🍂 UNO

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Una noche más, juraba no esperarlo despierta, pero no podía...

Nahomi cada noche decía que no lo iba a esperar más, o al menos sólo para reclamarle, pero como siempre, nunca lo cumplía pues era su esposo y lo amaba.

Escuchó el sonido del carro, la puerta de la cochera al cerrarse y sus pasos en las escaleras. Cerró los ojos y se hizo la dormida.

NamJoon entró a la habitación, miró la cama donde su esposa dormía y se siguió al baño, ignorándole por completo. Se acostó a su lado dándole la espalda y se durmió, así, sin decir nada, como si se acostase con una desconocida.

Ella se giró y miró a través de la oscuridad a su esposo dormido, ésta sería otra noche más que no la tocaba.

Ya hacía meses que no la tocaba y pensó...

«¿Por qué habría de tocarme si ha llegado satisfecho de estar con su amante?»

Cerró los ojos, se giró dándole la espalda y con lágrimas en los ojos se durmió.

~~~

Una mañana más, como todas las mañanas, lo mismo.

Ella se levantaba temprano, preparaba el desayuno para él, lo acompañaba a comer y luego él se iba sin darle un beso, sólo un «nos vemos en la noche» y eso era todo, no un gracias, ni un te amo, nada de eso existía en el diccionario de NamJoon.

Caminó pesadamente y fue a sentarse en el sofá, se puso a mirar por la ventana hacia el exterior, en la calle se veían niños corriendo y jugando, era verano y todos los niños estaban de vacaciones, su corazón se oprimió, no había podido darle un hijo a su esposo, tal vez por el tiempo, no sabía realmente, pero debían haberlo hablado antes de esto.

Llevaba toda la mañana ahí, sentada, pensando cómo hacer que su esposo la mirara como antes, para que reviviera la pasión entre ellos como antes, para que dejara a su amante y volviera a ella.

Una buena opción pasó por su cabeza, tal vez unas vacaciones le harían bien, alejarse unos días renovaría el amor y la pasión, pero recordó que él no dejaría su trabajo así como así. Luego se le ocurrió comprar un poco de lencería y hacerle un baile muy sensual a la hora que llegara, la desventaja era que no era muy buena bailarina y tal vez lo echaba a perder o qué tal esperarlo desnuda cuando éste llegara del trabajo, su mente fue interrumpida por el teléfono que sonó a su lado, asustándola.

Sonrío creyendo que sería él quien llamaba, no se pensó más y tomó el aparato entre sus manos.

—Hola -sonrío.

—Hola Naho -sintió un hueco en su alma, pues quien esperaba que llamara no era, era su mejor amiga, Alessandra.

—Hola Ale, que sorpresa ¿Cómo estás? -respondió intentando estar animada y no quebrarse en llanto.

—Siento no llamarte antes, tenía trabajo y no tuve cabeza para nada más, tuve un colapso y terminé por encerrarme a llorar por ser una asalariada más y por mi soltería que parece jamás terminar -rió. Siempre la hacía reír, y eso a Nahomi le animaba.

—¿Pero te sientes bien? -preguntó preocupada por su amiga.

—Claro, estoy súper bien, sabes que soy una dramática -rio. —Y creí que sería buena idea salir por ahí a tomar algo esta tarde, y no me salgas con que no puedes, porque hace meses que tu esposo muy llega tarde -soltó y Nahomi hizo una mueca de dolor al escuchar las palabras de su amiga.

Alessandra y Nahomi siempre habían sido amigas, se conocieron desde la secundaria y formaron una buena amistad, ambas se conocían perfectamente bien, y sabía que su mejor amiga era muy directa, con ella aún más ya que Nahomi siempre la buscaba para desahogarse.

UNTRUE; NAMJOONWhere stories live. Discover now