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(aquí tienen pues, la segunda y última parte del one shot del gato Kacchan)

Había pasado un año, un largo y turtuoso año en el que su dueño apenas había podido superar su rechazo. Kacchan no iba a mentir, no le perdonaría a esa humana el haber rechazado a su dueño.

Sin embargo, Izuku pudo salir adelante con su vida, terminó sus estudios y empezó a hacerse cargo de la industria familiar. Se mudaron, Su dueño no quería seguir en ese pequeño departamento y terminó decidiendo que debía mudarse, y ahora vivían en un departamento en la parte más alta de un edificio en el centro de la ciudad, gozando de una vista que al mañoso gato le gustaba.

Izuku apenas tenía tiempo para pensar en el rechazo de su Katsuki. Entre el trabajo y el cuidar de un gato arisco que demandaba su atención no le daba tiempo, excepto en las silenciosas y frías noches donde el insomnio lo agobiaba y anhelaba el dulce tacto de su amada. Eran esas noches en las que odiaba con fuerzas a él que se decía llamar su mejor amigo.

Pero el enojo no le duraba mucho, aun si le habían traicionado las personas que más amo. El amor de su vida, y el chico de 16 años al que considero su hermano, pero ya no importaba. Todoroki Shoto y Katsuki Bakugou se podían pudrir en el infierno.

O eso pensó, hasta que una llamada en medio de la noche lo sacó de su largo letargo. Una llamada de Kirishima, el mejor amigo de Katsuki.

No sabía si responder, una llamada a esa hora no era nada normal y dudaba que le llamara para preguntar sobre su vida, así que lo más probable era que tenía que ver con Katsuki; porque obvio, todo tiene que ver con ella. Al final lo coge, rogando por no arrepentirse de ello después.

— ¿Diga? — preguntó, trató de sonar adormilado para evitar preguntas.

— Midoriya — le saluda el pelirrojo —, lamento en serio la molestia — se disculpa avergonzado.

— No te preocupes, ¿sucede algo? — cuestionó

Se escucho un silencio al otro lado, y poco después a alguien susurrar algo, Izuku colgaria si era una broma de ellos como cuando eran críos, por que no tiene tiempo para ello. Sin embargo, escucha la puerta de una habitación ser cerrada y la voz de Eijiro se deja escuchar — Disculpa en serio, Ella..., no quería que te molestara, pero necesita tu ayuda — le dice Eijiro, y nota en su voz un rastro de súplica, Eijiro se conoce cada cagada de Katsuki, sabe que le pesa pedirle ayuda con algo referente al tema.

Suspira, no quiere tener que volver a lidiar con su mierda, sólo quiere dormir - o al menos intentarlo -.

— No se si yo deba... —

— Por favor — le corta, eso le confunde, se escucha desesperado y  eso le pone ansioso, porque está dando muchas vueltas y no le dice nada —, cuando estés aquí..., lo vas a entender, pero por favor, ven, ella te necesita —

Suspira y al final termina accediendo, cuelga la llamada y se recrimina el haber aceptado, pero al final no le queda de otra, tiene que ir, saber que quieren y luego irse y mudarse a Australia.

Camina por la habitación, busca ropa, se cambia, toma sus llaves y sale de la casa. Decide tomar un taxi por que no le entran ganas de pillar el auto. Y al final llega en menos de treinta minutos.

Cuando llega a la puerta con el numero 506 grabado se toma un respiro, sabe que ella está detrás de esa puerta, y eso lo hace sentir todavía más nervioso. Tocó la puerta y al momento está fue abierta por un Eijiro con su cabello liso y ojos cansados.

Le invitó a entrar y tomar asiento, pero nunca estuvo preparado para la imagen frente a él. Katsuki se hallaba en la punta del sofá, arrinconada y con las piernas dobladas contra su pecho, no sólo eso, su ropa estaba rasgada y en su pantalón habían gotas de sangre, sumándole un feo moretón a su pómulo izquierdo. Se sintió asqueado, pero no por ella, sino hacia la persona que se había atrevido a tocarle un pelo.

