Capítulo 2.

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¡Hola mis bonitos lectores! Este capítulo me costo un poco más pensarlo por el espacio que dan en el canon, o sea BF es golpe, tras golpe, tras golpe, tras depresión. Pero quede muy contenta con estas escenas, así que espero que les gusten, ya saben, los primeros capítulos antes de los Lee son los momentos más felices que tenemos en el manga. Este pequeño capítulo se lo escribí a mi preciosa Aphroditeinyourheart, ya era hora de que te dedicara algo otra vez, gracias por el constante apoyo que le das a mis cositos deformes y a mí en general, te amo muchito.

¡Espero que les guste!

¡Espero que les guste!

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—Ei-chan... —El aludido se encogió en la litera, acababa de despertar luego del altercado en el Club Cod—. ¿Qué es eso? —Eiji tarareó, nervioso. Tal vez si fingía demencia, Ibe lo dejaría en paz. Solo debía quedarse quietecito y suplicar para que las neuronas de su tutor se encontrasen ahogadas.

—¿Qué cosa?

—Eso que tienes entre los brazos. —Jade le apretó la camiseta, exigiendo atención, era una amarilla que no había visto antes, le quedaba grande y era ligera.

—Es un bebé, Ibe-san. —Luego de saltar al río tuvieron que cambiarse, fue un milagro que ninguno acabase enfermo o ahogado. ¿Qué diablos estaban pensando?—. Ya habías visto uno antes con Aki-chan.

—¡No me refiero a eso! —Max le estaba zurciendo la cabeza a Shorter en el piso, una punzada de culpa le apretó el corazón, si hubiese sido más cuidadoso nadie habría salido herido. El lugar apestaba a antiséptico y café frío, lucía hermético e increíblemente descuidado—. ¿Por qué ese bebé no se ha querido despegar de ti desde que llegamos? ¿Qué clase de relación tienen?

—Se llama Jade. —El aludido sonrió, alzando sus manitos en el aire, clamando por un arrullo. Ese fabuloso mameluco con estampado fosforescente fue reemplazado por un conjunto improvisado—. Es el hijo de Ash. —Ibe suspiró, frotándose el entrecejo. No había querido subirse a la litera por los berrinches del cachorro de lince, parecía posesivo con su protegido.

—¿Qué relación tiene contigo?

—Lo eligió como su mamá. —Fue Shorter quien quebró este eterno círculo de escamoteo—. Por eso no se ha querido separar de él. —Max todavía le estaba desinfectando el corte, paquetes de gasas sucias pendían a sus pies junto a cajas con medicamentos vencidos—. Eiji es el chico del jefe.

—¡¿Qué?!

—¡Shorter!

—Amigo, lo hubieras visto. —Ignorar el grito de Ibe fue lo más sano para los presentes—. Ese bebé nos amenazó con matarnos si lo apartábamos de ti, es realmente caprichoso. —Jade parpadeó con inocencia ante lo dicho. Sus pestañas lucieron blancas bajo la luz artificial del cuarto, habían algunos recortes de diarios pegados a la pared y una alacena desabastecida.

—Ni siquiera puede hablar. ¿Cómo los amenazaría? —Eiji comenzó a mecerlo sin alzarse de la litera, era extraña la voracidad con la que crecía el burbujeo en su corazón. Sí, no tenía ninguna conexión coherente con Jade, ni siquiera con Ash. Pero sentía que si los dejaba solos se arrepentiría durante toda su vida. Él le quitó una ondita dorada de la frente, lindo, realmente lindo.

De pandillero a papá soltero.Where stories live. Discover now