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—¿Podemos ir a comer? —Le pregunté a Mitsuya. —¿Por fis?

—¿Por qué quisiste venir conmigo? Los gemelos estaban disponibles. —Bufó rascando su nuca.

—Ya, pero me divido una semana, la  anterior me tocó con Mucho, ahora te toca aguantarme. —Sonreí. —Ahora vamos a comer, tengo ganas de un elote con chile.

—Que nada de picante para ti. —Gruñó.

—Ay pues pido del que no pique. —Sonreí inocente.

Nos acercamos al puesto de elotes más cercano, y yo pedí unos esquites porque de último momento se me antojaron, aunque es la misma mamada en palo o en vaso es lo mismo, y Mitsuya se pidió un elote.

—Del chile que pica. —Pedí.

—No, señora no le haga caso, está malita de sus facultades mentales, dele del chile que parece dulce.

—Eres bien aburrido. —Me crucé de brazos viendo como la señora le ponía del chile rosita, ese que no se ve tan picoso. —Gracias...

Pagamos y nos fuimos.

—Algún día, algún día comeré todo lo picoso y te voy a matar con las llamas de fuego que salgan de mi boca.

—Dirás mal olor. —Se burló y yo le di un sape. —Mieloteeee.

—Jijiji, por wey. —Me reí, pero él me dio un manotazo y se me cayó mi esquite.  —¡Mi elote en vasoooo! ¡Te vas a pudrir en el infierno pinche Mistuya gacho!

—Se llaman esquites. —Dijo mientras se reía.

—Me vale madres, es la misma cosa. ¡Ven aquí maldita cucaracha!

—¡No, Moe, hagamos las pases!

—¡Me las vas a pagar Mitsuya!

A Mitsuya le llegó una llamada, era de Draken, al parecer lo citaba en nosedonde, pero como yo estaba con él me tuvo que llevar.

Claramente se fue a cambiar por el uniforme de la Toman, y nos fuimos en su moto hasta donde lo habían citado.

Pero cuando llegué me topé con que Draken estaba con la Elsa y otra chica. Gruñí molesta quedandome con Mucho, lejos de Draken y ellos.

—¡Moe, ven aquí! —Exclamó Draken pero yo me hice la que me hablaba la virgen. —¡Moe! ¡Te traje cheetos!

—¡Ya voy Drakencito! —Fui hacia él con una gran sonrisa. —¿Y mis cheetos?

—Cuida a Emma y a Hina, es la novia de Takemicchi.

—Tú. —Gruñí hacia la pelirosa. —¿Te atreviste a golpear a Mikey? ¿Quién demonios te crees?

—¡Hey, hey! Moe, ella se disculpó. —Me dijo Draken y luego de mirar a Mikey quién asintió, sólo le dirigí una mala mirada a ambas chicas y me fui de ahí.

Ya que no me dejaron entrar a la reunión, me quedé con las chicas, pero lejos de ellas.

—¿Tú eres Moe? —Preguntó la rubia, asentí de mala gana pero sin voltear a verla. —Es un gusto, soy Emma, Draken me habla mucho de ti.

—Yo soy Hinata Tachibana, es un placer conocerte. —Dijo la pelirosa. —Y disculpa por haber golpeado a Mikey, no sabía que eras su novia.

Me reí levantándome de la roca en la que estaba, fácil les sacaba una cabeza a ambas de altura.

—Mikey no es mi novio, pero a todos esos chicos de allá adentro los quiero demasiado, y si alguna de ustedes, escorias, o cualquier otra les hace algo les voy a hacer la vida imposible, ¿Quedó claro?

Ambas asintieron temerosas. Volví a mi lugar y ellas se alejaron para hablar mientras me miraban.

Nunca fui buena relacionándome con chicas, normalmente cuando me llevaba bien con alguna chica es porque venía de mi acercarme y llevarme bien con ellas. Pero estás dos... Me dieron malas impresiones desde el inicio, va a ser difícil que yo llegue a relacionarme con ellas.

Apenas la reunión acabó, iba a ir con Draken pero la pequeña rubia se acercó corriendo hacia él. Apreté la mandíbula y fui con Mitsuya.

—¿Todo bien? —Preguntó y yo asentí forzando una sonrisa.

—Vamos por un elote, me quedé con ganas. —Hice un puchero y él rió encendiendo su moto, esperó a que subiera, me pusiera el casco y arrancó.

—Ya dime qué te pasa, estás rara desde que llegamos. —Me dijo mirándome por los espejos.

—No es nada, pero... Sabes que no me gusta estar con chicas. Lo cual es irónico porque en casa convivo con muchas, y en el reformatorio también. —Reí sin gracia recargando mi cabeza en su hombro. —Mañana voy a salir.

—¿Quién es el desafortunado al que le toca convivir contigo? —Cuestionó divertido.

—No es ninguno de la Toman. —Dije y él freno de golpe, la llanta trasera se levantó y casi nos vamos de hocico. —¡Imbécil casi nos matas!

—¿Tú? ¿Saliendo con alguien que no es de la Toman? ¿Quién demonios es?

—Lo conocí en la escuela, es un año mayor que nosotros, es lindo, pero como que se le safó un tornillo... Cómo sea, saldré con él mañana después de la escuela.

—¿Y me dices porque...?

—Ah, Draken mañana volverá a salir con Eloisa, y cuando sale con ella no me pone atención, asi que por si me secuestran y no me encuentran, me fui con él.

—¿Sabes lo peligroso que es que salgas con un desconocido?

—No es desconocido... —Reí nerviosa. —Lo conozco desde que entré a segundo, no hablé de él con nadie porque Draken iría a buscarlo y lo espantaría para que no se junte conmigo, y con ustedes peor porque irían en bolita a darle en su madre.

—¿Ese tipo tiene nombre?

—Obvio, se llama Hanma. —Sonreí.

Llegamos al puesto de elotes y compramos dos, esta vez nos mantuvimos alejados para no hacernos tirarlos y cuando acabamos me llevó a casa.

NEXT LEVEL [Tokyo Revengers]Where stories live. Discover now