Se acercó a ella y se dejó caer de rodillas, ella le miró asustada un momento y luego él alivio y tristeza se dibujaron en su expresión. Se sorprendió de ver a Katsuki llorando a lagrima viva, ni cuando eran niños lo hacía, y eso estaba bien, una mujer no debería de estar llorando y menos por la mano de un hombre.

Acarició su rostro suavemente, en la zona del golpe, y la vio hacer un gesto que denotaba dolor. Izuku sentía una inmensa ira burbujear en su interior.

Luego recordó la sangre, se asustó, la sangre estaba en el pantalón y eso le hizo tener una idea horrible de lo que pudo pasar.

— ¿Esa sangre...? —

— No es de ella — le informo Kirishima —, es de la persona que la atacó

Izuku frunció su entrecejo y miró a Katsuki — ¿Quién fue? —

— No te dirá, a mi tampoco quiere decirme — le explico el oji rojo

— Katsuki, ¿Quién fue? — demandó

Katsuki solo negó con la cabeza mientras cubría su rostro. Izuku estaba empezando a cabrearse.

— ¡Dime quién fue, Bakugou! —

Ante eso Katsuki solo pudo medio balbucear un cosa, un apellido que desató toda la ira que llevaba acumulando.

T-todor-oki — Katsuki alzó la mirada viéndole preocupada —. ¡Pero no vayas a hacerles nada! ¡No le digas a nadie, Deku, por favor! — pedía con desesperación

— ¿Estas de joda? ¿Has visto cómo estás? — le reclamo —. Ahora mismo iras conmigo y mañana pondremos una denuncia, no me importa tener que jugar sucio si así les hago pagar por lo que te hicieron.

Katsuki negó fervientemente, no quería ser una molestia, ya le había hecho suficiente daño a Izuku — No lo entiendes, ellos tienen a mi padres de su lado — le explico, mirándole con un aire de tristeza desoladora —. Yo no quiero casarme con Shoto, quería casarme contigo, quería que fueras tú — le reveló, porque era cierto, pero no contó con que la familia Todoroki estuviese obsesiónada con ella —, pero mis padres aceptaron la propuesta de matrimonio de Shoto, y ellos lo saben, saben lo que me hacen y- ¡no hacen nada! ¡No les importa! —

— Espera, ¿me estas diciendo que no es la primera vez que sucede? — mira a Kirishima de reojo.

— Yo no sabia de eso, es la primera vez que veo a Bakugou desde hace tres años — se defendió el ojirrojo.

Izuku vuelve la mirada a Katsuki, se ve tan asustada, tan pequeña y débil, no es como la recordaba, no es la misma Kacchan, y eso le duele, quiere a la vieja Kacchan de vuelta, aunque esa le rompía el corazón.

— Voy a ayudarte, Kacchan — le dice, trata de suevizar su voz y que no se de cuenta de que sigue enojado —. Pero no lo haré si tu no me dejas ¿vas a cooperar conmigo? — le mira de la manera más dulce que puede en esos momentos, donde siente que quiere ir y caerle a golpes a la familia Todoroki.

Katsuki le mira asustada, indecisa, pero lo conoce desde que eran críos, y sabe que si Izuku le dice que le ayudara es porque es cierto, así que termina aceptando — Esta bien, Izuku

Kirishima suspira más tranquilo e Izuku sonríe.

— Kirishima ¿me prestar un suéter? Llevaré a Kacchan a mi departamento, allí estará segura

— Vale, vuelvo enseguida.

Una el suéter está sus manos ayuda a Katsuki a ponérselo para poder irse, toman un taxi y en todo el trayecto Katsuki se acurruca a su lado, sin separarse de ese lugar en el que se siente segura y cálida, como si hubiera vuelto a su hogar.

Y en realidad era así, Izuku siempre sería su hogar.

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🤡

No es como lo querían, pero es como lo tenía planeado.

Coqueta y Divertida Vida - Dekukatsudeku (Terminada) Where stories live. Discover now