Antes de Irme | kth ; _____ | +18✔️

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Taehyung

Con el aire golpeando en mi rostro, di media vuelta y abrí la puerta de servicio que llevaba a la azotea del edificio.

Baje las escaleras y me dirigí al apartamento, en algún momento tendría que enfrentar la realidad que había elegido.

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Pude escuchar la puerta del apartamento ser abierta, pensando en Jimin seque mis lágrimas y salí de la habitación. Mis pasos se detuvieron a la par con mi respiración.

—______... —mi nombre en sus labios me hicieron estremecer. Tome aire profundamente y retomé mi caminar por el pasillo para salir de ahí lo antes posible.

—Yo... —mi voz apenas si se escuchaba. Pase saliva, aclarando mi garganta. —Yo lo siento, pensé que era Jimin, vine a recoger unas cosas que había olvidado. —Señalo mi bolsa.

—Claro.

Pasé a un lado de él pero me detuvo sosteniendo mi brazo con su mano.

—Yo —comenzó a hablar. —Lo siento —suspiró. —Nunca debí decirte eso.

Cerré mis ojos, intento de impedir que mis lágrimas volvieran a salir, no podía llorar de nuevo frente a él

—¿Por qué? —pregunté una vez que el nudo en mi garganta se había desvanecido un poco. —¡¿Por qué?! —grite enojada viéndolo directamente a los ojos.

—Tú... tú te mereces algo mejor que yo —habló, pero sus ojos eran un río al igual que los míos.

—No pongas ese tipo de excusas. Tú eres lo que yo quiero.

Tomé su camisa en mis manos, formando puños con ellas de lo fuerte que lo estaba sujetando.

—Mírame —hablé con coraje. Tae bajo la mirada y mis ojos se encontraron con los suyos. —¿Sabes que es lo más lindo de los sueños?, ¿de mis sueños? —afloje el agarre de su camisa. —Puedes estar con las personas que es imposible estar en la realidad. Puedes estar en cualquier lugar y al mismo tiempo en ninguno, porque todo es posible en los sueños, y, en los míos, siempre estoy contigo, en mis sueño puedo abrazarte durante todo el tiempo que yo quiera, así puedo tenerte para siempre, porque en mis sueños todo llega a ser tan simple. —Solté su camisa para limpiar mis lágrimas.

Sus manos subieron a mis hombros, colocando cada una a los lados, comenzó a abrir la boca para hablar, pero lo interrumpí.

—Miénteme —le dije. —Necesito que lo hagas.

Sus ojos me miraban, dejando que continuara con lo que iba a decir, sin embargo, busque sus labios, besándolo con desespero.

—¿Me amas? —pregunté en medio del beso. Volví a juntar sus labios con los míos. —Miénteme —susurré.

Sus manos, que estaban a sus costados, tomaron mi cintura, juntando nuestros cuerpos aun más. Comencé a caminar hacia la habitación aun besándonos.

Giro la perilla de la puerta y la abro para entrar en la habitación.

Mis dedos desabotonan la camisa de Tae, lentamente, quiero disfrutar este momento, guardarlo para mí.

Cuando mis dedos terminan su tarea meto mis manos debajo de la camisa, acaricio su pecho, recorro la piel de sus hombros, quitando así su camisa por completo.

Por otro lado, las manos de Tae estaban en mi espalda, bajando lentamente el cierre de mi vestido vestido blanco, una vez abajo, sus manos recorrieron mis caderas, donde empezó a arrugar mi vestido, subiéndolo lentamente, las yemas de sus dedos rozaban mi piel en esa zona.