Capítulo 12: Besos sabor algodón de azúcar.

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Cheryl Jones.

Mis ojos se deleitaron por segundos. Segundos que se me hacían eternos. Sus pupilas dilatadas me hacian saber que quería más de mí, como yo quería de él. Sus labios rojizos he hinchados me invitaban a jugar con ellos de nuevo. Sin esperar más, choque con brusquedad sus labios con los míos, uniéndonos en un beso más eufórico, sin control; Mis torpes labios trataban de seguir su paso, mi dedos se entregaban en sus hebras mieles, tirando hacia atrás. Por parte de él, se sostenía de las tablas que nos separaban, su mano libre apretaba mi cintura, intentando pegarle a él, lo cual no se podía por la mesa.

Tiró de mi labio inferior, esto género ardor y satisfacción, un pequeño jadeo escapó; Sin desaprovechar, su lengua se coló a mi boca, tentando a la mía. El me dominaba, apesar de tratar de hacerlo ceder, me era imposible, tus labios eran dulces.. sabían, tal vez a un algodón de azúcar. Sin poder tomar más aire, me separé de él. Pegó su frente en la mía, sin dejar de mirarnos, sentía mi rostro caliente, me miró de una manera tierna.. ¿Especial?

—Bueno..—susurro en voz baja, con la respiración irregular.

La cercanía seguía, mis ganas de besarlo también. Observé por el rabillo del ojo hacia el montón de ojos curiosos, esos que olvide cuando me comía la boca del trigueño. Al pensar la situación mejor, y con cabeza fría, caí en la realidad. Todos nos vieron. Giré mi anatomía completa hacia las personas que disfrutaban el show; La mayoría celebró y aplaudió, varios flashes llenaron mi cara.

«¡Lee y Elle!»

—Oh.. por dios.. ¿t-todo el mundo vió eso?.., Elle y lee me matarán.

Mi cara se calentó, la cubrí como pude. ¿Dónde se quedó mi lado Mascherano?

—Tierra tragarme.

Noah, todo lo contrario a mí, parecía divertirme la situación, relajado.. como su el beso no hubiera pasado. Cómo si no nos hubiéramos atascado frente a todos. Parecía gustarle la maldita atención.

—Ya, ya, Cerecita—la muy conocida sonrisa moja bragas adornaba su rostro—. Solo fue un beso, no es como que hallamos follado.

Seguro, un beso.

Solo un beso.

No tiene importancia, es solo un beso.

—Sí, claro, un beso.

—Bueno, te dejo trabajar, yiyi. Sigue así.— colocó su mano en mi hombro, dejando unas cuantas palmadas en este.

¿Trabajar?

Me entrego el antifaz. Trabajar= Compartir babas.

—Ay, no.. No, no te vayas, no quiero compartir babas con desconocidos.

Los chicos se comenzaron a formar en la fila. El abucheo no me dejaba escuchar lo que gritaban, solo entendía: ¡Beso con la pelirroja!

Elle estaba ahí, me mejor amiga la cuál estaba sorprendida, enojada era la única palabra que no veía en su sistema. Me guiño el ojo, y sonrió con coquetería.

—¡Atención, damas y caballeros!—gritó, Elle. La atención del público, y de Noah el cual estaba por irse—, ¡Una nueva belleza en el puesto! ¡La chica de cabello como el juego, y ojos imnotizantes, dignos de una Mascherano! Con ustedes: Cheryl Mascherano.

«¿Me vendió?»

No, nos subasto.

—Dios, ya llévame.

—Besas bien, cerecita—enmarque una mi ceja. Era un desastre, hace unos momentos era presentadora, ahora tengo que besar a no se quién. Me bese con el hermano de mi mejor amigo. Bese a Noah—. Solo no lo hagas más.

NOTAS DE AMOR | Noah Flynn.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora