TEMPORADA 4 / CAPÍTULO 70: GROY E ISYR - PARTE 1

22 1 0
                                    



—Honelia: ¡¿Quéeeeee?!

—Guardia zora: Ya lo has oído, está totalmente prohibido el acceso a la ciudad en estos momentos.

Honelia al fin había llegado a la Región de los Zora, pero ahora se presentaba ante ella un nuevo problema.

—Honelia: ¡Por fa! ¡Solo quiero ir al hospital un momento!

—Guardia zora: ¿Q-Qué? Entonces, ¿sabes lo que ha pasado?

—¿Ah...? No... ¡¿Qué ha pasado con el hospital?!

—Nada... Bueno, da igual. Ha habido un... bueno, incidente, llamémosle. El caso es no que puedo permitir entrar a más desconocidos al interior de la ciudad. Son las órdenes.

—Y entonces... ¿usted no sabe qué ha pasado?

—No, no lo sé. Lo que sí sé es que están llevando a cabo una investigación que da para largo. Aquí solo pierdes el tiempo, no podrás pasar hasta dentro de un par de días como mínimo.

—(¡¿U-Un par de días... mínimo...?!) V-Vale...

—Gracias por comprenderlo. Que pase buena tarde.

—Adiós...

Tras esta agridulce noticia, Honelia se dio la vuelta y retomó su marcha.

—(Supongo... que iré al Monte Trueno... Ellos ya habrán acabado lo que tengan que hacer, pero al menos me cruzaré con ellos en el camino...)

- - - - -

—Isyr: (Vaya... Sí que ha sido fácil...)

En la cima del Monte Trueno, justo cuando se disponían a abandonar el lugar con éxito, una cazadora despiadada atacó por sorpresa a Link, Adox y Ukiro, decapitando sin dudar ni un solo instante al elegido.

—Adox: ¡¡¡AHHHHHHHHHH!!! ¡¡¿CÓMO HAS PODIDO...?!!

Adox miraba fijamente a una persona, muy alta, que se ocultaba en un árbol cercano, cobardemente. Ukiro, por su parte, transformado, mantenía la compostura, y subía al extremo su guardia.

—Ukiro: Groar... Grrrr...

La enmascarada, no obstante, no mostraba ninguna intención de querer volver a disparar; no acercaba su mano a su enorme carcaj para sacar una nueva "flecha". En su lugar, se quedó esperando, detrás del árbol. ¿Pero a qué?

—Adox: ¡¡Uahhhh!! ¡¡Ukiro!!

Fue entonces que sintió que alguien más se acercaba... pero era extraño. Todavía estaban en la cima del monte, el terreno era llano y no se alcanzaba a ver a nadie más en los alrededores. Lo que pasaba era que el enemigo se acercaba... ¡por el cielo!

—Adox: ¡¡Atrás!!

Adox y Ukiro pensaron en retroceder y, aunque Ukiro se salvó, Adox no llegaba a tiempo para salvarse. Un hombre muy alto y musculoso cayó desde el cielo, haciendo un salto bomba sobre los jóvenes. Así es, se trataba de Groy.

—Groy: ¡¡¡Hyaaaaaaaa!!!

Para salvarse de tal brutal ataque, Adox tuvo que activar su barrera, y Groy aterrizó sobre ella, temblando todo el suelo, y levantándose una gran cantidad de humo a su alrededor, que se quedó suspendido en el aire por momentos. A Ukiro lo alcanzó parte de la onda expansiva, aunque no le causó gran daño, más allá de algunos rasguños, aunque Adox estaba aterrorizado. Miraba hacia arriba, a través de la barrera transparente, y podía ver a Groy desde allí, quién no tardó en dar otro gran salto hacia atrás, y quedarse mirando a su víctima.

El Éfiro - Zelda Breath Of The WildWhere stories live. Discover now