Nuestra Marca [STONY]

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Steve se quedó a mitad de camino, o más bien, a mitad de camino de la oración. No podía dar pie a lo que oía, de seguro el Doctor se equivocó o solo lo dijo de manera figurativa; hay algo que, si estaba claro, no estaba siendo completamente honesto.

-Si te refieres... a apoyarlo en el proceso de recuperación – comento el soldado – te lo agradezco, claro que si

- No – insistió – hablo de que quieres... llegar a donde haga falta y te apoyo – su voz no mostraba duda

Steve dudo unos segundos – creo que... estas confundido – volviendo a caminar hacia la habitación

-Para nada – sujetándolo – tienes razón, es la única opción... - ríe – además, técnicamente yo te di la idea y tengo que hacerme responsable por eso – parado frente a él – puedo ayudarte, debo ayudarte

- ¿Por qué? – pregunto confundido

- Porque... es lo correcto

- Pero lo que haremos... - agarrándolo del brazo y bajando la voz – no es correcto, al menos no para la ley ¿Por qué querrías entrometerte en algo así?

- Eso no importa – indico Strange – Tony es una víctima y no merece pasar por algo así... estar atado a alguien que solo le causo dolor, alejado de quien ama y... sin libertades

Steve comenzó a entender los motivos del Doctor - ¿Lo haces por él... o por ti?

El medico callo unos segundos – por los dos, ustedes dos merecen estar juntos... y yo quiero probarme a mí mismo que no soy solo un omega estúpido, que incluso nosotros podemos hacer justicia... quiero más que salvar vidas – firme – quiero componerlas

El Capitán estaba mudo, jamás habia escuchado a alguien hablar con tanta convicción, casi era admirable - ¿Estás dispuesto a correr todos estos riesgos?

-Si – insistió – y te mostrare que puedes confiar en mi – mira hacia los lados – te daré acceso a la investigación de Ross – Steve abrió los ojos sorprendido – dame hasta mañana en la mañana – comienza a caminar – y cuéntale al Sr. Stark – alejándose de ahí

Y así, mientras Steve volvía con Tony para dormir a su lado, Stephen termino rápido su turno y se fue veloz al departamento que compartía con Ross, tenía que llegar ahí antes que él, solo así el plan tendría éxito, y de paso, se motivaba para tomar una decisión crucial. A las pocas horas, el detective llego agotado a su hogar, encontrándose casi todas las luces apagas, y a su pareja sentada en el sillón, con un bolso en la mano; el mensaje era claro.

Ross inhalo con miedo - ¿Qué... sucede?

-Lo que vez – respondió Strange – me voy, Everett... - el detective tembló, sabía que cuando lo llamaba por su nombre, iba en serio

- ¿Por qué? – se maldijo por esa pregunta, pudo haber formulado una mejor

- Esto no está funcionando... - se para – Te Amo, Everett – inhala – te juro por Dios, que lo hago... pero no puedo seguir esperándote, no puedo presionarte y no puedo... - caminando hacia el – seguir viviendo bajo la sombra de una persona que ya falleció – se para frente a él – en verdad, no te deseo más que felicidad, y espero que algún día... puedas encontrarla – le sonríe – adiós...

- ¡No! – sujetándolo con urgencia - ¡Por favor! – sus ojos se humedecieron - ¡Quédate! – lo mira fijamente y el Doctor siente la flaqueza amenazar

- ¿Para qué, Ross? – su voz comenzaba a quebrarse - ¿Qué puedes ofrecerme?

- Solo una cosa – firme – amor – Stephen sintio el palpitar golpeando su razón – Te Amo... juro por Dios que lo hago y hoy... - acaricia el rostro del Doctor – lo comprendí