Francesco © (Mafia Cavalli IV)

Capítulo 1:

Sicilia, Italia.

Unos meses después.

FRANCESCO:

La mafia italiana se divide en cuatro grupos principales.

La Cosa Nostra, de Sicilia.

La 'Ndrangheta, de Calabria.

La Camorra, de Nápoles.

La Sacra Corona Unita, de Apulia.

La primera en surgir fue la mafia siciliana, la cual estableció el modelo para las otras mafias a partir del siglo XIX al desarrollar la omertá, el código de silencio que rige el comportamiento y exige la lealtad a muerte de sus miembros. Esta se caracterizó desde un principio por su pasión por la familia y por el establecimiento de protección a los establecimientos de la isla a cambio de una cuota y altas dosis de chantaje, pero terminó migrando a otros países, principalmente a Estados Unidos, y abarcando mucho más. Actualmente venta de sustancias ilícitas. Prostitución. Extorsión. Chantaje. Lavado de dinero. Asesinatos por encargo. Política.

La Camorra, al suroeste, se dedica directamente al tráfico y a la extorsión, pero sus métodos siempre han sido más brutales y descuidados. También son conocidos por sus talleres para imitaciones de prendas de moda, pero no es ahí de dónde provienen sus principales ingresos. Al igual que la 'Ndrangheta, es menos jerárquica y tiene más presencia en Europa. La mafia calabresa al principio surgió como una rama de la Cosa Nostra, pero actualmente solo es su aliado en lo que se refiere a la distribución de la cocaína. Misma ruta hasta Italia, negocios diferentes manejados de forma diferente. Por último, está la Sacra Corona Unida. Es la más pequeña de las cuatro y se dedican al contrabando de cigarrillos, drogas y armas, pero también al tráfico de personas. Fuera de los conflictos internos de La Organización en búsqueda de su mando supremo, nuestros principales enemigos son la Camorra.

En lo más bajo de Italia, Sicilia es una de sus veintes regiones y la cuarta más poblada del país, pero la isla más habitada del mediterráneo. Su capital es Palermo, el sitio donde se encuentra el castillo milenario de mi familia. Solíamos controlarla y de esa manera a La Organización, pero perdí la ciudad mientras mi tío todavía vivía, causándole decepción de una manera que nunca olvidaré. Es por ello que ahora resido en un piso en Catania, una de las pocas ciudades que ha permanecido completamente leales a los Cavalli y a nuestra dinastía. Dejo de mirar hacia sus pintorescas calles a través del ventanal, tomando una última respiración antes de girarme hacia los tres hombres que su jefe envió a su muerte.

Fueron atrapados intentando matarme.

Esta vez, la cuarta este mes, la Camorra decidió ser más creativa y los disfrazó de aspirantes a soldados para la mafia siciliana. Pasaron las primeras pruebas, pero su insistencia en conocer al responsable tras su reclutamiento los delató. A menos que se trate de un psicópata, como Vicenzo, ningún hombre suele estar ansioso de empezar a trabajar como asesino. Por lo general los principiantes están asustados. Temerosos. No ansiosos.

Los hombres frente a mí son jóvenes, pero no son novatos.

Lo veo en sus ojos.

Veo la muerte, la sangre y la resignación.

Pero también veo falta de organización y la torpeza, lo que es usual de la mafia de Nápoles y una consecuencia de que su jerarquía sea más horizontal que vertical.

─No me gusta sonar repetitivo, pero se necesita mucho más que cuatro hombres para dar de baja a un Cavalli. El secreto de nuestra muerte es la creación de un escenario perfecto. ─Por mi cabeza pasa la muerte de mi tío y de mi padre, ambas llevadas a cabo por hombres en los que confiaban y consideraban hermanos─. Por lo general cuesta años llegar a él.