y salieron de los aposentos del sultán, afuera se encontraron con Ibrahim y cruzaron unas cuantas palabras con el.

Principe Mustafa, me da gusto que haya regresado, me gustaría invitarlo a mi palacio, la sultana Hatice se alegrará de verlo a usted y a su madre la sultana Mahidevran.

Ahí estaremos, sin ninguna duda mi madre se alegrará de ver a la sultana Hatice.

Sultana Hurrem que alegría de verla, debería alegrarse que nuestro príncipe Mustafa irá a la guerra.

A Ibrahim le encantaba hacer enojar a la sultana Hurrem,el la detestaba, la odiaba a muerte por el amor que ella le tenía al sultán, estaba secretamente enamorado de ella y si no era con él ella no estaría con nadie,pero lo que no sabía es que Mustafa también se enamoro de ella,Mustafa solo oía las palabras que Ibrahim le decía a Hurrem y a él no le gustaba la idea de que este molestara a su amada peliroja, él salió en su defensa, sin que él sospechara de sus sentimientos por Hurrem.

Ibrahim pasha, lamento desilusionarlo, pero mi padre me ha pedido que me quede aquí en la capital yo seré el protector.

Mustafa lo dijo con una pena que Hurrem se sintió mal e Ibrahim pensó que Hurrem tendría que ver con la decisión del sultán.

Tengo que ir a ver a mi madre, digale a la sultana que encantado irémos mi madre y yo a su palacio.

Ibrahim pasha hizo una reverencia con la cabeza, se le quedó viendo a Hurrem y después se marchó a los aposentos del sultán.

La sultana camino a sus aposentos y en el camino se encontró con el príncipe Mustafa.

Principe Mustafa, quería hablar con usted, no quiero que piense que yo tengo que ver con la decisión del sultán, a pesar de todo lo que a pasado entre su madre y yo, le tengo un aprecio a usted.

Mustafa al oír esto, sonrio y un brillo en sus ojos se asomo, al notar esto la sultana le sonrio a Mustafa y el también le sonreía como un idiota enamorado.

Jamás pensaría que usted sultana, tenga algo que ver con la decisión del sultán, si el sultán tomó esa decisión yo no soy quién para oponerme, el es el sultán del mundo y sus órdenes se tienen que cumplir.

Mustafa y Hurrem del odio al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora