Septiembre acababa de comenzar y el resto del verano no había resultado lo que yo esperaba. Nuestro viaje a Japón previsto para agosto, para añadir un motivo más a los constantes enfados entre Marc y yo, se había cancelado porque su jefa había decidido que tenía que irse a una formación en Bruselas.
Intentamos ambos por todos los medios racionalizar esa situación, pero fue imposible, de forma que disfruté de esos días libres intentando pasar el menor tiempo en casa. Quedé con amigas que hacía mucho que no veía. acompañé a Maca a un retiro espiritual de dos días en la montaña de Cáceres, paseé por Madrid estando medio vacío...un sinfín de actividades que me permitieron pensar poco en Sol y en Marc.
Recibí, de tanto en cuando, algún mensaje esporádico de Marc, meramente informativo a los que contestaba como una autómata con pocas o escasas palabras. El Instagram de Sol estaba repleto de fotos de ella en la playa, con amigos o disfrutando de una copa al atardecer, por lo que tuve que silenciarla para que no me saliera en el timeline, todas aquellas fotos maravillosas. De vez en cuando, me escribía un WhatsApp pero también era parca en palabras como yo con Marc.
Pero los remansos de paz, son eso: remansos. Sol llevaba casi tres semanas de vacaciones y volvía ese jueves. Yo llevaba varios días incorporada en la oficina y no había mucho trabajo, por lo que los chicos y yo cerrábamos pronto y nos íbamos a tomar algo a La Sidrina.
- No queda nada para que vuelva Sol - Cris despegaba, con gran interés, la etiqueta de su botellín de cerveza para evitar centrar la mirada en mí.
- Ya has tenido que sacar el tema otra vez - me reí - pensé que no lo volverías a tocar, tía.
- Has estado mucho más rara que de costumbre, como ajena - fijó sus ojos en mí - eso no me lo negarás.
- Joder, ¿será porque estoy fatal con mi novio de siete años de relación, Cris?
- Ya, ya, pero no creo que sea solo eso, ¿no?
- Es eso. Ya está, tema zanjado. Sol y yo nos llevamos bien igual que se llevan todos bien con ella. Qué manía.
- Si tú lo dices...- carraspeó - el día que no viniste, antes de sus vacaciones, la escuché mandar un audio a una amiga contándole que habías dormido en su casa y que os emborrachasteis mucho.
Se me erizó el vello de todo el cuerpo.
- ¿Cómo? ¿Por qué dijo esa estupidez?
- No sé - se encogió de hombros - no dijo a quién se lo estaba enviando pero estaba bastante contenta, la verdad.
Me quedé callada.
- Y que pasó algo - volvió a centrar, como si tuviera vergüenza, la mirada en la etiqueta de la cerveza - ¿besos? Dijo algo de eso, no escuché bien, se fue hacia el baño.
- ¿Besos? - me subió toda la sangre a la cara - ¿qué besos, por Dios?
- Déjalo, escucharía mal.
- Sería otra Julia. Yo dormí en mi casa y Marc en el sofá, pero en mi casa.
- No entiendo porqué te pones tan rara con este tem...
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Los días con Sol [bisexual] | COMPLETA y disponible en Amazon
RomanceJulia lo tiene todo a ojos de la gente. Un novio perfecto, un trabajo soñado, amigos, casa en el centro de Madrid...lo que cualquier treinteañera querría. Hasta que llega Sol, su nueva compañera de trabajo y desmonta todos sus cimientos. Julia se pl...