Diecinueve

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A cientos de kilómetros de distancia, Draco estaba de pie en los jardines de la finca junto a Astoria.

Narcissa había insistido en practicar la boda. Astoria tenía un ramo de tulipanes en sus manos y Draco estaba de pie junto a ella en un altar improvisado.

El les había dicho a todos que no diría su línea de texto en el altar hasta el día de la boda.

Tenía una esperanza.

Se acercaría a Amelia lentamente y le diría que aún la amaba.

No se lo había dicho aún por miedo a alejarla. Ella ahora, era como un pequeño conejito conviviendo con Dragón.

No podía perderla.

Al menos, quería ser su amigo.

El la amaba. Pero no estaba seguro.

•••

Amelia estaba sentada junto a Montague en las tres escobas.

Hablaron durante horas y luego él fue a dejarla a su habitación.

La abrazó y, por un momento, sus rostros estaban demasiado cerca.

Le acarició la mejilla y se fue.

Se apareció en el ala de la mansión donde Astoria vivía y la esperó en su habitación.

Ella entró y lo besó salvajemente hasta que se separó.

-¿Que pasó hoy? ¿Como fue todo?

El vaciló —Es linda, amable y... Suave. Es sofisticada y delicada. Ella es... No se como describirlo.

Astoria lo miró, furiosa.

-Pero, aún así, creo que es fácil de manipular. No puedo darle amortentia, en todo momento, bloqueo su mente y no pude ingresar, no había grietas. Si puede bloquear su mente supongo que también puede hacerlo con su corazón.

-¿Te gusta?

-Podría decir que me atrae. Pero no te pongas celosa. Sabes que prefiero mil veces verte a ti desnuda y saber que, en el fondo, eres mía. Aunque, tendría que verla a ella desnuda para confirmar.

Astoria lo golpeó en el hombro y el no se movió.

El la guió hasta la cama.

•••

Draco se apareció en Hogwarts y caminó con fuerza hasta la habitación de Amelia.

Golpeó y ella abrió lentamente la puerta.

Sus mejillas casi se enrojecen cuando lo vio de pie en frente a ella.

Su mirada bajo desde su cara hasta su pecho, en el bolsillo de su traje, había una pequeña flor.

-¿Practicando tu boda?

Decirlo le dolió hasta la médula.

Como si la hubieran apuñalado cien veces en todo su cuerpo y aún así, seguía viva.

-Si.

-¿Quieres entrar?

El asintió y entró a la habitación, fue aterrador observar y ver que era idéntica a la de ella en sus años de escuela en Hogwarts.

Luego, vio una chaqueta de hombre sobre una silla.

No era de un alumno de Hogwarts.

-¿Estuviste con alguien hoy?

-Oh...Si, estuve con un...probable amigo hoy. Me desmayé y él me trajo hasta aquí.

Sintió como su corazón se incendiaba y luego sintió una molestia.

Estaba celoso. Pero no podía reclamar, él estaba comprometido y ella soltera.

Pero ella era su Amelia.

No de ese "probable amigo"

-"¿Probable amigo?"- preguntó viendo cómo ella se divertía viendo su reacción.

Luego el, analizó en su mente lo que había dicho ella. -¿Te desmayaste?

-Si, él me tomó en sus brazos y me trajo hasta aquí.

Ella jugueteó. Quería ver hasta qué punto podía llegar. La cerveza de mantequilla y el brebaje de margaritas habían hecho efecto generosamente en ella.

Se estaba riendo por dentro.

-Oh...y no se que somos, salimos juntos hoy. Estuvimos horas hablando...

Ella vio como los ojos de él se enfriaron y se encendieron a la vez.

-¿No sabes que son?

-No. El es muy amable...Y también quería ser profesor. Además, dijo que en mis años en Hogwarts, siempre quiso ser mi amigo. Y que su amortentia en algún momento, olió a mi.

Ella no estaba mintiendo. Graham le dijo eso.

Draco apretó la mandíbula.

Amelia miró el reloj en la pared y le dio una golpecito en el hombro a Draco.

-Debo ir a ver a mis alumnos, ¿Te dije que soy la jefa de Slytherin? Quizás se lo dije a él, no lo recuerdo. Nos vemos Malfoy.

Ella salió sonriendo de allí, ella recordaba perfectamente cómo era Draco cuando estaba celoso.

Draco le gritó desde la puerta, -¡Lili!

Ella se volteó y caminó un poco para acercarse a él.

-¿Te gusta?

-¿A ti te gusta Astoria?

Darling Malfoy ; Parte DosDove le storie prendono vita. Scoprilo ora