Tattoo Boy

6.3K 872 378
                                    

Al día siguiente Hoseok hizo lo que Yoongi le explicó e hidrató la zona del tatuaje con crema cicatrizante.

Mientras lo hacía observó con detalle el dibujo, no podía negar que le gustaba tanto que, desde que despertó, sentía constantemente la necesidad de admirarlo por unos segundos para luego sonreír.

Se preguntaba cuáles serían las reacciones de sus compañeros, imaginar las expresiones de sorpresa en sus rostros le causaba satisfacción.

Desayunó rápidamente y se arregló con su ropa típica para el trabajo; un traje formal azul marino y debajo del mismo una camisa abotonada de mangas largas, sus zapatos negros y corbata a juego con el traje no podía faltar.

No era fan de lo que tenía que utilizar en su trabajo, su forma de vestir era más animada y colorida, de esas que llaman la atención a las personas cuando pasa. Pero trabajaba en un banco, no podía simplemente ir con un traje de colores.

Por esa razón había dejado de pintarse el pelo también, disfrutaba de su aspecto cuando tenía el cabello rubio, pero eso arruinaba el look formal de banquero aburrido y además era difícil mantener las raíces siempre rubias, su cabello crecía rápido.

El único elemento que mantenía eran sus uñas pintadas, aunque a su jefe le pareció curioso el que casi todas las semanas tuviera un nuevo diseño en sus uñas, igualmente le dijo que no tenía problema con que trabajará así.

― ¿Si las chicas pueden porqué tu no?

Fue lo que dijo el hombre cuando Hoseok le preguntó si incumplia el código de vestimenta si tenía manicura siendo chico.

Cuando estuvo listo salió del edificio llendo al estacionamiento a buscar su bicicleta, su fiel medio de transporte.

Ayer no la usó ya que la cena que tendrían iba a ser pagada por el jefe, incluyendo el transporte, por lo que prefirió ir caminando hasta el banco y así su bicicleta no se quedaba toda la noche allí.

Pedaleó recorriendo su ruta habitual, pasando por la tienda de mascotas en la cual aveces hacía una parada para saludar a los perritos, un mismo cachorro no permanecía mucho tiempo ahí, le alegraba que fueran adoptados pero se encariñaba tan rápido que luego le dolía no verlos de nuevo.

Para cruzar las calles se bajaba de su bicicleta y, si era necesario, ayudaba a alguna abuelita o persona discapacitada antes de continuar con su camino.

Durante el recorrido pasó junto a aquel hombre que recogía basura para reciclarla, como todos los días Hoseok lo saludó.

Apesar de no llevar mucho tiempo en aquella ciudad, mucha gente lo conocía gracias a su característica personalidad y amabilidad, bastaba con hablarle una vez para no olvidarlo nunca.

Cuando por fin llegó al banco, estacionó su bicicleta junto a la de los demás, no era el único que usaba ese medio de transporte. Tarareando alegre entró saludando al vigilante que, como siempre, mantenía su rostro en una expresión tosca y seria.

Aún el banco no abría sus puertas así que se tomó la molestia de saludar a cada uno de sus superiores y hacer una parada especial en el escritorio del gerente para dejar golosinas, sabía que las amaba.

―Llegó nuestro pequeño Jung ―escuchó al superior Kim anunciar  ―. Acércate, ayer te fuiste de la nada, no terminaste tu comida.

― ¿A causa de quien? ―Hoseok levantó una ceja observándolo acusatoriamente ya que él comenzó las apuestas ―. ¿Cuántos de ustedes apostaron a que si me haría un tatuaje? ―preguntó en voz alta para todos sus compañeros escucharán. Solo la señorita Lee y el vigilante levantaron sus manos ―. Pues gracias por confiar en mi. Todos los demás, pueden usar el cajero para sacar lo que le deben a nuestros ganadores.

⫷⫶ Tᴀᴛᴛᴏᴏ Sʜᴏᴘ ⫶⫸Where stories live. Discover now