Capítulo 12: El Dragón y La Bruja.

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Varios días han pasado ya desde la confrontación entre el difunto noble Idol Rabier y nuestros protagonistas. Con opiniones divididas, la gente se había adaptado a las nuevas normas en cuanto a la esclavitud y tratos hacia los semihumanos. La mayoría opinaba que éste cambio es perjudicial para el pueblo ya que las rigurosas normas hacían que varios comerciantes de esclavos dejaran sus negocios al no poder cumplir con los requisitos o simplemente rechazándolos; pero otros pensaban que era un buen cambio ya que, al tener esclavos con mejor calidad de vida y fuera de la clandestinidad, los negocios prosperarían de mejor manera. Pero este hecho y la pelea contra Juggernaut tuvieron sus impactos, y ahora la gente veía a los Héroes Vasallos de diferente forma; lo que hizo que varias dudas se plantaran en la cabeza de la población.

Por su otra parte, la mansión del noble pasó a ser renombrada como la Mansión Restrepo, la cual ahora goza de un nuevo conjunto de servidumbre que fue contratada por Restrepo y supervisado por las Sombras. Dentro del lugar, Sebastián y Daniel están en un cuarto medio oscuro, construyendo algo sobre una mesa iluminada por una lámpara a modo de científicos locos.

—¿Me puedes repetir por qué estamos construyendo esto? —preguntó Daniel desconcertado y con cara de ligero disgusto por lo que estaba haciendo.

—Urgh —se queja Sebastián agotado—. Por enésima vez: Le prometí al esclavista hacer un producto para él si nos daba información de los cazadores de esclavos. Sí, la información al final valió para pura ñonga, pero de igual forma tengo que pagar si no quiero meterme en bronca. Ya tenemos suficiente con que ahora nuestra imagen ante el pueblo esté manchada en duda por la muerte de Ibai.

—Entendí la referencia pero, ¿por qué específicamente ESTO? —pregunta haciendo énfasis a varios objetos encima de la mesa, los cuales tenían una extraña forma.

—Bueno , es que me puse a pensar: ¿Qué es lo que va acorde al negocio de un enfermo que vende personas como esclavos con diferentes propósitos? Tras una paja y varios análisis filosóficos, ¡BOOM! Llegué a la resolución de crear... ¡¡juguetes sexuales!! —expresa emocionado Sebastián alzando dos objetos de forma fálica en sus manos.

En efecto: Sobre la mesa había un singular número de juguetes sexuales con distintas formas, tamaños y propósitos, además de herramientas icónicas comúnmente usados para aquel antiguo arte llamado «BDSM», y también lo que parecían ser varios intentos de onaholes.

—No puedo evitar sentir que le estoy haciendo un mal a éste mundo al ayudarte a crear esto —comenta Daniel con los ojos muertos.

Tranquilovsky. Ni que estuviéramos haciendo armas nucleares. Además, quién sabe si más adelante me lo agradezcas cuando obtengas alguno para practicar con Rifana —sugiere en tono burlesco.

—O a lo mejor los uso contigo si sigues hablando estupideces —responde amenazador.

—No sería una mala idea, pero aprecio el tamaño de mi ano —responde tranquilo—. Pero en fin, hay que poner esto en un paquete junto con las instrucciones de uso y enviémoselo a-

Sebastián es interrumpido por el entrar abrupto a la habitación de una figura conocida, quien era Rifana y que al parecer, tenía algo importante qué decir por la expresión en su cara. Ante la sorpresa, el dúo se gira rápidamente y se inclinan hacia un lado con sus codos sobre la mesa, apoyando la cabeza con sus puños en son de ocultar lo de atrás suyo.

—¡Daniel, Señor Sebastián! ¡La carroza que trae a la señorita Andrea y el señor Lairo está entrando por la puerta de la mansión! —expresó la chica comadreja emocionada, sentimiento que luego cambió a curiosidad al ver la posición en la que estaban los dos chicos, preguntado—: Eeeesteee, ¿están ocultado algo o es mi idea?

El Ascenso de los Cuatro Héroes: Un nuevo UniversoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora