CAPÍTULO 4: PROBLEMAS EN LA TABERNA

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—Link: Desde ese momento hasta ahora, ha pasado una semana. Llevo buscando esa dichosa aldea Kakariko desde entonces.

—Adox: (¡¿Despertaste la semana pasada de tu letargo?!)

—Link: En fin, cuando salí de la meseta, me dirigí hacia la región de Picos Gemelos por indicación del rey. He estado buscando su torre, pero no la encuentro, y eso que son bien altas.

La región de picos gemelos está situada en el centro de Hyrule. Se caracteriza por sus praderas, por sus pequeños bosques llenos de vida y, sobre todo, por la gran montaña que se encuentra en el centro, que hace siglos quedó partida por la mitad debido a un gran terremoto. A los dos montes resultantes del desastre natural se les conoce como Picos Gemelos (de ahí el nombre de la región), y son un punto turístico clave de Hyrule.

—Adox: Bueno, esta región, Necluda, se encuentra a continuación de la de Picos Gemelos así que no te has desviado tanto.

—Link: Sí. Te iba a contar que la torre de Necluda sí que la encontré, y en ella aparecía esta aldea, pero no con su nombre, por eso me acerqué a preguntar. Quería saber si quizá podría ser Kakariko, aunque estuviera en otra región diferente. Yo que sé, quizá habían cambiado las fronteras o algo...

—Ya veo...

—El caso es que, si no encuentro la torre de Picos Gemelos, me será imposible alcanzar Kakariko... Pero, en fin, siguiendo mi ruta hasta aquí, me han pasado dos cosas importantes: Para empezar, descubrí un establecimiento lleno de personas en medio del campo. El edificio en cuestión era una posta, una carpa con una particular chimenea con forma de cabeza gigante de caballo en la parte superior. Me llamó la atención, así que lo visité, y allí un viajero me informó de la ruta que debía seguir (y la he seguido al pie de la letra... o eso pensaba...)

—Adox: Ya veo.

—Link: En la posta, como supongo que sabrás, se pueden registrar caballos. Eso hice con Tormento, mi caballo, que lo había logrado adiestrar de camino allí, y me dieron incluso una silla y una brida, lo cual me ha venido bastante bien (el dinero que usé para pagar lo obtuve vendiendo objetos a un mercader ambulante que andaba por allí).

—Adox: Se nota que os lleváis muy bien.

Link y Adox se encontraban en ese momento en el comedor, pues ya se había hecho tarde contando la historia, y ya eran la una de la tarde. Mientras hablaban, observaron que, en la barra, detrás de ellos, un señor bastante alto y grande estaba acosando a una chiquilla que tomaba una copa.

—Grandullón: Venga, guapa... Sé que lo estás deseando...

—Señorita: Por favor... Déjeme tranquila... Se lo ruego...

—Adox: Bah... Es Neal... Está todo el día igual. Mejor no lo mires, no vaya a ser que nos metamos en problemas. Es el hombre más fuerte de toda la aldea.

Neal era muy alto, de al menos 1.90, y estaba en plena forma. Tenía 25 años. Su pelo rapado y su mandíbula marcada aportaban un toque intimidante a su presencia. Su voz era grave y profunda.

Link observó la situación y no pudo contenerse.

—Link: Observa, Adox. Esta es la segunda cosa importante.

—Adox: ¡¿Eh?! ¡¿Qué vas a...?!

Neal comenzó a acercar su mano a la pierna de la muchacha, pero Link sacó rápidamente la piedra sheikah y, tras iluminarse de color rojo, apuntó hacia una botella de licor de la estantería tras la barra, cuyo tapón era de hierro. La botella fue atraída hacia Link a toda velocidad, pero como Neal se encontraba en el medio, le dio de lleno en la cabeza.

El Éfiro - Zelda Breath Of The WildWhere stories live. Discover now